Pasión, tradición y “bailar para celebrar y olvidar”, el motor de los de los Carnavales de Ugarteche

Durante el mediodía y la tarde de hoy se celebrará una nueva edición de los Carnavales de Ugarteche, en Luján. Integrantes de las comparsas y caporales que darán vida y colorido al evento confiesan su pasión por el baile y cómo logran que las penas queden atrás para celebrar. Sus historias.

Pasión, tradición y “bailar para celebrar y olvidar”, el motor de los de los Carnavales de Ugarteche
Pasión, tradición, cultura y “bailar para olvidar”, el motor de los hacedores de los Carnavales de Ugarteche. Foto: Archivo Los Andes

Claudia Beatriz Rodríguez tiene 46 años. De lunes a lunes se dedica a “hacer repostería, y un poco de ama de casa”, como ella misma resume con una tímida sonrisa y humildad. Pero ello no le impide ensayar y hacer lo que más feliz le hace: bailar. “Esto es mi pasión. Tengo 46 y bailo en caporales desde los 8, ¡toda la vida! Solo dejé un tiempo cuando me casé, pero después volví”, cuenta la mujer, siempre sonriente, en la vereda de su casa en Ugarteche, Luján de Cuyo.

Es jueves por la tarde –ya noche-, y en el espacio verde (aunque de verde cada vez tiene menos) ubicado frente a su casa, unas 60 personas ensayan y se preparan para el evento que más esperan en el año; los Carnavales de Ugarteche, aquellos que se celebrarán este sábado en este distrito lujanino.

Pasión, tradición, cultura y “bailar para olvidar”, el motor de los hacedores de los Carnavales de Ugarteche. Foto: Archivo Los Andes
Pasión, tradición, cultura y “bailar para olvidar”, el motor de los hacedores de los Carnavales de Ugarteche. Foto: Archivo Los Andes

“Los Carnavales son toda la alegría que se puede demostrar. Y, mientras estás ahí, se te olvida el enojo que podés tener, se te pasa la angustia. Es una mezcla de sentimientos. ¡Todas las desgracias se olvidan mientras bailamos!”, resume Claudia, quien es la coordinadora del caporal Rikjchary Llajta. “Significa ‘Despierta Pueblo’, en quechua y aymará”, explica, sobre el significado del nombre.

En Ugarteche vive una de las comunidades más grandes de ciudadanos bolivianos y ciudadanas bolivianas de Mendoza y de Argentina. Y son ellos quienes animan, participan y dan vidas a los tradicionales Carnavales, que todos los años se convierten en el gran atractivo para visitantes.

Tanto Rikjchary Llajta como las otras comparsas y caporales esperan con ansias y emoción cada celebración. Sin embargo, durante el resto del año participan de otros eventos, ya sean también públicos –como el Carrusel Vendimial- o concursos organizados en eventos privados. Para las próximas, por ejemplo, semanas tienen tres agendados.

“Por lo general nos juntamos a ensayar una vez a la semana a partir de octubre. Y ya desde diciembre ponemos dos ensayos. En enero y febrero sumamos un tercer día”, cuenta la delegada de uno de los caporales que todos los años participa del desfile.

“Estar acá y participar del desfile, para mí, es el momento de dejarme de preocupar por el trabajo y por todo. Acá uno viene, se divierte, socializa. Apenas salgo a desfilar, siento nervios, ya en el medio hay emoción. Y, ya cerca del final, relajo. Además, los aplausos y la alegría de la gente te ayudan a levantar el ánimo”, reconoce a su turno Georgina Castillo (25), quien es trabajadora rural, pero dentro del caporal es una de las bailarinas.

CARNAVAL TODA LA VIDA

“No hay que llorar, que la vida es un carnaval y las penas se van bailando”, cantaba la cubana Celia Cruz. “Carnaval toda la vida”, repetían Los Fabulosos Cadillacs por su parte. Con un poco menos de difusión, en su momento la banda española Los Cucas repetían a coro “Vivir es un carnaval” en su único hit noventoso. Como sea, siempre el mensaje de las distintas canciones temáticas gira en torno a lo mismo: Carnaval es sinónimo de alegría, de celebración, de fiesta y, por un rato, de dejar pesares atrás.

Y la gente del caporal Rikjchary Llajta tiene bien en claro ello. “Cuando era chica, a los 8 años, me mandó mi mamá a mi primer caporal. ¡Y, desde entonces, no me fui más ni me pudieron sacar!”, recuerda –siempre sonriente- Claudia Rodríguez.

Pasión, tradición, cultura y “bailar para olvidar”, el motor de los hacedores de los Carnavales de Ugarteche. Foto: Los Andes
Pasión, tradición, cultura y “bailar para olvidar”, el motor de los hacedores de los Carnavales de Ugarteche. Foto: Los Andes

Los Carnavales de Ugarteche son ‘el evento’ que esperamos todo el año. Puede faltar cualquier cosa, pero nunca los carnavales. El día a día sigue siendo el mismo, la situación no deja de estar complicada. Pero, por unas horas, todo eso se olvida”, reafirma por su parte Cecilia y en la previa a uno de los últimos ensayos previos al desfile que tendrá lugar hoy.

Tan importante como la técnica, los movimientos y el baile en sí, son los trajes. Brillantes y por demás ornamentados y vistosos –lo que le da un atractivo extra al espectáculo-, las mujeres lucen sus sombreros y faldas; y los hombres sus prendas características. “Los achachis son los hombres que llevan esas mascaras doradas. Representan a las personas ancianas”, explica Claudia en voz baja y mientras observa a los 5 hombres que repasan sus movimientos.

De fondo, mientras tanto, suenan las trompetas, los bombos, los redoblantes y los platillos que van marcando el pulso y el ritmo de los movimientos de las casi 60 personas que practican.

“Los trajes son importantísimos para nosotros. Yo me la paso llorando desde el momento en que llegan y los sacamos. Todos los años tratamos de estrenar trajes nuevos, los mandamos a pedir. Primero, los mostramos en nuestras casas. Después los lucimos en el Carrusel de la Vendimia. Y el ‘broche de oro’ es en los Carnavales”, cuenta Rodríguez.

Pasión, tradición, cultura y “bailar para olvidar”, el motor de los hacedores de los Carnavales de Ugarteche. Foto: Los Andes
Pasión, tradición, cultura y “bailar para olvidar”, el motor de los hacedores de los Carnavales de Ugarteche. Foto: Los Andes

Por desgracia, lamenta la mujer, para los Carnavales de este año no llegaron a recibir los trajes nuevos. “Quedaron en la frontera, y unos días antes del desfile nos dijeron desde Gendarmería que no iban a llegar”, reconoce, compungida.

En las comparsas –o caporales- hay familias enteras, generaciones que han transmitido la pasión entre sí. Desde niños de 6 años –y menos- que ya están bailando mientras imitan a sus padres durante los ensayos, hasta personas de 70 años. Además de los eventos en Mendoza –públicos y concursos privados-, intentan viajar (cuando pueden y sus quehaceres se lo permiten) a celebraciones masivos en otras ciudades.

En el caso de Rikjchary Llajta, el caporal cumple 28 años en 2024. Y su coordinadora, quien con 23 años pudo participar del Carnaval de Oruro (en Bolivia y uno de los más importantes de la región), se entusiasma con poder celebrar los 30 años a lo grande.

“Mi sueño es que podamos cumplir los 30 años como agrupación pudiendo ir, esta vez todos y como grupo, a los Carnavales de Oruro. Tenemos dos años para organizar, ¡y soñar no cuesta nada!”, destaca Claudia.

Con 8 años, Luciana Chulve Rodríguez es una de las integrantes más pequeñas de Rikjchary Llajta. Pero empezó antes de los 3 años. “Antes de aprender a caminar, ya estaba bailando”, acota su tía.

“Lo que más me gusta es que la gente me aplauda”, cuenta -con algo de timidez y corta de palabras- la niña. “¿Si me gusta más el Carrusel o los Carnavales? ¡Los Carnavales! El Carrusel es muy largo y aburrido”, confiesa también, con la sinceridad característica de los niños y niñas.

ENTRE EL DESTRATO Y EL MALTRATO

Cada año, en cada Carrusel Vendimial, las comparsas de la comunidad boliviana en Mendoza son parte del desfile del sábado por la mañana y mediodía. No obstante, reconocen, su paso –colorido y rítmico- suele cerrar el desfile, ya en horas del mediodía y la siesta, cuando casi no quedan espectadores en las veredas (suelen marcharse cuando pasa el último carro con las soberanas).

“Al calor ya estamos un poco acostumbrados, porque los trajes son gruesos y nos movemos mucho. Pero todos los Carrusel llegamos a las 8, muchos sin siquiera desayunar ni haber comido nada. Y siempre quedamos para el final. Varias veces nos ha pasado que vamos bailando y, detrás nuestro, viene la gente de la municipalidad limpiando la calle y que nos van corriendo con el agua”, ejemplifica con una mezcla de resignación y tristeza Claudia Rodríguez. En reiteradas oportunidades han pedido que se les permita desfilar antes, tal vez intercalados con los carros, pero la solicitud no ha prosperado.

Tampoco suelen faltar los comentarios discriminatorios, racistas o xenófobos. Y eso es algo a lo que ni los integrantes de Rikjchary Llajta ni de ningún caporal quieren acostumbrarse ni resignarse.

“Hemos escuchado a gente que se queja diciendo que venimos nosotros a ‘invadir’ la Vendimia, y justifican así el hecho de que estemos al final. Pero si uno viene acá a la ruta todos los días y se fija quién está desde las 4 de la mañana esperando que lo pasen a ir a buscar para trabajar en la viña y estar de sol a sol, también somos todos nosotros, los ‘paisanos’, como nos llaman”, reflexiona –en voz alta- la coordinadora de la comparsa.

Pasión, tradición, cultura y “bailar para olvidar”, el motor de los hacedores de los Carnavales de Ugarteche. Foto: Los Andes
Pasión, tradición, cultura y “bailar para olvidar”, el motor de los hacedores de los Carnavales de Ugarteche. Foto: Los Andes

QUÉ ES UN CAPORAL

En la época colonial en Argentina, existía un personaje en estas tierras que se desempeñaba como jefe de escuadra para el trabajo de los andinos naturales y esclavos traídos de África. Estas personas recibían el nombre de “caporal”.

De allí es el origen del nombre que reciben, no solo las comparsas que participan de los carnavales de Ugarteche, sino también el ritmo de música que interpretan y bailan durante el desfile.

“Ya desde los trajes y movimientos se intenta representar los elementos de esa época. En las mujeres se intenta transmitir la sensualidad, y en los hombres, al llevar los cascabeles en los pies –por ejemplo- el ruido que hace busca representar el ruido de las cadenas que eran obligados a llevar”, cierra Claudia Rodríguez.

CÓMO DISFRUTAR DE LOS CARNAVALES DE UGARTECHE

Este sábado, 9 de marzo, a partir de las 11 se desarrollará el festejo de los Carnavales de Ugarteche. Será en este distrito de Luján de Cuyo, y se ha dispuesto de un palco sobre la ruta provincial 15 (que está cortada desde hace unos días) para que los visitantes puedan disfrutar de los desfiles y números artísticos.

A las 12 comenzará el desfile de las comparsas (son 25 en total) y los grupos están divididos en cuatro categorías (Autóctonos, Salay, Tinkus, Caporales sin Banda y Caporales con Banda). La última agrupación terminará su desfile a las 16:30.

Seguí leyendo

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA