Pared Sur del Aconcagua, una maravilla de la naturaleza

Cómo y cuándo se formó y de qué está hecha la formidable Pared Sur del cerro Aconcagua (6.959 m). Es la segunda mole más alta del mundo, después de la pared Rupal en el monte Nanga Parbat (un ocho mil, 8.125 m), en Pakistán.

Pared Sur del Aconcagua, una maravilla de la naturaleza
Vista aérea. El Cerro Aconcagua y su majestuosa pared Sur. Toma desde un avión de línea en viaje de Buenos Aires a Santiago de Chile. Foto: Alfredo Grau

La Pared Sur del Aconcagua se eleva unos 3.000 metros de altura desde su base, en el lugar llamado Plaza Francia.

Es el Campamento Base para los andinistas, que deben ser escaladores que se atrevan a escalarla. Y el lugar desde donde se la puede apreciar, para los que llegan caminando hasta ese punto.

Geológicamente es un “plano de falla”. Es decir, una superficie elevada por tectónica. El “salto de falla” es esa diferencia de altura.

Es la segunda pared más alta del mundo, después de la pared Rupal en el monte Nanga Parbat (un ‘ocho mil’, 8.125 m) en Pakistán. La pared Rupal, de 4.500 m, es sagrada, en coincidencia con la certeza que afirma que las altas montañas son la morada de los dioses. (Nota de la redacción: los hermanos Reinhold y Günther Messner fueron los primeros en escalar la variante Rupal del Nanga Parbat el 27 de junio de 1970; de regreso de la cima Günther falleció al ser arrastrado por una avalancha).

Otra perspectiva. Filo Sudoeste del Aconcagua, con la Pirámide (con flecha indicando la ubicación del sitio ritual incaico). Fuente: Schöbinger (2001, compilador).
Otra perspectiva. Filo Sudoeste del Aconcagua, con la Pirámide (con flecha indicando la ubicación del sitio ritual incaico). Fuente: Schöbinger (2001, compilador).

Además de la altura, que sorprende y maravilla, están los glaciares colgantes que la cubren casi por completo. Además, están las canaletas de descarga de esos glaciares. Y los pequeños resaltos que sostienen la nieve y los glaciares, y permiten descansar y/ o vivaquear a los escaladores (de pequeñas dimensiones, unos 0,5m).

El camino para acceder a la base de la pared Sur está lleno de “morenas glaciarias” que son un “ejemplo de libro”. Morenas de fondo, morenas laterales, morenas frontales.

En la base de la pared, del otro lado del valle, hay un lugar de visión estratégica, el mirador, que usaban los pueblos originarios.

El desprendimiento de una parte de uno de los glaciares colgantes, en forma de avalancha, produce un ruido particular y un verdadero espectáculo, que tuve la suerte de presenciar (mientras subía el Aconcagua por la ruta del Glaciar de los Polacos).

El reflejo del hielo y la nieve, sumado a esa gran superficie (helada) es de un blanco escandaloso (como diría Ricardo “Chilo” Grau del Glaciar de los Polacos, en su libro “Lugar de paso, paisajes pintados”). Por todo esto, la Pared Sur enamora. (N. de la redacción: la primera ascensión de la pared Sur fue realizada el 25 de febrero de 1954 por los franceses Pierre Lesueur, Adrien Dagory, Edmond Denis, Robert Paragot, Lucien Berardini y Guy Poulet. El jefe de la expedición era René Ferlet).

Filo sudoeste: Una parte cercana a la pared Sur es el llamado filo sudoeste, maravilloso resultado de la tectónica, con un plano de falla geológica que es continuación de la falla de la pared Sur (viendo el Mapa Geológico de Argentina, a escala 1:5.000.000 del Segemar). También cubierto de nieve y hielo, inaccesible. O accesible sólo para escaladores.

Un sitio ritual

En el filo sudoeste se destaca una pirámide perfecta, que se puede ver desde Valparaíso, Chile. En la base de esa pirámide se encontraron las momias del Aconcagua y el sitio ritual con ofrendas (enero de 1985).

La Pirámide del filo sudoeste es el resultado de la intersección de un juego de fallas geológicas. Los lados de la pirámide son líneas rectas. En especial uno de ellos, que se ve cuando uno va subiendo el Aconcagua por la quebrada del Río de los Horcones (tuve la dicha de verlo cuando subía el Aconcagua por la ruta Norte).

Los pueblos originarios conocían perfectamente todo este paisaje y eligieron esa pirámide, la base de la misma y en ella un lugar protegido para ofrecer un sacrificio a sus dioses y dejar las momias allí.

Pared Sur del Aconcagua. Fuente: Lanko Expediciones, Mendoza
Pared Sur del Aconcagua. Fuente: Lanko Expediciones, Mendoza

La pirámide, como forma geométrica, es símbolo de energía y equilibrio.

Tanto la Pared Sur, como la Pirámide permiten ver la estratificación de rocas que componen esta gran montaña, en una dimensión pocas veces vista.

Esas rocas son principalmente “sedimentarias de origen marino, e ígneas volcánicas”.

Fósiles

Inclusive, hay fósiles en el Aconcagua. Me tocó encontrar unos fósiles de origen marino, unos animales invertebrados bivalvos cerca de los 4.200 metros (trepando por la Quebrada del Río de las Vacas, hacia el Glaciar de los Polacos). Lo que es totalmente inusual. De hecho, de una población de organismos (animales y vegetales) sólo el 1% tiene probabilidades de convertirse en fósiles. Y de eso, a su vez, una proporción muy baja tiene probabilidades de ser encontrado ¡Por eso fue una gran suerte descubrirlos!

Un super resumen de la geología del Aconcagua sería: “Cerro Aconcagua (6.959 m). La cumbre más elevada de América, situada en la Cordillera Principal de Argentina y erigida en rocas sedimentarias y volcánicas del Ciclo Ándico.”

La ruta indicada es la seguida por la andinistas sanjuaninos Fava y Maturano. Fuente: Cultura de Montaña
La ruta indicada es la seguida por la andinistas sanjuaninos Fava y Maturano. Fuente: Cultura de Montaña

Donde las rocas sedimentarias son sedimentitas marinas (del período Jurásico), y las rocas volcánicas son basaltos y andesitas (del período Cretácico).

Mientras que el Ciclo Ándico se refiere a los movimientos generadores de montañas, que formaron la cordillera de los Andes. Ocurrieron en la era geológica del Cenozoico (que abarca los períodos geológicos Terciario y Cuaternario), que comprende un lapso de tiempo desde hace 65 millones de años (m.a.) (límite Mesozoico- Cenozoico) a unos 1,6 millones de años (límite Terciario- Cuaternario).

Dentro del Ciclo Ándico, los movimientos orogénicos más importantes que elevaron la cordillera de los Andes ocurrieron en el período geológico Mioceno (desde hace unos 23 a 5 millones de años).

Antes del ciclo ya mencionado, las rocas que forman el Aconcagua sufrieron los Movimientos Araucánicos (de la corteza terrestre) en el Mesozoico (250 a 65 m.a.).

O sea, las rocas que forman el Aconcagua (y la pared Sur) son de una edad mucho más antigua (Jurásico y Cretácico), mientras que los movimientos que levantaron la cordillera de los Andes ocurrieron hace relativamente poco (Terciario: Mioceno).

*La autora es geóloga - Universidad Nacional de Tucumán. Además es andinista

Producción y edición: Miguel Títiro - mtitiro@losandes.com.ar

Referencias bibliográficas

*” El Aconcagua. Relatos de andinistas (2018)”. Arcuri, Claudia, Alfredo Mémoli, Juan Manuel Ballesteros, Alfredo Grau, Ricardo Grau. 250 páginas. 1era edición. Artes gráficas Crivelli. Salta.

*” El Santuario Incaico del Cerro Aconcagua”. (2001). Juan Schöbinger (Compilador). Más de 30 Autores. 450 pp. Editorial: Ediunc. Mendoza.

*” Lugar de paso. Paisajes escritos (2017)”. Grau, Ricardo. 142 páginas. Editorial: Edunt. Tucumán.

*” Mapa Geológico de la República Argentina (1996)”. Escala 1: 5.000.000. Caminos, R. y P.D. González. Secretaría de Geología y Minería de la Argentina (Segemar). Buenos Aires.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA