Otro título para el atleta mendocino apasionado por las vallas

Profesor de Educación Física, Renzo Cremaschi tiene 26 años y acaba de ganar la Copa de Clubes en Mar del Plata. Se trata de su logro número 18 en esta disciplina que desarrolla desde niño.

Otro título para el atleta mendocino apasionado por las vallas
Renzo Cremaschi

Con mucha alegría, Renzo Cremaschi, de 26 años, acaba de consagrarse campeón argentino de vallas, una de las 23 disciplinas del atletismo que consiste en correr carreras de velocidad en las que los competidores deben superar una serie de barreras de madera y metal (vallas).

En forma paralela a su trabajo -tiene un grupo de running; da clases de atletismo en la UNCuyo y además es profesor personalizado- este profesor de Educación Física egresado del Instituto de Educación Física (IEF), compite en una disciplina que lo apasionó desde muy chico.

Desde los 12 años, Renzo no se cansa de desempeñar excelentes roles en el mundo de las vallas: esta copa que trajo a Mendoza es la número 18 (entre copas nacionales, campeonatos internacionales y juegos universitarios) y se realizó en Mar del Plata. Sus entrenadores son Miguel Leiva y Guillermo Quintero, ambos pertenecientes a la UNCuyo.

En 110 metros y 10 vallas como desafío, Renzo logró hacer el mejor tiempo entre los competidores de la denominada Copa Nacional de Clubes. Cumplió esa meta en 14 segundos 22 centésimas.

“Si bien, por supuesto, quedé conforme, mi mejor marca fueron 13 segundos con 96 centésimas”, dijo, en diálogo con Los Andes. De todos modos, está seguro de que muy pronto logrará superar ese objetivo.

Hijo de Fabricio y Mariana (no tiene hermanos), Renzo nació el 6 de julio de 1998 y vive en el barrio Dalvian. De niño tuvo cierta habilidad para los deportes y practicó fútbol, básquet y tenis, hasta que en la escuela comenzó a inclinarse por las carreras.

Renzo a puro salto, en una competencia anterior.
Renzo a puro salto, en una competencia anterior.

Renzo compartió cómo entró en el mundo del atletismo y recordó: “De chico siempre fui muy inquieto, me gustaba trepar árboles y jugar. Practiqué varios deportes, hice fútbol, básquet y tenis, pero lo que más me gustaba era correr. Le conté a mi mamá y ella averiguó para que hiciera atletismo en la Universidad de Nacional de Cuyo. Con atletismo empecé a los 12 años con el profesor Luis Miranda, desde el primer día me gustó y me quedé”.

Fueron los Juegos Nacionales Evita, en 2014, los que motivaron al deportista a entrenar de una manera más seria. “Antes entrenaba dos veces y comencé a entrenar cinco veces a la semana. Con el pasar de los años, llegué a entrenar hasta nueve veces en una semana”, explica.

“Es un deporte apasionante y siento la misma emoción en cada competencia. Tal vez sea porque uno corre por el tiempo y la marca y eso es muy desafiante porque significa superarse a uno mismo”, indica.

El deporte le abrió miles de puertas y gracias a su velocidad conoció 20 provincias argentinas y países como Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Brasil, entre otros.

Si bien, dentro del atletismo, Renzo se hizo fuerte en 110 metros con vallas, también ha obtenido resultados sobresalientes en salto en alto y en las carreras de 100 y 200 metros llanos.

Renzo Cremaschi comenzó su aventura dentro del atletismo en el 2010. Entrena 6 veces a la semana en el Club de la Universidad Nacional de Cuyo y el título obtenido como profesor de Educación Física fue un gran puntapié para desarrollar su vida profesional.

Además, el atleta mendocino entrena a los más chicos en el club que lo formó desde 2017. También comenzó su experiencia laboral con las categorías mayores, específicamente en las categorías de saltos.

Rutina organizada

“Divido mi rutina diaria en dos: a la mañana dedico todo mi tiempo a entrenar y perfeccionarme como profesional del deporte, mientras que a la tarde me dedico a trabajar tanto en el club de la UNCuyo como con un grupo de running y de alumnos y alumnas de manera personalizada”, relata.

En cuanto al desarrollo del atletismo, el deportista celebró el crecimiento que ha tenido con el paso de los años, aunque advierte que todavía hay mucho terreno por recorrer y aspectos puntuales para mejorar. La pandemia, dice, sirvió para el crecimiento de la disciplina.

Renzo, en el centro, en Mar del Plata. Dice que todos los sueños los cumplió con creces.
Renzo, en el centro, en Mar del Plata. Dice que todos los sueños los cumplió con creces.

“De todos modos, creo que sería mejor tener más difusión del atletismo. Convocaría más gente y así el deporte seguiría creciendo. Más competidores significaría más competencia y ganar sería más difícil o desafiante”, reflexiona.

Por lo pronto, asegura, mientras ríe, que en cuanto a sueños y expectativas ya cumplió con creces lo que esperaba. “Hace rato lo pude cumplir, por eso todo lo que viene es de yapa. Creo que mi mayor desafío fue entrar a los Juegos Nacionales Evita, en el 2014, y pude lograrlo”, señala.

Claro que de entonces hasta hoy pasaron nada menos que 10 largos años. “Tenía apenas 16 años y fue mi primer gran logro. De ahí en más, todo lo que vino fue de regalo”, concluye.

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