Al menos 11 personas resultaron heridas por culpa de las turbulencias que sufrió este martes un vuelo de la compañía aérea alemana Lufthansa, que unía las ciudades de Buenos Aires con Fráncfort.
“Desgraciadamente, por ahora, cinco pasajeros y seis miembros de la tripulación sufrieron lesiones, en su mayoría leves, y recibieron atención médica después de que le avión aterrizara”, comunicó la empresa sobre lo ocurrido abordo del vuelo LH511, según recogió la agencia EFE.
Las “breves y violentas” turbulencias con las que se encontró el avión, modelo Boeing 747-8, cargado con 329 pasajeros y 19 miembros de la tripulación, se produjeron cuando la aeronave se encontraba sobre el océano Atlántico, en “una zona de convergencia intratropical”, según explicó Lufthansa, que precisó que “la seguridad del velo nunca estuvo en peligro”.
“Lufthansa lamenta las molestias causadas a los pasajeros”, expresó la compañía germana ante lo ocurrido, antes de recordar la importancia de llevar el cinturón de seguridad, pues existe una obligación para los viajeros de utilizar dicho dispositivo siempre que estén sobre su asiento en los vuelos de Lufthansa.
El vuelo finalmente aterrizó a 10.43 de este miércoles en Alemania, sin mayores problemas.
Cómo se producen las turbulencias en los aviones
Las turbulencias en los aviones se producen por movimientos irregulares del aire en la atmósfera que afectan la estabilidad del vuelo. Estas variaciones en el flujo de aire pueden tener diversas causas y ocurrir a distintas altitudes, provocando vibraciones o sacudidas que los pasajeros y la tripulación perciben como turbulencia.
Una de las principales causas es el viento, en especial cuando hay corrientes de aire que se mueven en diferentes direcciones o velocidades (cizalladura del viento). Sucede frecuentemente en zonas cercanas a montañas, tormentas o donde se encuentran corrientes de aire descendente y ascendente.
La corriente en chorro, que son fuertes flujos de aire que circulan a gran altitud, también puede generar turbulencia. Al cruzar estas corrientes, el avión experimenta cambios rápidos en la velocidad y la dirección del viento, lo que desestabiliza su vuelo.
Otra causa común es la turbulencia de convección, que se produce por el calentamiento desigual de la superficie terrestre. Durante el día, el sol calienta el suelo, lo cual a su vez calienta el aire cercano. Este aire cálido sube rápidamente, generando movimientos ascendentes que pueden desestabilizar el avión si pasa por esas zonas.
Las turbulencias de estela también afectan a los aviones, especialmente cuando están cerca de otro avión de gran tamaño. Se genera por el aire que se desplaza alrededor de las alas de un avión en vuelo, creando vórtices que pueden afectar a otras aeronaves que se aproximan demasiado.
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