La cantidad de nuevas infecciones de Covid que han implicado las olas provocadas por la variante ómicron han dado como resultado números exorbitantes en relación a las experiencias previas. En Mendoza, el pico de la tercera ola superó ampliamente la cantidad de infecciones notificadas durante la primera y la segunda adjuntas. Más aún, las duplicó.
Si en 2020 esto implicaba una gran preocupación por la sobredemanda sobre el sistema de salud para lograr salvar vidas, en esta ocasión se ha tratado mayormente de cuadros leves o asintomáticos mientras que la solicitud de atención se concentró en atención primaria. De allí, que pese a la gran cantidad de casos, los fallecimientos no han estado al mismo nivel que en las ocasiones previas. Se atribuye esto, en gran medida a la vacunación.
Desde que comenzó enero se apreció una suba de casos, que tuvo su pico máximo entre las semanas epidemiológicas 2 y 3. Gonzalo Vera Bello, jefe del Departamento de Epidemiología aseguró que el pico de la tercera ola se produjo específicamente la segunda: entre el 7 y el 21 de enero fue cuando hubo mayor transmisión y casos notificados de coronavirus, afirmó.
El experto detalló que los confirmados la semana 2 fueron 29.572. En la semana pico de la primera ola, en octubre de 2020 y con la variante de Wuhan, fueron notificados 5.693. Luego agregó que en la segunda ola, con intervención de la variante gamma e impacto en abril y mayo de 2021, la semana con más casos acumuló 7.580. En suma, son 13.273, menos de la mitad que en la tercera.
Este año, las notificaciones se dispararon el 4 de enero cuando se pasó de 879 a 2.420 nuevas infecciones en una jornada mientras que el 12 de enero se registra el récord histórico de notificaciones con 5.790.
Los expertos reconocen que la conducta que ha tenido ómicron en la provincia es similar a la que se ha visto en otros países: una curva con drástico aumento de contagios y un descenso igual de vertiginoso. Está asociado a su alta capacidad de infección y que los síntomas aparecen antes que con las otras variantes, por ello la concentración en las notificaciones. Se trata de todo un proceso “acelerado”.
En baja
Después del 20 comienza apreciarse una tendencia al descenso en las notificaciones diarias.
“Estamos en baja, incluso estamos más bajo que el pico de la primera ola, en la semana 6 de este año (entre el 6 y el 12 de febrero), se confirmaron 5.049 casos”.
Dijo que no se puede decir que ha terminado la tercera ola, ya que no se puede asegurar que no aparezca un nuevo linaje de ómicron.
“De no mediar una nueva variante de preocupación o nuevo linaje de ómicron (el virus) no encontrará gente susceptible y de a poco se irá apagando esto”, destacó.
Menos fallecidos
Asimismo remarcó: “La cantidad de fallecidos es por lejos mucho menos”.
Detalló que la semana 21 de 2021, durante el pico, fallecieron 204 personas, en la semana pico de 2020 fueron 168 los fallecidos mientras que en la semana 6 de este año hay 67 decesos asociados a la infección, incluso con récord de contagios.
“El secreto está en la vacunación, es la mejor estrategia de sanidad pública”, subrayó.
De todas formas aclaró que esto no implica que no se produzcan muertes. “La gente por más vacunada que esté, si tiene enfermedades de base graves, un traspasado, con diálisis renal, con cardiopatía, un diabetico, alguien con cáncer, con más de 90 años y más si tienen esquema incompleto o no tienen vacuna, tienen más chances de morir”, explicó.
“No tienen esa casita de ahorro de salud que tienen otras personas”, apuntó.
Luego agregó: “Con esquema completo lo mismo van a morir personas porque la vacuna no inmortaliza, la enfermedad de base es la que manda, ante una neumonía o febrícula quizás se descompensan o se deshidratan”.
De todas formas defendió la estrategia: “Hay que vacunarse ya que los pocos que mueren en general no tienen esquema completo o no tienen vacuna”.