En medio de la ola de calor que afecta a todo el país con temperaturas extremas que rondan los 40 grados, vecinos de Guaymallén, Las Heras, Capital, Godoy Cruz y Luján reclaman un corte de agua que afecta a alrededor de mil familias de distintos barrios. Alejandro Gallego, presidente de Aguas Mendocinas, reconoció a Los Andes que están “haciendo el mayor esfuerzo para ir resolviendo los problemas”, pero no confirmó cuándo volverá el agua.
Desde la mañana de este martes, los mendocinos se toparon con la advertencia que Aysam (Aguas y Saneamiento de Mendoza), también conocida como Aguas Mendocinas, hizo pública en sus redes sociales: “Debido a trabajos de mejoramiento operativo se ha interrumpido el normal abastecimiento de agua potable” en cinco barrios de Luján. Horas más tarde, llegaría el aviso de “corte imprevisto” para todo el Gran Mendoza.
“No sale una gota de agua y algunos vecinos hace cuatro días que están así”, manifestó Carla Juárez, vecina del barrio Cina Cina, de Guaymallén. “Es un problema que se da en toda la zona. Ayer a las 12 de la noche no podía juntar agua para llenar una regadera y eso que no tengo pileta ni nada por el estilo, no tengo consumo en exceso”, contó en referencia a la demanda en días de tanto calor como los que se están atravesando esta semana.
Es que ese, según Aysam, es el principal motivo del corte general de agua: “En Guaymallén la situación es complicada, básicamente la demanda de agua es mayor a la oferta. El aumento de la demanda tiene que ver con esta ola de calor tan grande, que ya lleva una semana y nos queda por lo menos otra semana más. En el caso de la oferta, también tiene que ver la crisis hídrica que hoy vivimos”, explicó Gallego.
En su respuesta, el titular de Aguas Mendocinas agregó que al aumento de la demanda se le suma “la restricción de la oferta por la crisis hídrica, y esa combinación hace que los barrios que están al final del sistema tengan los mayores problemas”. Es decir, además de que la gente usa más agua de la habitual por el calor, a las plantas potabilizadoras también llega menos agua de lo normal.
“Nuestras plantas no están al 100%, están trabajando a un 80%. Obviamente que hay una crisis hídrica y una pugna entre el uso humano y el uso agrícola, que la tiene que resolver el Departamento General de Irrigación”, detalló Alejandro Gallego.
El reclamo de los vecinos
Las familias damnificadas, sin embargo, reclaman que el problema es más profundo. Carla Juárez, por ejemplo, contó a Los Andes: “Hace tres años vivo acá y todos los años pasa lo mismo, empieza a llegar la primavera y nos empezamos a quedar sin agua. Pasa todos los años, hemos hecho notas y han venido a ver, había una pérdida y la arreglaron, pero no pasa nada y sigue siendo algo recurrente”. Para ella, “gran parte del problema viene por una cuestión de infraestructura, porque es un barrio que ha tenido un crecimiento exponencial en estos años”. “La zona se ha poblado muy rápido y eso no se ha acompañado con infraestructura, ni por parte de quienes vendieron los lotes, ni del gobierno”, lanzó.
José Luis Moyano, vicepresidente de la unión vecinal Tapón Moyano, reveló que ellos han notado otro problema y que, intuyen, tiene que ver con el corte de agua: “Yo transito permanentemente por el carril Rodríguez Peña, y a la altura de la calle Curupaití hace tres semanas que ha colapsado una cañería madre de las cloacas. Y están bombeando toda esa porquería al canal de riego”.
Sea cual sea la causa, las consecuencias la sufren cientos de familias ante un calor agobiante. A los dichos de Carla de que “acá el que no tiene bomba con cisterna, directamente no tiene para tirar la cadena del inodoro”, se le sumó el reclamo del resto de damnificados. “Yo no tengo agua ni para lavarme los dientes”, reveló Angie. Además de que su cisterna “está totalmente vacía y hace días que no regamos”, contó que “gracias a que tengo la pileta llena saco baldes de agua para el inodoro”.
Es por eso que, ante la urgencia, la mayoría ha recurrido a comprar agua embotellada, incluso para darle de beber a sus animales. Otros directamente acudieron a comprar bombas para facilitar el suministro.
Mientras tanto, desde Aguas Mendocinas aseguran: “Estamos trabajando para poder devolverles el servicio, en continuidad y con la presión que corresponde”. Más allá de eso, el presidente del organismo, Alejandro Gallego, reconoció que no será posible solucionar el problema si no se involucra el resto de los mendocinos. “Debo decir que necesitamos de la ayuda de la población, por eso estamos pidiendo la solidaridad de aquellos que tienen el servicio”, sentenció.
Es decir que, más allá de las causas, uno de los remedios urgentes es el consumo responsable por parte de todos los mendocinos. “Hagamos un uso razonable e indispensable del agua de 8 a 22 horas. Si todos hacemos ese esfuerzo, nos va a ser más fácil poder cubrir esa falta de oferta que hoy están sufriendo estos usuarios”, cerró Gallego.