Desde hace varias semanas circula por Amazon el tercer libro sobre la misteriosa desaparición del avión TC-48 de la Fuerza Aérea Argentina, con 68 ocupantes a bordo, que se perdió sobre Costa Rica cuando volaba entre Panamá y El Salvador, en la mañana del 3 de noviembre de 1965.
Era el viaje de instrucción final de los cadetes de la 31ª promoción de la Escuela de Aviación Militar, con sede en Córdoba. Tres de los jóvenes eran mendocinos, origen que también tenía el capitán Jorge S. Horta.
El trabajo se titula TC-48: el viaje final de los cadetes, y su autor es Guillermo Alonso Sarquiz, un comodoro retirado de la Fuerza Aérea, excomando y paracaidista, quien reside actualmente en España. Tiene 58 años, es decir nació en 1965, año del extravío del cuatrimotor y sus pasajeros.
Los anteriores impresos sobre el caso fueron TC-48, el avión de los cadetes. La razón de una esperanza, de Ricardo José Becerra (ya fallecido), hermano de uno de los perdidos y La desaparición del TC-48, una verdad incómoda de Víctor Ferrazzano.
Lo que tiene de interesante esta entrega es que se trata de la producción de un hombre de la Aeronáutica, institución que, en general, ha sido algo renuente a tratar el tema.
El libro es una narración histórica de los hechos siguiendo un orden cronológico desde la “ceremonia de partida” en El Plumerillo (Mendoza), sus etapas iniciales antes de llegar a Panamá y el desarrollo de la fatídica jornada del 3 de noviembre (cap. 1 y 2). Se describen a continuación las acciones de búsqueda realizadas, principalmente por la USAF, hasta el hallazgo de restos en el mar (Cap. 3 y 4) para seguidamente centrarse en los efectos inmediatos posteriores al accidente marcados por la aceptación oficial del suceso como fatal y la desaparición como irreversible, y la desconfianza de los familiares ante estas afirmaciones (Cap. 5). El narrador se toma una pausa en el relato y se ocupa del avión (un Douglas C-54) y sus ocupantes (Cap. 6) para luego rememorar la “Argentina que vivieron” en esos años haciendo hincapié en la Fuerza Aérea dentro de la política nacional (Cap. 7). Hecha esa interrupción, se retoma el hilo anterior relatando “las asombrosas vicisitudes de las búsquedas de los familiares en Costa Rica desde 1966 hasta 1968″ cuando deben abandonar ese país (Cap. 8, 9 y 10). Posteriormente, merced a documentación y testimonios inéditos, el investigador reconstruye la historia que siguió hasta 1973.
Alonso Sarquis le dijo a este diario que “la metodología de la investigación” se la sugirió su esposa, que cursaba un doctorado en la Universidad de Rostock (Alemania) y que ofició cuasi de “tutora de tesis”, aspecto necesario a sabiendas de que es un tema sensible y cualquier afirmación podría resultar cuestionable.
Por eso el libro tiene más de 1.200 citas y su bibliografía abarca catorce páginas, procurando dar a cada información del accidente su propio contexto que lo fundamente.
Otra rutina del militar fue armar un “contexto histórico” centrado en la Fuerza Aérea, siempre mirada de soslayo, oír a los historiadores reconocidos, para identificar acciones y decisiones respecto a la travesía final, el accidente, la relación con los familiares, las búsquedas, etc.
De igual forma se recopiló información técnica contextual. Sobre el accidente, el trabajo de Ferrazzano lo considero como “el más completo y acertado, y lo ratifico en mucha de sus partes”.
El trabajo de archivo siguió a la recopilación de la información ya disponible. De manera presencial o por email contactó los archivos de la Fuerza Aérea, ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores y Archivo Histórico de Justicia Militar, de donde obtuvo documentos inéditos.
El autor hizo un especial agradecimiento a la Agencia de Acceso a la Información Pública que vela por el cumplimiento de la Ley Nº 27.275/16. “Cuando en reiteradas oportunidades -añadió- me fue denegada información por estar considerada ‘confidencial’, me atendieron y validaron mis reclamos administrativos, y que por eso muchos datos difíciles están en el libro”.
La parte testimonial, de entrevistas y revisión de archivos familiares, es compartida “sin filtro” con el lector.
Un trabajo agotador resultó la revisión de los medios periodísticos de 1964 a 1973. Para ello concurrió muchos días a la hemeroteca de la Biblioteca del Congreso Nacional, a la vez que ingresó vía Web al Sistema Nacional de Bibliotecas de Costa Rica, mientras que en Panamá consultó a su Biblioteca Nacional.
A todo lo descripto debe sumarse la compulsa de diferentes artículos de investigación relacionados con cada temática en particular (el clima, los aborígenes, la policía, etc.), videos, audios, páginas Web, etc.
El libro se puede leer como e-book (versión Kindle) y se promete su impresión en papel.