El Casino Club de Río Gallegos sumó dos denuncias por estafas. La semana pasada un obrero ganó $100 millones de pesos en un tragamonedas, pero la casa de juegos se negó a pagarle.
Según explicó Antonio Miranda, la gerente del casino lo maltrató y le dijo que no iba a recibir ningún premio porque la máquina tenía un desperfecto y la apagó frente a sus propios ojos.
A días de aquella denuncia, Todo Noticias informó que otras dos personas aseguraron que también habían sido estafadas por el Casino Club de Río Gallegos.
Gustavo Insaurralde, el abogado del obrero de Piedrabuena, contó que los hechos ocurrieron a fines de junio y por montos mucho menores a la millonaria que Miranda.
“Fue el mismo procedimiento, adujeron fallas y apagaron la máquina”, contó el abogado que representa al albañil en diálogo con La Opinión Austral.
Tras reclamar varias veces, las personas se casaron y resignaron el premio. “No quisieron mediatizarlo ni denunciar y lo dieron por perdido pero evidentemente, al hacerse público lo de Antonio, se animaron”, dijo el letrado.
En ambos casos, las personas habían ganado 250 mil pesos. “Hay pruebas, hay fotos a la pantalla con el premio”, aseguró. Una estrategia que también usó Miranda.
“Por el caso de Antonio se animaron a contactarnos y ya estamos trabajando con ellos”, indicó el abogado e invitó a que “todas las personas que hayan pasado por una situación similar se contacten y no se queden calladas”.
Ganó $100 millones en un tragamonedas
Antonio Miranda es un albañil que vive con su familia en Comandante Luis Piedrabuena, Santa Cruz. El 7 de julio pasado mientras jugaba en un tragamonedas del Casino Club Río Gallegos ganó 100 millones de pesos.
Miranda pensó que su vida iba a cambiar para siempre pero se equivocó. La gerente se negó a pagar el premio y apagó la máquina frente a sus ojos.
“La jefa de la sala me dijo que era deshonesto por querer cobrar lo que gané”, contó. Sin embargo, antes de que la mujer llegara Antonio le sacó una foto a la pantalla. Una prueba que le servirá para hacer el reclamo.