Dicen los expertos que una de las mayores inseguridades del hombre es si la forma y el tamaño de su pene será del agrado de su pareja. Independientemente de si llevan tiempo en una relación o si es la primera vez que pasan la noche juntos, muchos varones sufren estrés al pensar que tal vez la longitud, grosor o alguna otra característica de su anatomía no se ajuste a la de ella.
Las mujeres rara vez pensamos en eso, por lo general suponemos que cada hombre conoce su cuerpo y cómo manejarlo de acuerdo a las circunstancias. Pero conocerlos mejor y tener algunos trucos nunca está de más. A continuación repasamos algunas características predominantes y las mejores posturas para que ambos alcancen el máximo placer.
Por empezar, distinguimos dos grandes grupos: el circuncidado y el no circuncidado. El primero es aquel en el que el prepucio ha sido retirado quirúrgicamente por diversas causas sociales y religiosas. Suele ser menos sensible al no tener esta piel que recubre al glande, ya que este se endurece ligeramente para evitar daños.
El segundo es el que mantiene el prepucio y cuando se encuentra erecto, el prepucio se retrae por sí solo, dejando al descubierto el glande, por lo que no hay ningún tipo de problema en la penetración.
En cuanto al tamaño, hay tres clasificaciones básicas: grande, mediano y pequeño. El grande es aquel que está por encima de la media mundial (que oscila entre 14 y 16 centímetros en excitación). Esto quiere decir que si mide 17 centímetros de longitud o más, es considerado un pene grande.
Lejos del imaginario masculino, el gran tamaño no agrega estimulación, aunque sí favorece algunas posturas. Por otro lado, un pene demasiado grande, no es más placentero para la mujer y podría llegar a lastimar si no se tiene cuidado.
Un pene estándar o mediano no tiene excesivas diferencias de tamaño estando en reposo o erecto. No existe una razón que explique por qué ocurre esto, pero tampoco resulta en impedimento para tener una relación íntima satisfactoria.
Un pene pequeño tiene una medida por debajo de la media mundial. Si al estar en erección el pene mide menos de 6 centímetros, se considera un pene pequeño. A pesar de los mitos, lo cierto es que muy pocos hombres en el mundo tienen estas características y aún así tienen una vida sexual plena.
Otro tipo de clasificación es de acuerdo a su conformación. Aquí encontramos dos variantes: de carne y de sangre.
El primer caso se refiere a aquellos órganos cuyo tejido esponjoso es más pequeño y las paredes son más anchas, por lo que en estado de excitación, la cantidad de sangre en su interior es menor. Como consecuencia de ello, el miembro se verá grande durante el reposo y no crece mucho al erigirse.
El segundo caso es, por el contrario, un pene con paredes cavernosas estrechas en reposo, mientras que el tejido esponjoso es capaz de acumular mucha sangre. Esto provoca una visible diferencia entre el estado de reposo y el estado de excitación, siendo mucho mayor su tamaño.
El pene voluble es un tipo de características impredecibles. Puede ser que en una ocasión alcance cierto tamaño y en otras ocasiones su medida en erección sea menor. Esto no tiene relación con el grado de excitación y es perfectamente normal para este tipo de penes. Por eso se le llama impredecible, ya que no hay una forma de saber qué tamaño alcanzará en cada ocasión, aunque hay que decir que la diferencia en realidad es poca y en ocasiones imperceptible.
Formas y posturas
Por empezar hablamos del pene lápiz es el más habitual, completamente recto y algo puntiagudo hacia la parte final. Se adapta muy bien a la estrechez de la vagina y permite practicar una gran variedad de posturas sexuales logrando mucho placer en la mujer. Es un tipo de pene perfecto para la práctica de sexo anal. Suelen ser los penes con mayor longitud y al llegar a la erección total consiguen mucha firmeza.
Las mejores posturas para este tipo de pene son las de sumisión (la mujer se apoya sobre sus brazos y sobre el vientre con una pierna plegada; el hombre sobre ella, también se apoya sobre sus brazos), balancín (el hombre sentado y la mujer sentada de frente y encima de él, rodeándolo con las piernas) y piernas al hombro (la mujer acostada boca arriba en una mesa y el hombre, de pie frente a ella colocando las piernas de la mujer sobre sus hombros).
El pene curvo es la segunda forma más común entre los hombres, que se caracteriza por una ligera curvatura que permite llegar fácilmente al punto G. Según su curvatura, se recomiendan distintas posturas sexuales, pues algunas pueden resultar dolorosas. Con este tipo de pene, el sexo anal también puede resultar un poco más molesto.
Si el pene es curvo hacia arriba se recomienda la postura del misionero, con la mujer acostada y el hombre encima. Si la curvatura es hacia abajo, la mejor postura es perrito, y cucharita si es curvo de costado.
El pene hongo se caracteriza por tener la zona del glande más pronunciada que el tronco, algo que se ve incrementado en caso de circuncisión. Este tipo de miembro tiene dos puntos a favor: el primero es que estimula la zona vaginal más sensible, la uretroclitoriana, que es donde se ubica el punto G. El segundo es que aporta más sensibilidad al hombre, ya que dispone de más superficie sensible en su órgano sexual. Esto resulta ideal para practicar el sexo oral. Como punto débil, se debe tener cuidado cuando el pene entra en la vagina, pues puede resultar algo molesto para los hombres.
En cuanto a las posturas, la del sacacorchos es la más atractiva y tiene dos maneras de practicarse. Una es el hombre acostado y la mujer sentada encima pero de costado (quedando de perfil a él), de modo que las piernas de ella queden para un lado y los brazos hacia el otro. De esta forma la mujer debe subir y bajar dando placer al hombre. La otra forma es con la mujer acostada de costado en la cama con las piernas flexionadas y abiertas para qué él, por detrás de ella y de rodillas, pueda penetrarla.
Otra postura ideal es la del clip, el hombre acostado con las piernas juntas y la mujer sentada sobre él pero dándole la espalda, de modo que ella quede mirando hacia los pies de él.
El pene cono o cucurucho es el que tiene un glande fino que se ensancha hacia la base. Como en el caso del pene hongo, el tipo cono también estimula la zona uretroclitoriana cuando entra en la vagina. Por esta razón es que una penetración gradual podría resultar más excitante y también favorece las posiciones donde el pene alcance una penetración profunda. Por su morfología lo convierte en el tipo ideal para la práctica del sexo anal.
Las posturas sexuales más adecuadas son: estrella de mar, el hombre sentado y la mujer encima, dándole la espalda. Cuando él la penetra, ella debe bajar el torso hasta sujetarse de los tobillos de él y balancearse. Candelabro italiano, la mujer acostada boca arriba con la cadera elevada con almohadones, eleva la piernas hacia el techo. El hombre, de rodillas, puede tomarla de los muslos.
Por último, el pene plátano se caracteriza porque su forma es más estrecha en la base y la punta, siendo más ancho en el tronco. Según los expertos es el tipo ideal para la penetración, ya que su forma estrecha en el glande facilita la dilatación, por lo que se adentra de forma suave.
Para estos, la postura de los acróbatas, que requiere habilidad y equilibrio. Es como el perrito pero la mujer debe mantenerse apoyada solo en una piernas, la otra la estira y eleva a la altura de la cadera, mientras el hombre la penetra por detrás. Otra ideal y muy romántica es la postura del abrazo: el hombre se arrodilla con las piernas juntas, la mujer, de frente también se arrodilla por encima de él, con las piernas abiertas mientras se abrazan.