En el marco del proceso de cambio hacia la tarjeta de transporte público SUBE, hoy es el último día que puede cargarse crédito para MendoBus (que va de salida). Sin embargo, no hay disponibilidad de los nuevos plásticos para quienes aún no los han adquirido.
Por otra parte, quedan muy pocos puntos de carga para Red Bus por lo que muchos usuarios que necesitan tomarse el transporte público deben afrontar un verdadero peregrinaje.
Daniel lo vivió en carne propia. Desde el miércoles pasado está tras una SUBE ya que ese día no consiguió donde cargar su tarjeta anterior para volver del trabajo en plena zona céntrica. Terminó tomando un taxi.
“El jueves en mi barrio también se les acabó el crédito y no hay donde cargar, llevábamos 5 días sin carga hasta que el lunes, aunque sea medio de contrabando, mi vecina me prestó una para venir a trabajar”, contó.
Ayer por la tarde, un pasajero viajaba en un colectivo por la Ciudad gracias a la solidaridad del chofer que lo dejó subir debido a que no logró obtener crédito ni tarjeta.
Pese a esto, desde la secretaría de Servicios Públicos se decidió no extender el tiempo para la carga aunque quienes lo logren podrán seguir usando la Red Bus hasta que se les termine el crédito. En el área confían en recibir hoy 50 mil tarjetas SUBE que, según Luis Borrego, director de Transporte de la Secretaría de Servicios Públicos, podrán llegar a los usuarios en 24 a 48 horas.
Aclaró que hace un mes y medio 40% de los usuarios tenía SUBE y 60% Red Bus, mientras que actualmente 70% tiene la primera. En las condiciones anteriores a la pandemia la cantidad total de usuarios diarios del sistema era de 350 mil (ver aparte).
Dificultades
Quienes trabajan en los comercios que dispensan estos productos aceptaron que quedan muy pocos cargando Red Bus y que según les han explicado desde las empresas revendedoras, la demora con las nuevas obedece a las dificultades generadas por la situación epidemiológica por lo que no han llegado desde Buenos Aires.
“No hay plásticos para SUBE, la situación es muy complicada en Mendoza”, dijo Gustavo Suárez, referente de la Cámara de Quiosqueros.
Diego Ceballos, tiene un negocio en Godoy Cruz y contó que desde la semana pasada está pidiendo tarjetas sin éxito. “El 90% de los quioscos ya no carga Red Bus porque les mandaron una circular para avisar que no les van a cargar más crédito, en mi caso y muchos más trabajamos sólo un producto que es la SUBE y sólo 20% trabaja ambos”, detalló.
Dijo que, en parte, esto puede deberse a una demanda excesiva en corto tiempo.
“En mi caso aparece gente que no había visto nunca o sea que vienen buscando, algunos me cuentan que caminaron 15 cuadras”, relató.
En proceso
En diciembre se comenzó a implementar el nuevo sistema que conviviría con la Red Bus.
Borrego detalló que los tres primeros meses del año se entregaron 250 mil abonos a pasajeros que tenían gratuidad y uso frecuente. Luego, con la situación de la pandemia esto se vio interrumpido y se reinició en julio.
Por ello, ahora están abocados a entregar las que faltan a otras personas que acceden de manera gratuita, como discapacitados y jubilados, para quienes aseguran que el stock está.
De todas formas, desde el área aclararon una vez más que por las condiciones epidemiológicas se pide que sólo usen el transporte público los trabajadores esenciales y sostienen que la mayoría de ellos ya las tiene. Por otra parte, dijeron que quienes tienen gratuidad, como los trabajadores de la salud, pueden seguir usando la Red Bus aunque no tenga crédito.
Cuestión de costos
Suárez explicó que más allá de la distribución, los comercios que se dedican a la carga afrontan una situación compleja. Es que la ganancia es de 1%, la inversión se hace por anticipado y se cobra unos 30 días después.
Esto implica un esfuerzo muy grande ya que por la demanda hay quienes deben cargar 30 mil pesos por día, por dar un ejemplo.
Pero además explicó que la subsidiaria (que lleva las máquinas y hace el mantenimiento) cobra alrededor de 400 pesos mensuales y en algunos casos 7 pesos diarios por el servicio. Esto implica que si se invierten 100 mil pesos se ganará de 1.000 pesos un mes después pero de allí habrá que pagar el servicio. Por eso hablan de que la ganancia termina reduciéndose a entre 0,5 y 0,8% según el arreglo.
Por otra parte dijo que hay que considerar el servicio de internet y Ceballos agregó que además, cuando la clientela es mucha, deben contar con un empleado que se haga cargo de esa atención y eso es un costo indirecto. Además ahora deben pagar los rollos de papel, es decir entre 50 y 75 pesos diarios.
Por ello, muchos han dejado de vender. Explicó que esto no generaría una detracción económica para los negocios pero lo hacen porque saben que en los barrios no hay opciones.
“No está sucediendo que haya negocios que se están deshabilitando - negó Borrego- quizás la ganancia es baja para los comercios pero hay que tener en cuenta que el servicio es un atractor de ventas”. Agregó que hay 640 comercios que venden SUBE versus los 480 que vendían Red Bus.
Escasa rentabilidad y cobros indebidos
Diego Ceballos, quiosquero y miembro de la cámara que nuclea a estos comercios advirtió: “90% de los quioscos están cobrando un adicional, que es contra la ley pero porque es un servicio”. Explicó que es la manera que han encontrado de afrontar costos que no cierran y que se suman a otra serie de irregularidades, como que los vendedores que les prestan el servicio y proveen tarjetas han debido anexar otros productos para sobrellevar la situación y a veces si no se les compra no dejan SUBE.
Aceptan que a los usuarios les molesta que a veces les cobren entre 5 y 10 pesos. La tarjeta SUBE cuesta 105 pesos.
En tanto, Gustavo Suárez, otro referente de la cámara dijo que en diálogo con autoridades nacionales les han dicho que la rentabilidad del 1% no puede modificarse porque la total es del 3%. Por ello, remarcó que algunos comerciantes ya han decidido dejar de vender SUBE y otros lo están evaluando.
Desde Servicios Públicos dijeron que no corresponde, que harán inspecciones y pondrán sanciones.
Recordaron los beneficios como 72 pesos de saldo negativo, la posibilidad de hacer dos trasbordos (la Red Bus tenía uno) y la opción de cargar por medios electrónicos.