Este domingo sorprendió a algunos madrugadores por la espesa neblina que envolvieron las calles de Mendoza. De allí que los automovilistas y ciclistas debieron tomar mayores precauciones por la escasa visibilidad.
Este fenómeno meteorológico de nubes muy bajas, en contacto con el suelo o a poca altura, se debe a que en realidad son diminutas gotas de agua que quedaron en suspensión. Se evapora la humedad del suelo y al ser gotas tan pequeñas quedan flotando. Esto provoca el ascenso de aire húmedo, que, al entrar en contacto con corrientes de aire frías, lo condensa, dando como resultado la aparición de estas nubes bajas.
Cerca del 8 de la mañana, esa neblina comenzó a disiparse de sur a norte por el leve viento proveniente de esa dirección.