Nivología: un observatorio de la nieve en la cordillera de los Andes

El portal, desarrollado por investigadores del Ianigla-Conicet, ofrece datos útiles para el manejo de los recursos hídricos andinos y la planificación de actividades turísticas y deportivas en la montaña.

Nivología: un observatorio de la nieve en la cordillera de los Andes
Científicos del Ianigla-Conicet camino al glaciar Agua Negra, provincia de San Juan, para realizar las tareas regulares de monitoreo en este glaciar / Pierre Pitte (Ianigla-Conicet)

La nieve acumulada durante el invierno en los Andes del centro-oeste argentino regula el caudal de los ríos, contribuye a la existencia de los glaciares y aporta a la recarga de los acuíferos. En la cordillera de Los Andes, los inviernos con mucha nieve generan un aumento en la disponibilidad de agua proveniente de la montaña, mientras que los años poco nevadores normalmente traen aparejados escasez de agua y diversas complicaciones en las distintas cuencas hídricas. La cantidad de nieve acumulada durante el invierno explica alrededor del 85% de la variabilidad en los caudales de los principales ríos de la región. Desde hace más de una década esta región viene sufriendo una fuerte y persistente disminución en las nevadas, lo que ha resultado, entre otras cosas, en marcadas reducciones en los caudales de los ríos andinos y en notables pérdidas de hielo en los glaciares. En la provincia de Mendoza, por ejemplo, la declaración de crisis hídrica por parte del gobierno se ha mantenido de forma ininterrumpida desde 2010.

Para contribuir al conocimiento en tiempo real de este recurso hídrico esencial en la región, un grupo de investigadores del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla, Conicet-UNCuyo-Gobierno de Mendoza) desarrolló el Observatorio Regional de la Nieve, el primer sitio web para monitorear la acumulación nívea en la cordillera de los Andes.

El portal, de acceso libre y gratuito, se focaliza en una porción de aproximadamente mil kilómetros de montaña, desde el Río Jáchal hasta el Río Colorado, y establece en qué sectores de estas cuencas, y por cuánto tiempo, se acumula la nieve a lo largo del año.

Observatorio de nieve en la cordillera de Los Andes.
Observatorio de nieve en la cordillera de Los Andes.

La utilización de sensores remotos para la observación de las variaciones estacionales e interanuales, de la cobertura nival, es actualmente una herramienta ampliamente utilizada en distintas regiones del planeta. Los sensores Modis Aqua y Terra son una de las herramientas más utilizadas para este fin ya que sus imágenes permiten realizar un seguimiento de la distribución de la cubierta nival de forma diaria y desarrollar mapas regionales o globales teniendo en cuenta las propiedades de la superficie de la tierra. La información de base, analizada en la plataforma del Observatorio Regional de la Nieve, se obtiene precisamente de imágenes satelitales diarias provenientes del sensor Modis, de la NASA, las que son procesadas en el Ianigla, utilizando herramientas y funciones de los lenguajes de programación libres (R y BASH). La detección de la cobertura nival, a través de los sensores Modis, es posible gracias a la alta reflectancia de la nieve en el espectro visible y una baja reflectancia en el infrarrojo cercano. El índice más comúnmente utilizado para su reconocimiento (el índice normalizado de diferencia de nieve, conocido como NDSI por sus siglas en inglés) relaciona las longitudes de onda mencionadas y es normalmente calculado utilizando la reflectancia a tope de atmósfera. La técnica de procesamiento se complementa además con la corrección de las imágenes por problemas potenciales que pueden ocasionar la presencia de nubes en la alta cordillera. Una vez procesadas, la información resultante es finalmente publicada en la página web del Observatorio, entre dos y tres días después de haber sido colectadas por el satélite.

Las series de cobertura de nieve obtenidas muestran importantes variaciones estacionales con aumentos de la cobertura nival en invierno (alrededor del 50% de cobertura máxima en promedio) y reducciones significativas en verano. Asimismo, se observa una importante variabilidad interanual con claras diferencias entre años secos (2010 y 2019) y nevadores (2005). Los mapas de cobertura nival muestran, además, que los sectores con mayor persistencia de nieve coinciden con la ubicación de glaciares, en los sectores más elevados, protegidos y de menor insolación en la cuenca. De esta forma, los resultados de este análisis brindan información novedosa y relevante para conocer y entender de forma más completa la distribución y variabilidad de la cobertura nival en este sector de la cordillera.

El sitio presenta mapas y gráficos interactivos del estado actual y de la duración promedio de la cobertura de nieve desde el año 2000 hasta la actualidad en cuencas hídricas o sectores específicos de la cordillera. La información de la página permite, además, hacer comparaciones, cálculos estadísticos y análisis derivados que pueden ser de utilidad para el manejo de los recursos hídricos andinos y para muchas de las actividades y emprendimientos que se desarrollan en ambientes de montaña. El sitio web cuenta con una versión para celulares que provee información básica, y una versión de escritorio con mayor cantidad de información y opciones de procesamiento de datos.

La figura que ilustra esta nota representa la página de inicio del Observatorio de la Nieve y muestra en este ejemplo los resultados de la cuenca del Río Mendoza. El mapa de la izquierda muestra la duración promedio de la cobertura de nieve en la parte alta de la cuenca, para el período 2000-2020. En el mapa de la cuenca, los colores más oscuros indican mayor permanencia de la nieve sobre el terreno. Aquí pueden verse extensas áreas que acumulan y mantienen la cubierta nival durante parte del año, alcanzando en algunos sitios valores mayores al 50% (es decir, que se encuentran cubiertos por nieve durante la mayor parte del año). El mapa identifica claramente muchas laderas de montañas y valles cordilleranos que acumulan nieve durante el invierno y contribuyen a la infiltración y escurrimiento de agua. En el mapa de la derecha se muestra la acumulación promedio de nieve durante 2020, que ha sido, como viene ocurriendo desde 2010, mayormente deficitaria no sólo en la cuenca del Río Mendoza, sino en todas las cuencas hídricas de Los Andes Centrales de Argentina.

“En vista de la preocupante y prolongada sequía que viene sufriendo esta región de los Andes desde hace más de una década, los mapas y análisis disponibles en el Observatorio Regional de la Nieve representan herramientas novedosas para conocer, valorar y manejar de una forma más eficiente y sustentable los escasos recursos hídricos con que cuentan las distintas provincias del centro-oeste argentino”, concluye Leandro Cara.

(*) En coautoría con: Ricardo Villalba, investigador superior Conicet y Mariano Masiokas, investigador independiente Conicet.

Edición y producción: Miguel Títiro

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