Bajo el lema “Ni un pibe con hambre en Mendoza”, el precandidato del FIT, Víctor da Vila, encabezó un “verdurazo” en la Ciudad. Con esta iniciativa buscó darle visibilidad a la difícil situación que atraviesan miles de niños y las familias de pequeños productores. También las medidas que piensa tomar la izquierda, de ser gobierno, para dar respuesta a estas urgencias.
Seis de cada diez niños están en situación de pobreza, lo que significa que no consumen los nutrientes necesarios para el normal desarrollo de su organismo. Esto es evidente en el crecimiento de los comedores populares.
Al mismo tiempo, las familias de los productores están virtualmente quebradas y muchas veces ni siquiera pueden levantar las cosechas. Se plantea entre los principales ejes implementar un Mercado Central Único, donde los productores puedan vender sus productos directamente al consumidor, sin intermediarios, estableciendo una sede en cada departamento.
También que se ponga en marcha la industria de alimentos, creando una empresa provincial para garantizar la demanda de alimentos, la falta de trabajo genuino y establecer como proveedores prioritarios a los productores de hasta 15 hectáreas productivas.
Al respecto Víctor da Vila comentó: “la izquierda tiene un plan para acabar con el hambre, atender el problema de los productores y crear puestos de trabajo. Esto inevitablemente choca con la extorsión y la recarga injustificada en los precios de los productos, que ocasionan las grandes cadenas de supermercados. Por eso planteamos la creación de un Mercado Central Único, que tenga sede en todos los municipios”.
“Hay que resolver urgente el problema de los niños, que no pueden acceder a una buena alimentación, con un 50% de la población debajo de la línea de pobreza. Se está liquidando el futuro de las próximas generaciones. Por eso hay que poner en marcha la industria de alimentos, reactivando las fábricas cerradas, abriendo nuevas, poniendo en marcha la mesa de producción lechera, terminando con la extorsión de exportadores y generando puestos de trabajo, al tiempo de se da respuesta a la realidad de las familias de pequeños productores”, agregó.
“Poner en marcha una empresa provincial de alimentos es también una herramienta para enfrentar la inflación. De esta forma se puede intervenir en la fijación de precios, que hoy está monopolizada por un puñado de multinacionales de los alimentos”, concluyó Víctor da Vila.
