Apenas pasada la medianoche de este sábado 4 de marzo de 2023, Natasha Sánchez deberá hacer entrega de sus atributos como Reina Nacional de la Vendimia 2022. Pero sin embargo nadie le quitará la experiencia de este último año vivido. Lo hará tras el espectáculo del Acto Central, “Juglares de Vendimia, un canto a la naturaleza”, que se desarrollará –como desde hace 60 años- en el teatro griego Frank Romero Day, ubicado entre cerros en el Parque General San Martín.
Nacida en Santa Rosa hace 22 años, Natasha Sánchez ofrece aquí un balance de su reinado como embajadora de Mendoza y, sobre todo, representante social de su comunidad. Todavía no puede adelantar qué será de su vida a partir de ahora, el reinado le abrió nuevas e inesperadas oportunidades, algunas relacionadas al ámbito político; aunque de seguro retomará con mayor dedicación sus estudios en la UNCuyo para recibirse de contadora –le quedan pocas materias-.
Se define espontánea y recomienda a las mujeres que seguirán esta tradición de reinados vendimiales “ser auténticas”. Le gustaría que la recuerden por su humanidad, por su trabajo del 2022 dejando de lado la vida personal para abocarse a estar junto a su gente y buscar ayuda para paliar necesidades sociales que –si no hubiera ejercido este rol- quizás no hubiera conocido nunca.
Es así como, de los proyectos sociales que tuvo, Natasha pudo concretar varios de ellos. El que destaca esta joven santarrosina es uno que llevó adelante en su departamento natal, y que lo propuso tras una experiencia personal. “Conocí a un nene que caminaba tres horas desde su casa a la parada del colectivo para poder ir a la escuela. Entonces me pregunté quién no tiene una bicicleta vieja en su casa”, relata la reina.
Y continúa: “Así fue como, con apoyo del municipio de Santa Rosa, recolectamos partes de bicicletas usadas y las pudimos rearmar y dejar en condiciones, como bicis nuevas que fueron donadas a personas que vivían lejos de la escuela o el club para que puedan ahora asistir en bici y no abandonar ni la educación ni el deporte”.
De alguna u otra forma, lo que ella considera que le dio este reinado de Vendimia es eso: “poder resolverle quizás pequeños problemas que tiene la comunidad en situaciones o realidades que yo no me enfrentaría diariamente si no hubiera sido electa reina”.
“Fue un año hermoso que me llevaré guardado en el corazón para siempre”, declama Natasha Sánchez. Y afirma: “Me llevo un montón de personas, de momentos, de recuerdos, de amistades como la que hicimos con Giuli (la maipucina Giuliana Pilot), mi virreina”.
Así entonces, el balance, tanto en lo personal como en lo social, resulta positivo. Tanto que asegura que la Natasha Sánchez antes de Vendimia no es la misma que la de ahora, después de ser reina nacional. “Soy una persona totalmente diferente”, confiesa. Y explica que esto es porque “aprendí un montón, las experiencias te hacen crecer; buenas o malas, siempre se aprende algo de lo vivido”.
“Me encanta la Vendimia, ser reina fue una experiencia única y pude disfrutarla al máximo, eso es lo más importante”, comenta quien le dio a Santa Rosa la tercera corona nacional de su historia: la primera fue para Estela San Sebastián (1986), le siguió la actual intendenta Florencia Destéfanis (2010) y el año pasado entró ella en ese legado.
“Me llevo muchísimo cariño, principalmente de los niños. Disfruté mucho visitar escuelas, nos sumamos con mi virreina a programas de educación”, acota.
Y mientras prepara su discurso de despedida para esta noche, concluye: “Me voy muy contenta y volvería a vivir esta experiencia una y mil veces”.