Nació sin piernas y a los 8 años tomó una decisión que marcó su vida: hoy da charlas y disfruta de los deportes

José Luis Beccaria Velasco (45) nació con algunas malformaciones y, desde chico, se acostumbró a vivir con ellas. Nunca dejó de hacer lo que más le gusta, y que va desde la ingeniería hasta la natación y correr rally. La historia de resiliencia y esfuerzo de un mendocino que trabaja por la inclusión.

Nació sin piernas y a los 8 años tomó una decisión que marcó su vida: hoy da charlas y disfruta de los deportes
Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria

Cuando tenía 8 años y estaba en tercer grado, José Luis Beccaria Velasco –quien aún vivía en su General Alvear natal- tuvo una charla con sus padres que marcó un antes y un después en su vida. “La primera decisión que recuerdo haber tomado en mi vida fue cuando empecé la Primaria. En común acuerdo con mis padres, empecé a usar unas piernas ortopédicas. Yo medía 1,12 metros y, de repente, pasé a 1,60 metros. Usaba esas piernas para ir a la escuela y me las sacaba cuando volvía. Pero un día, cuando estaba en tercer grado ya y volvía de la escuela, les dije a mis padres que agradecía mucho su esfuerzo, su cariño y todo lo que habían hecho por mí. Pero les dije que al usar las piernas ortopédicas, si bien tenía la misma altura que mis compañeros, no podía jugar, correr, saltar. Entonces les dije que no las iba a usar más”, repasa Joselo, como lo conocen todos. “Y esa fue la segunda gran decisión que tomé”, acota.

Por una malformación de nacimiento, Joselo nació sin sus dos piernas (de los muslos hacia abajo, prácticamente), y además le faltan algunas extremidades inferiores (dedos de sus manos, o bien completos, o bien por partes). “Según mi certificado de discapacidad, tengo malformaciones congénitas. Soy una persona de talla baja (mido 1,12 metros), tengo dos piernas muy cortitas y, además, tengo una prótesis en el ojo derecho y me faltan los dedos o parte de los dedos de las manos”, describe José Luis sin ningún tabú.

Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria
Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria

Sin embargo, todas estas limitaciones físicas con que Joselo llegó al mundo no le han impedido vivir y disfrutar de la vida, así como tampoco hacer lo que más le gusta: desde ser copiloto de rally y participar en regatas lacustres hasta recibirse de Ingeniero en Informática y dar charlas motivacionales.

“Desde que tuve esa charla con mis papás, que fue toda una decisión importante que tomé cuando tenía 8 años, no volví a usar las prótesis de las piernas. Están guardadas en un armario porque son una parte de mí, de mi vida. Pero desde ese día yo me dije a mí mismo ‘esto y este soy’. Y se lo dije a los demás también”, agrega, con el optimismo, la simpatía y esa incomparable buena onda que ya son un rasgo distintivo de él.

Actualmente, Joselo Beccaria Velasco trabaja en la dirección de Informática y Comunicación del Ministerio de Gobierno, Trabajo y Justicia de la Provincia. Además, es parte del Departamento de Inclusión y Accesibilidad de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza como becario. Pero, por fuera de sus funciones laborales, siempre es un tipo dispuesto a ayudar y a estar al lado de quien lo necesite. Y de disfrutar la vida que, como él mismo sabe, solo se vive una vez.

“He hecho de todo en mi vida, y pienso seguir haciéndolo. Hace un tiempo hasta empecé a cantar, hago cosas que me hacen bien y me hacen feliz . La verdad es que nunca me importó lo que pensaran los demás, salvo mi familia y la gente que quiero”, agrega.

Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria
Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria

Resiliencia

José Luis Beccaria Velasco nació en General Alvear en 1978. Desde hace 4 años está viviendo en la Ciudad de Mendoza, ya que en 2019 comenzó a trabajar en la dependencia del Ministerio de Trabajo.

“Cuando yo nací, todavía la discapacidad eran considerada una enfermedad. Entonces, de chiquito, yo era el ‘enfermito’, el ‘pobrecito’. Viste que siempre se usa el diminutivo como para intentar suavizar la situación, como si de esa manera fuese algo muy bonito”, reflexiona. “Pero la discapacidad nunca me impidió desarrollarme o incorporarme socialmente o laboralmente”, continúa Joselo.

Desde el primer día, sus padres (primero), su hermano Sebastián (después, ya que es 11 años más chico que él) y su familia y amigos acompañaron al alvearense y estuvieron a su lado. Y es algo que, según reconoce, ha influido mucho en su personalidad.

“Nunca le pregunté a nadie el porqué de mi discapacidad. Muchas veces hay que cambiar ese famoso ‘por qué’ por un ‘para qué’. Entonces me empecé a preguntar ‘para qué me tocó a mí’. Y ahí cambié mucho la forma de ver la vida. No te voy a mentir, he tenido situaciones de aprendizajes, algunas incómodas, pero siempre tuve en claro el para qué. Y si hoy estamos acá, la vida es muy valiosa y tengo que aprovecharla. Siempre quise hacer el bien, regalar una sonrisa, ayudar a los demás. Porque siempre una sonrisa, un gesto, una palabra le pueden cambiar el día a una persona. Y si en particular cambiás un día, en el general cambiás la vida”, agrega Joselo.

Tras completar la primaria y la secundaria en Alvear, llegó el momento de elegir una carrera universitaria para Beccaria Velasco. Y fue todo un momento bisagra en la vida del, por entonces, adolescente.

Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria
Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria

“Con mi familia hemos tenido siempre una muy buena relación. Cuando terminé la secundaria, ellos querían que estudiara Contabilidad en San Rafael. Como tenía un solo ojo y todas esas limitaciones (o que, a priori, se pueden ver así), mi familia tenía miedo de que perdiera la visión por completo y no querían que esté muy lejos. Pero desde los 12 años yo tenía sueño de estudiar algo relacionado a la computadora. Y por eso elegí estudiar Ingeniería en Informática en la Universidad de Mendoza, viniéndome a la Ciudad y aceptando ese desafío”, reconstruye el motivador.

Entre 1997 y 2002, Joselo completó el cursado de su carrera universitaria, mientras que en 2005 se recibió. Apenas completó su carrera, el alvearense volvió a su departamento y estuvo trabajando en la Cooperativa Eléctrica de General Alvear. Además, fue profesor de nivel superior durante un tiempo.

“La palabra discapacidad también contiene la palabra capacidad. Uno elige entonces de qué lado estar, en qué enfocarse”, reflexiona quien en 2012 y 2015 recibió la distinción por parte del Consejo Empresario Mendocino (CEM) y de JCI TOYP como joven mendocino del año.

Todo terreno

Por fuera de sus trabajos en el Ministerio de Trabajo y en la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, Joselo Beccaria Velasco tiene sus pasatiempos y actividades preferidas. En los 45 años que ha vivido nunca se caracterizó por tirar la toalla o limitarse a lo que –en apariencia- cualquier otra persona en su situación creería que puede hacer.

Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria
Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria

“Cuando estaba en la secundaria, entre 1995 y 1996, participé en triatlones y en regatas de navegación. Hacía natación y llegué a ser campeón argentino (dos años seguidos), panamericano y mundial en mar abierto, fue uno de los momentos más lindos de mi vida”, recuerda el hombre, quien acota que tenía entre 17 y 18 años.

Además, Joselo ha sido copiloto de rally y hasta tuvo la posibilidad de viajar a Italia en dos oportunidades. “Viajé en 2005 y en 2012 y me preparé mucho. Aprendí a hablar italiano, escuchaba música en italiano. Yo creo que hay que prepararse para que las cosas pasen, porque soy un convencido de que no existe la suerte y de que al éxito hay que acompañarlo”, resume Joselo, quien también asegura que de cualquier desafío que la vida le pueda poner por delante a uno, siempre se sale mejor persona y mejor profesional.

Como si con todo esto no fuera suficiente para la rutina cotidiana de Joselo, el ingeniero en Informática también da charlas motivacionales, momentos en los que aprovecha para contar un poquito de la historia de su vida. En ese sentido, brinda además asesoramiento a diferentes instituciones en el ámbito de empleo e inserción laboral de personas con discapacidad.

“En mis charlas invito a la gente a ver el mundo como lo ve Joselo, les pido que se agachen y miren el mundo desde el lugar y la altura en que lo veo yo. Siempre la clave es ponerse en el lugar de las otras personas. Siempre pienso que si yo pude estudiar, insertarme laboralmente e irme de viaje, por qué no podrían los demás. También me ha pasado mucho de observar a gente que no sabe cómo hablarme, entonces soy yo quien toma la iniciativa de romper el hielo. No me molesta que la gente se anime a preguntarme si puedo jugar al fútbol o cómo hago para ir al laburo”, se sincera Joselo.

Sobre la verdadera inclusión y qué falta aún

Para Joselo Beccaria Velasco, es clave siempre plantearse el cómo podemos mejorar como sociedad y, a raíz de ello, proponérselo a hacerlo. “Todos tenemos derecho a sonreír, ser felices, a ser y a hacer lo que nos guste. Todos tenemos derecho a ser felices y a cumplir nuestros sueños, aunque a veces ese tema de perseguir un sueño es complicado. Porque puede que no haya antecedentes de nada parecido a ese sueño, el famoso ‘nadie lo hizo’. ¡No importa si nadie lo hizo, lo voy a hacer yo, o al menos intentarlo! Es mi sueño y es lo que me mueve”, piensa en voz alta. “Cuando vos cumplís uno de los sueños de tu vida, a través de la experiencia te podés parar del otro lado. Y está bueno verlo y ser el tipo más feliz del mundo”, sigue, siempre sonriente.

Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria
Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria

Para Joselo Beccaria Velasco se ha avanzado y trabajado mucho en lo que tiene que ver con derechos individuales y colectivos de personas con discapacidad y la sociedad está atravesando todo un proceso de transición en lo referido valorarlos precisamente. “No quiere decir que una persona, por tener una discapacidad tiene más derechos. Tiene los mismos derechos desde que nació”, acota.

En lo que hace a inserción y sus posibilidades, Beccaria Velasco también destaca cómo se ha avanzado. “Un derecho fundamental tiene que ver con elegir a dónde ir, qué hacer, qué estudiar, dónde trabajar. Hasta hace un tiempo, solo había laburos en un determinado lugar o rubro para las personas con discapacidad. Y si no te gustaba, lo siento mucho, pero es lo que había. Ahora se puede estudiar lo que uno quiere, lo que a uno le gusta y es su sueño”, sintetiza.

Si de deudas o pendientes hablamos, para Joselo hay algunos aspectos en los cuales hay que seguir trabajando; aunque destaca que se va por un buen camino.

“Se ve que estamos accionando entre todos, organismos e instituciones incluidos, para que una persona con discapacidad pueda promover su autonomía e independencia. Y que pueda elegir qué hacer en base a lo que tiene. Es un cambio difícil, pero todos somos todos responsables. A mí me ha pasado, por ejemplo, de ir a diferentes lugares y ver que está buenísimo y me encanta, pero la puerta es muy angosta y no paso. Si vos lo decís y hacés ver de buena manera, la gente te escucha. Accesibilidad es un concepto para todos, no solamente para personas con incapacidad”, sigue Joselo.

Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria
Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria

Sobre División Palermo: “Puso sobre la mesa la temática de la discapacidad, desde el humor”

Una de las producciones argentinas más exitosas de los últimos meses en la plataforma Netflix es “División Palermo”. Se trata de una serie de tipo comedia, creada y protagonizada por Santiago Korovsky, y que se centra en los pormenores de una división de la guardia urbana de CABA integrada en su totalidad por personas con discapacidad.

Con un humor ácido y muy directo –y que, a la vez, busca quitar el mote de “tabú” a asuntos relacionados a la discapacidad-, la serie se convirtió en un gran éxito en la plataforma de streaming.

“Es una comedia que presenta la temática de discapacidad y de diversidad a través de diferentes situaciones que vive una persona con discapacidad en el día a día. Creo que refleja a la persona con discapacidad desde lo social, lo laboral, lo afectivo. Pero es eso, es una comedia”, destaca el alvearense Joselo Beccaria Velasco sobre la serie de Netflix.

Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria
Rompiendo barreras: Joselo, el mendocino que vive la vida, canta, da charlas motivacionales y disfruta de los deportes. Foto: Gentileza Jose Luis Beccaria

En ese sentido, valora la posibilidad de que la serie actúe como disparadora y permita un mayor compromiso de la sociedad y un mayor espacio de participación activa de las personas con discapacidad. “Todo lo que se haga desde el reconocimiento de derecho en post del bienestar para el colectivo, bienvenido sea”, sostiene.

Beccaria Velasco resalta, además, que “División Palermo” haga mucho hincapié en los derechos individuales y colectivos.

“La serie puso sobre la mesa, a través del humor, la temática de la diversidad, discapacidad y de las personas con discapacidad. Debe ser el primer paso para generar conciencia, empatía, compromiso, así como también para generar acciones que promuevan espacios de participación plena e integral en post de promover la autonomía, la independencia y el reconocimiento de derechos individuales y colectibos para llegar al bienestar común”, concluye.

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