La producción ganadera de Mendoza dio un gran paso hacia el crecimiento y desarrollo de la mano de varias entidades, con un proyecto biotecnológico para mejorar la base genética del ganado caprino de la región y aumentar la producción en contraestación. Así fue que nació el primer cabrito de raza criolla obtenido por semen criopreservado, según confirmó la Dirección de Ganadería.
El proyecto surgió del centro biotecnológico de reproducción de dicha cartera, en conjunto con alumnos de 6° año de la Escuela Técnica Galileo Vitali de La Paz, el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (Cofecyt), las universidades Nacional de Cuyo y Católica de Cuyo y los gobiernos de Mendoza, San Juan y San Luis.
Marcela Michaut, investigadora del Conicet y profesora en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCuyo, explicó que “este logro es uno de los objetivos del proyecto titulado Conformación del Clúster Caprino Región Cuyo”, mediante el cual se pretende “mejorar la base genética del ganado caprino de la región” a través de la inseminación artificial “con semen criopreservado y fresco de los mejores machos seleccionados”.
La profesional agregó que, “de esta manera, la biotecnología reproductiva permitirá aumentar la producción en contraestación, es decir, en tiempos cuando naturalmente no hay nacimientos”. “Es una manera de acortar los tiempos naturales en beneficio de mejorar y aumentar la producción caprina”, concluyó.
La iniciativa pretende aumentar la producción caprina de alrededor de 40 pequeños productores minifundistas huarpes de la zona, y así “lograr equilibrio entre los volúmenes de producción y la sustentabilidad del medio ambiente para mejorar sus condiciones de vida”, destacaron autoridades.
Es así que los beneficiarios de Mendoza serían unos 15 productores distribuidos en una amplia zona denominada El Retamo y El Forzudo; mientras que en San Luis alcanzaría a 10, abarcando el paraje La Tranca, en su mayoría integrantes de la comunidad huarpe. En San Juan, en tanto, serán son unos 15 productores de la localidad de Encón, donde también se encuentran integrantes de la comunidad huarpe Talquenca y Sawa.
Desde la organización informaron que el proyecto, cuya ejecución demandará 18 meses desde sus inicios hasta el final, tiene como fin principal analizar y seleccionar los mejores reproductores machos y hembras de la zona conocida como Las Trancas (siete meses), mejorar la base genética mediante técnicas de reproducción asistida (siete meses), evaluar el resultado de la intervención biotecnológica (cuatro meses) y transferir a los productores regionales el conocimiento generado.
Sobre los próximos objetivos del proyecto, Michaut comentó que “la intención es poner a punto la maduración in vitro de ovocitos caprinos con el fin de generar y criopreservar embriones de la cabra criolla”. Si eso se logra, “será muy importante no solo para mejorar y conservar la genética del ganado caprino sino también para sobreponerse a desastres. Así, la transferencia de embriones también es una forma de acortar los tiempos naturales en beneficio de preservar la producción de la cabra criolla”, concluyó.