En su desesperación por conseguir atención médica para su hija Briana de 6 años, Eugenia Torres descubrió que en el hospital público de Embarcación, Salta, los turnos se vendían por $1.500 en la puerta del establecimiento.
La demanda de atención médica de los barrios y comunidades indígenas de la zona superaba ampliamente la cantidad de turnos que el hospital ofrecía cada día, y muchos no lograban conseguir uno.
Fue entonces cuando surgió el negocio de los “coleros”, personas por $1500 hacían la fila la noche anterior y conseguían los turnos para otros vecinos. Esta irregularidad provocó un retraso trágico en la atención médica que Briana necesitaba.
El pediatra la atendió recién cuando se descompensó en la sala de espera donde estaba “cianótica y en estado comatoso”. La niña, de la comunidad wichi, había ido a la guardia cuatro días antes, pero solo logró conseguir un turno para el jueves.
Murió ese mismo día en la sala de espera. A pesar de que el hospital sabía que los turnos se estaban comercializando desde mediados de febrero, recién cambió el sistema de otorgamiento de turnos después del trágico suceso.
“Briana era una niña sana, tenía todas las vacunas”, contó su tío, Mirco Neuenschwander a La Nación. “Su certificado de defunción dice que falleció por una posible meningitis. Aunque al principio dijeron que le habían hecho una punción post mortem, no queda claro que se la hayan hecho. Por eso, y por nuestros cuestionamientos, a los pocos días empezaron a decir que había muerto de neumonía. Pero nunca le hicieron una placa”, explicó Mirco, quien es secretario de la comisión directiva wichi de Misión La Loma.
Orán Rivadavia y Misión La Loma, que se encuentra a 270 kilómetros de la ciudad de Salta, contemplan la región en el que en 2020 se declaró emergencia sociosanitaria por la muerte por desnutrición de varios niños wichis.
La subsecretaria de Medicina Social provincial, Grabriela Dorigato, fue consultada por el caso y dijo que: “Lo que nos dice el gerente del hospital es que, lamentablemente, las quejas nunca se formalizaron. En la capital de la provincia tenemos turnero telefónico y estamos pensando en extenderlo a toda la provincia”.
Según Dorigato, tras la muerte de la pequeña, la familia se negó a que le realizaran una autopsia, pero fue desmentido por el tío de Briana: “Nosotros pedimos la autopsia. Porque lo que suele pasar en estos casos de muertes dudosas, es que terminan echándole la culpa a la familia. Pero no había forense para hacerla”.
La familia de la nena de 6 años denunció públicamente la venta de turnos en el hospital y las irregularidades que se cometieron con Briana y esperan reunirse con el ministro de Salud en los próximos días: “Queremos denunciar lo que pasó para que no haya más casos como el de Briana”.
