Murió a los 87 años el filósofo y antropólogo francés, Marc Augé. Una de sus contribuciones más valiosas fue el concepto de los “no lugares”, aquellos espacios en los que el ciudadano contemporáneo cada vez pasa más tiempo y en el que pese a su circulación masiva muchos perciben una desconocida soledad.
Murió en Poitiers, ciudad que lo vio nacer, aunque vivió el resto de su vida en París. Se formó como doctor en Letras y Ciencias Humanas y contribuyó tanto al desarrollo de disciplinas africanistas como a la elaboración de una antropología de los mundos contemporáneos, con el foco en la vida cotidiana y la modernidad.
Además, fue director de la renombrada institución École des Hautes Études en Sciences Sociales de París (Ehess). Como etnólogo, dejó un legado de obras como “Las pequeñas alegrías” o “Tiempo sin edad. La vejez no existe”.
Augé reflexionó sobre la confianza, el poder de las imágenes y sobre la creatividad de imaginar otros mundos posibles. En ese sentido, escribió “Confiar en uno mismo, confiar en el otro, confiar en el futuro”, “El poder de las imágenes”, “Otro mundo es posible”, “Entonces, ¿quién es el otro?” y “Compartiendo la condición humana. Un manual para nuestro presente”.
En 2012 estuvo en Buenos Aires para dar una charla en el Centro Cultural Borges y presentar su libro “Futuro”, informó Télam.
Regresó en 2016 cuando fue invitado por el Sistema Federal de Medios de la Nación y el Centro Franco Argentino para participar con dos ponencias en La Noche de la Filosofía que tuvo lugar en Centro Cultural Kirchner.
En esa visita por el país, también presentó otra charla en la Alianza Francesa sobre sus últimos libros publicados: “El antropólogo y el mundo global” y “¿Qué pasó con la confianza en el futuro?”.
Para el intelectual francés, “el Espacio y el Tiempo son las dos dimensiones simbólicas necesarias para pensar la vida humana”.
En una entrevista con Clarín en 2012, señaló: “Pero hoy hay muchos tiempos-muertos: los desempleos y los contratos de breve duración son algunas de las muchas formas del tiempo muerto. Lo interesante es buscar a los Amos del Tiempo Muerto. Quien canta ‘Tiempo Muerto’, quien decide el desempleo o los contratos, distribuye las clases sociales”.
Entre sus libros se encuentran “El viajero subterráneo: un etnólogo en el metro” (1986), “Las formas del olvido” (1998), “El viajero subterráneo veinte años después”(2008), “Los no lugares. Espacios del anonimato. Antropología de la Sobremodernidad” (1993), “El tiempo en ruinas” (2003), “Por una antropología de la movilidad” (2007), “La comunidad ilusoria, Elogio de la bicicleta” (2009) y “El viaje imposible: el turismo y sus imágenes” (2009).