En consonancia con lo ocurrido en otros puntos del país, cientos de familias mendocinas participaron ayer de la marcha para oponerse al proyecto de legalización del aborto.
Una larga fila de autos dividida en dos arterias dentro del parque San Martín fue la postal de lo que se desataría más tarde: una nutrida caravana de familias marchando –en sus autos- en contra del proyecto de ley para la interrupción del embarazo que impulsa el presidente Alberto Fernández.
Desde los Caballitos de Marly hacia la rotonda de Monseñor Orzali y también hacia la cancha de Independiente Rivadavia, fueron miles los que se convocaron con carteles alusivos. Desde el “Salvemos las dos vidas” hasta algunos mucho más efusivos en sus proclamas, quienes participaron del carvanazo dejaron en claro su postura elevando sus pañuelos celestes en la tarde del calor mendocino.
“Estamos muy sorprendidos por la convocatoria. Nosotros tenemos la postura contraria a lo que Alberto Fernández presentó en el Congreso. Estamos a favor de los derechos del niño y de las mujeres”, dijo Milagros Bitti una de las organizadoras perteneciente al grupo Unidad Provida y Frente Joven.
Bitti manifestó que se oponen a la interrupción del embarazo de 14 semanas, a que el proyecto no permite la objeción de conciencia y además señaló que este no es el contexto apropiado para tratar la ley. “Quieren tapar otras cuestiones con este tema. Nosotros estamos a favor de las dos vidas; es el mensaje que le queremos dar a la sociedad”, enfatizó la organizadora del caravanazo.
Unidad celeste
La iniciativa fue acompañada por Iglesias Evangélicas Unidas y la Arquidiócesis de Mendoza. De todas formas, también participaron personas sin afiliación religiosa o política. Desde Unidad Provida Mendoza, red que reúne a más de 60 instituciones en la provincia, remarcaron el rechazo al proyecto de aborto legal porque “niega la humanidad de la persona en el vientre y su derecho a vivir” y pidieron políticas superadoras que incluyan a madre e hijo.
“Es importante la caravana para dar a conocer la voz del pueblo, que protege, defiende y cuida las dos vidas. Hagamos escuchar a quienes no tienen voz”, sostuvo su coordinadora María Paula Croatto.
En el Parque, previo al arranque del grupo, la música, las bengalas y los carteles alusivos estuvieron a la orden del día. También aquellas personas que se desplazaron para seguir el recorrido que inició en el pulmón verde, siguió por calle Emilio Civit hasta Casa de Gobierno, se dirigió hasta calle San Martín y culminó en los portones del Parque.
“Nosotras estamos acá porque amamos a Dios y a la vida. Está en su palabra que hay que cuidar la vida. Defenderla. También estamos acá por todas aquellas mujeres que quieren tener hijos y no pueden tenerlos. Esto es una emoción muy grande. Vemos verde y nos da rabia porque no se dan cuenta de que matan a un ser que tiene un propósito”, contaron Natalia Alaino y Graciela Duffau, quienes vinieron en representación de la iglesia del pastor Juan Carlos Rojas de Tabernáculo de la Fe.
El Presidente envió el pasado 18 de noviembre al Congreso dos proyectos de ley para la legalización del aborto, con el objetivo de que sea debatido y sancionado en el período de sesiones extraordinarias que arrancará el 1 de diciembre.
El primero de los proyectos legaliza la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y garantiza que el sistema de salud permita su realización en condiciones sanitarias que aseguren la salud y la vida de la mujer. El segundo, instituye el Programa de los Mil Días con el objetivo de fortalecer la atención integral de la salud de la mujer durante el embarazo y de sus hijos en los primeros años de vida.
“Estamos a favor de la vida. Hay que prevenirse para no llegar al aborto. Y aprender a cuidarse. No hay que matar vidas. La prioridad debe ser el inocente, porque no sabés a quién matás”, opinó Rosa Lomardozzi de Costa de Araujo, Lavalle. “Si hubo un embarazo por accidente, que lo den en adopción”, finalizó la mujer.
Veteranos de Malvinas, presentes
En la explanada de Casa de Gobierno hubo animadores, batucada y hasta se sumó “Spiderman”. Junto arengaron a quienes pasaban con la caravana celeste. Pero también se presentaron algunos veteranos de Malvinas, nucleados en Acuvema, que mostraron su apoyo. “La mayoría de los veteranos estamos a favor de las dos vidas. No creemos que haya que desaparecer a nadie”, dijo el ex combatiente Jorge Navarrete.
La Casa de Gobierno, por calle Virgen del Carmen de Cuyo, fue vallada y custodiada por algunos efectivos policiales, quienes afortunadamente no tuvieron que intervenir ya que todo se desarrolló con absoluta calma.
Entre bocinazos continuos, locutores que buscaron la opinión de los conductores de los vehículos y cientos de banderas al viento, el ex combatiente continuó: “Apoyamos los valores y a que la gente pueda discernir amor y sus principios morales”, indicó el veterano Navarrete.