El lunes, un ejemplar de yarará mordió a una niña de 6 años mientras se encontraba en su casa. Afortunadamente, la menor fue asistida a tiempo y ya se recupera. El episodio sucedió en una vivienda del barrio La Angostura, en la zona de El Challao. La niña llegaba a su casa con su mamá, cuando la víbora la atacó en el pie.
“Esta gente no está en una zona urbana sino periurbana tirando a rural, en el piedemonte con terrenos aledaños sin urbanizar, entonces van a seguir teniendo estos animales por más que limpien”, explicó la veterinaria y titular de Fundación Cullunche Jennifer Ibarra. Por otro lado, agregó que las yararás bajan buscando ratoncitos para comer ya que son termosensibles.
“Buscan su presa de sangre caliente y por eso buscan ratitas en la basura. Se puede considerar fauna periurbana y no atacan, la niña ha pasado, la yarará se asustó y la mordió. Pero ninguno viene a buscarte para morderte. No van a gastar su veneno en una presa grande que saben que no se van a poder comer”, graficó la especialista.
En Mendoza hay 3 tipos de Yarará: la de la cruz, la de cola blanca y la ñata. La primera puede medir hasta 1.50 m, la segunda en torno a los 60 cm y la restante puede alcanzar el metro.
Otros peligros
En tanto, también hay presencia de serpiente coral (que es difícil que muerda por el tamaño de su boca pequeña), y otros animales peligrosos de interés médico tales como los escorpiones o alacranes y las arañas viuda negra y la loxosceles. “Son los que pueden poner en peligro (la salud) de una persona. Y de los alacranes solo los tityus trivittatus. No obstante hay que tener en cuenta que si sos alérgico cualquier picadura te va a mandar al hospital”, dijo Ibarra
Otro punto a tener en cuenta es que las mordeduras ocurren generalmente cuando la gente va caminando por estas zonas y al no verlas les pega con el pie o las pisa. Esto determina que la mayor cantidad de mordidas se produzcan en las piernas. En el caso de los montañistas que escalan puede suceder que les muerdan una mano o brazo cuando se toman de algún intersticio de la montaña.
En particular, las del tipo yarará son las serpientes que protagonizan más mordidas a personas en la provincia y también en el país. Aquí hay entre 3 y 7 hechos por año, según informaron desde el Departamento de Zoonosis y Vectores. Señalaron que no suelen ser casos fatales y que hace años que no se da una muerte por esta causa. Según datos del Programa Nacional de Ofidismo, se registran alrededor de 850 casos anuales en el país. Un informe del organismo detalla que 25% de las notificaciones corresponden a envenenamientos en adolescentes (11 a 20 años) con predominio del sexo masculino (mayor al 66%). El 70% de las mordeduras se localizan por debajo de la rodilla.
En el campo y en los cerros
Estos animales tienen presencia en toda la provincia pero que se concentran en zonas del piedemonte, montaña y rural. Con mucha presencia en departamentos como La Paz, Santa Rosa, Lavalle y General Alvear. Pueden marcarse como sitios de cuidado Potrerillos, Villavicencio, Cerro Arco, Cacheuta, Uspallata, entre otros por ser muy visitados. También hubo casos en Tunuyán y San Rafael. Además, estos animales no suelen atacar sino que están quietos y se confunden con el entorno ya que tienen el color del suelo, la tierra o las rocas como un mecanismo de defensa.
Ibarra indicó que hay que mantener la limpieza y el orden en la casa, no tener basura para no tener roedores que atraigan a estos animales venenosos. “Siempre desde Cullunche decimos que no los maten y que los lleven a otros lugares, o que les saquen fotos y nos consulten para que se pueda decir si es peligroso o no”. Añadió que si bien mucha gente primero mata al animal, lo ideal es no hacerlo y por ello resaltó la importancia de estar informado. “Es entendible pero mientras más se sabe menor daño”, agregó.
Escasa producción de antídotos
El director del hospital Lencinas, Marcelo Barcenilla, reconoció en su momento que faltan tanto antídotos para picaduras tanto de ofidios como de araña. Explicó que estos antídotos se producen en el Instituto Malbrán y que desde allí se dota a todo el país. Para fabricarlos se extrae el veneno de los mismos ofidios y arañas.
En caso de un accidente por mordedura de víbora hay que asistir a cualquier centro hospitalario. Sergio Saracco, Jefe de Departamento Toxicología del Ministerio de Salud indicó qué es lo primero que hay que hacer para recibir la primera atención.
“Se hace una evaluación primero, la cobertura del tratamiento general y un control de laboratorio. Luego se deriva al centro anti ponzoña, donde están los sueros antofídicos. El antibotrópico que es para yayará; el anticrotálico, para cascabel y el antiapídico, para coral”. Dijo que para este último caso solo ha habido 3 eventos en la historia de Mendoza.
Ante estos casos se debe acudir al hospital Lencinas para mayores de 14, al Notti para menores; al Perrupato en la zona Este; al Scaravelli en el Valle de Uco y en el sur, al Schestakov . También hay dosis de tratamiento en Alvear y Malargûe. Saracco indicó: “Se puede aplicar en las primeras 6 horas del incidente por lo que hay que tener es tranquilidad”.
Un paseo con ropa y calzado adecuado
Hábitos nocturnos
Cuando se sale de paseo a zonas rurales, piedemonte o montaña, se debe usar pantalones de tela dura como gabardina o lona y botas. Las personas mordidas deben recibir atención médica cuanto antes.
Estas serpientes son de hábitos terrestres y nocturnos, sin embargo las mordidas suelen producirse en el día cuando alguna persona les resulta una amenaza
El único tratamiento para todas las especies es la aplicación de suero antiveneno específico. El lugar especializado para la atención en Mendoza es el hospital Lencinas (Talcahuano 2194, Godoy Cruz). También se puede consultar a Fundación Cullunche al WhatsApp 2613471077