Once monjas pertenecientes al monasterio de Diadema, en Comodoro Rivadavia, dieron positivo al Covid-19, aunque desconocen cómo se contagiaron debido a la estricta vida de clausura que llevan hace años.
De un total de 13 integrantes, 11 carmelitas descalzas del monasterio San José de Diadema, ubicado a unos 30 km del centro de la ciudad chubutense, se contagiaron de coronavirus.
“Parece que el covid no respeta ni las clausuras, se contagiaron prácticamente todas”, lamentó el obispo Joaquín Gimeno Lahoz.
“Ya hace varios días que están aisladas. Gracias a Dios ya están saliendo del aislamiento obligatorio y han respetado las medidas sanitarias e incluso las dos que no tenían Covid-19 fueron separadas del resto para no contagiarse”, explicó la autoridad católica al ser consultado por el medio local Crónica.
Respecto de cómo pudieron haberse contagiado las monjas, Lahoz reiteró que “no sabemos bien dónde podrían haberse contagiado y este bichito no respeta nada, ni nadie y ha podido ser de muchas formas. A lo mejor se dio por alguno de los alimentos que les llevan o alguna de ellas pudo salir al médico o a hacerse algún estudio, pero lo cierto es que se contagiaron y ahora están tratando de pasar esta pandemia”, dijo días atrás.
El obispo pidió por la salud de las monjas y señaló que “esperamos que las carmelitas de Diadema Argentina salgan adelante y que la actividad en las iglesias continúe”.
El hombre aclaró que las hermanas ya han pasado lo que se llama el pico de la enfermedad.
Cómo viven las monjas de Diadema
Las carmelitas residen en el barrio Central de Diadema, en un predio de aproximadamente una cuadra rodeado de paredones altísimos que no dejan ver nada de lo que allí adentro transcurre. La construcción es antigua.
Un “torno” separa física y visualmente una especie de ventana giratoria por donde se comunican quienes visitan a las hermanas y les llevan alimentos o materia prima que luego se transforman en sus manos. También es el lugar donde las personas hablan con ellas, comparten alguna situación o piden estar en sus oraciones.
Dentro de la división de tareas y trabajos que realizan se encuentra la fábrica de velas, yeso y hostias. Las Carmelitas Descalzas producen las hostias para las parroquias de toda la Patagonia. El trabajo es semanal: comienza el lunes y el jueves embolsan unos 10 paquetes para iniciar la distribución.