Mercedes Carrión es una sobreviviente. Una cabal exponente de resiliencia y superación.
“Cuando Camila murió sentí que me quemaba”, graficó, en diálogo con Los Andes, al evocar aquel 26 de enero de 2010 cuando su única hija, que tenía siete años, no pudo superar un cáncer.
Sin embargo, cuando pudo ponerse de pie, sintió que mirando hacia el costado no iba a resolver la situación de muchísimos niños que luchaban al igual que Camila en el Hospital Dr. Humberto Notti.
Y así decidió fundar la asociación sin fines de lucro Tras-Pasar, que trabaja en la lucha contra el cáncer infantil y que necesita voluntarios para sumarse a su proyecto. Como si fuera poco, fue recientemente ternada al premio Raíces, que reconoce a los mendocinos destacados por su labor solidaria.
Bajo el lema “Tenemos la certeza absoluta de que el amor traspasa”, Mercedes, que tiene 40 años y es empleada administrativa, recordó a Los Andes que hace 11 años camina los pasillos del Notti sumando historias difíciles.
“Desde que fundé la asociación siento que vamos por buen camino y que seguiremos luchando cada día para que nuestros niños y sus familias puedan transitar estar enfermedad sabiendo que no están solos”, reflexionó.
“Cuando uno conoce esta realidad es imposible mirar para el otro lado. La decisión no solo fue quedarme con lo vivido sino transformar dolor en amor”, reiteró.
“El mensaje es honrar la vida de Camila y de cada uno de los que no tuvieron la oportunidad de vivir. Y la mejor manera de vivirla es poner la mía a disposición de otros”, recalcó.
La gestión y la ayuda concreta
Tras-Pasar es una entidad que trabaja a pulmón dedicada a brindar apoyo y contención a familias y niños que llevan a cabo tratamientos oncológicos.
Si bien el área de trabajo es el Hospital Dr. Humberto Notti, debido a que se trata del principal centro oncológico de la región de Cuyo, su ámbito trasciende a toda la sociedad brindando soluciones puntuales a las familias, procurando beneficios y recursos y gestionando distintas ayudas a los padres que encuentran obstáculos.
Para posibilitarlo, se brinda apoyo económico que se materializa de distintas maneras, como la compra de medicación; traslados; instalación de televisores y de wifi en espacios donde se realiza la quimioterapia; ambientación de salas de espera y refacción de viviendas para que los niños tengan mejor calidad de vida.
También se apoya la nutrición de los niños enfermos así como la gestión de la vianda para sus padres y, actualmente, se procura adquirir camas para que los familiares descansen mientras acompañan a sus hijos.
Además, la asociación brinda contención emocional, algo clave para la recuperación.
“Mi hija también enfrentó todo esto en el hospital y cuando ella partió entendí que esos chicos iban a seguir allí, que yo debía apuntalar, acompañar”, rememoró.
En definitiva, resaltó, se puso en acción y hoy, cada segundo libre del día lo vuelca en esta loable iniciativa.
El trabajo que se realiza es voluntario y por eso invitó a quienes deseen sumarse a esta lucha.
“La labor de cada una de las personas que integran este proyecto contribuye a lograr grandes soluciones. Hoy trabajamos desde una habitación, por eso uno de nuestros sueños es contar algún día con la sede propia”, dijo la mujer.
Voluntarios
Quienes deseen conocer más detalles pueden acceder al Facebook e Instagram como Asociación Traspasar o contactarse al teléfono de Mercedes Carrión, 261 3643707.