La escasez de enfermeros ha sido una preocupación de años para los sistemas de salud. Argentina ha presentado una baja tasa sobre la que se ha advertido mucho mientras que organizaciones internacionales siguen generando llamados sobre la necesidad de formar más personas en este sector crítico para garantizar una buena atención de la salud de las personas en todos los niveles.
Pero en la actualidad se ha logrado que haya más interesados en estudiar estas carreras, se ha logrado mejor egreso y por ende más profesionalización. No solo eso, Mendoza aparece muy bien posicionada en este sentido en el concierto de las provincias y lidera la región.
Según un informe del Observatorio Federal de Recursos Humanos de Salud (Oferhus), publicado por el Ministerio de Salud de la Nación en 2021, Cuyo es la región que presenta mayor porcentaje de técnicos y licenciados en el país: 77% del total de quienes tienen esa formación son profesionales. Es seguida por el centro del país (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe) que tiene 70,8% y por la Patagonia con 67.6%.
Mendoza tenía en ese último informe una tasa de 3,86 enfermeros por cada 1.000 habitantes. Esto la posiciona 0,50 puntos por encima de la media nacional, que era de 3,36.
Pueden dividirse en tres los niveles de formación en el sector: auxiliares, técnicos y licenciados, los primeros están en descenso los últimos años y casi no hay en Mendoza, según aseguran.
Allí se expresa que dentro de la región, Mendoza tiene un alto grado de profesionalización, un objetivo pedido por organismos internacionales. Mendoza tiene más del triple de técnicos que San Juan y más del séxtuple que San Luis. También el triple de licenciados que la primera y más de 15 veces lo que tiene San Luis.
En tanto, de acuerdo a los datos oficiales del Ministerio de Salud local, Mendoza tiene en el sector público más enfermeros que el promedio que tiene el país por cantidad de habitantes.
La recomendación internacional es que haya 4 a 5 enfermeros cada 1.000 habitantes o 40.000 cada 10.000, Mendoza está cerca aunque aún por debajo. También puede medirse en relación con la cantidad de médicos o de camas.
Tanto en el Ministerio de Salud, como en el sector de los enfermeros como en el Hospital Central, donde se consultó, dijeron que la cantidad de enfermeros es suficiente. Sin embargo, persisten ciertas problemáticas, como alta concentración territorial, mala distribución al interior del sistema, pluriempleo, y demanda de formación específica. Asimismo, para la presidenta de la Asociación Profesional de Enfermería Mendoza (Aprem), Yolanda Pozzo, haría falta más recurso para fortalecer atención primaria, para ciertos grupos de la población y hacer más prevención.
Otro dato a tener en cuenta es que se trata de una actividad con alto grado de feminización. “Las mujeres presentan un claro predominio por sobre los varones en la actividad (80% y 20% respectivamente); aunque también existe una tendencia gradual a la incorporación de estos en los niveles de calificación más altos”, destaca el Observatorio.
Mejoras
Rodolfo Montero, Ministro de Salud de Mendoza apeló a los números para mostrar que la provincia tiene una buena tasa en relación a los estándares para la región. Mencionó que según la OMS se requieren alrededor de 40 a 45 enfermeros por cada 10.000 habitantes y que es necesario contar con 1 enfermero cada 2 o 4 camas, dependiendo la criticidad que demande el servicio. En ese rango, dijo que Mendoza tiene un promedio general de 1 enfermero cada 3 o 4 camas.
“La Argentina, en este sentido, tiene 54 enfermeros cada 10.000 habitantes, es decir supera el promedio que recomienda la OMS y Mendoza cuenta con 60 enfermeros cada 10.000 habitantes en el sector público”, expresó.
“Argentina en términos generales presenta una buena situación en cantidad de profesionales en relación a la población que atienden; no hay un déficit de enfermeros teniendo en cuenta los indicadores y datos generales recomendados por organismos internacionales y en comparación con estadísticas a nivel mundial”, afirmó.
En tanto, Pozzo mencionó que hay alrededor de 5.000 enfermeros que trabajan en la provincia en el ámbito estatal. Lo cierto es que los datos “frescos” sobre el sector no abundan: ni la entidad ni el ministerio, ni el sector privado pudieron ofrecer datos actualizados y amplios que incluyeran la totalidad de la provincia.
Pero Pozzo destacó que se está cumpliendo con los estándares internacionales en tanto en la actualidad dijo que prácticamente no hay auxiliares en Mendoza: esto es que el 40% sean licenciados en Enfermería y el 60% enfermeros profesionales y universitarios. “Esa es la titulación que nosotros tenemos”, subrayó.
En tanto, según el Observatorio, las/os trabajadoras/es de Enfermería contabilizan un total de 234.527 en el país y su relación con la población representa 52,19 del personal de enfermería cada 10.000 habitantes, contabilizando los tres niveles de formación. Aclara que si se consideran enfermeras/os y licenciadas/os, la tasa desciende a 35,57 cada 10.000 habitantes.
Sobre el total en 2019, 31,85% eran auxiliares, 51,91% son técnicos y licenciados 16,24%
Entre 2013 y 2016, la cantidad de licenciados se incrementó 50% y la de técnicos 40%. En tanto los auxiliares han descendido desde 2013, en torno a 7% cada tres años.
“El 68% de los/os enfermeras/os posee calificación profesional, mejorando la situación del 2016 donde la enfermería profesional representaba un 58,4%”, afirma el informe.
La dispar distribución, resalta, también se observa entre las provincias: sólo 11 jurisdicciones se encuentran por encima de la media nacional. De las 13 provincias restantes, más de la mitad corresponden a las regiones del NEA y NOA y presentan una situación más crítica.
Mendoza se encuentra en el centro de la tabla, entre las jurisdicciones que superan la media nacional.
Cabe señalar que en marzo de 2023 un informe del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) llamó la atención sobre la escasez mundial de enfermeras y apuntó que debe tratarse como una emergencia de salud pública de importancia internacional.
El informe indica que el estrés, el agotamiento, las ausencias del trabajo y las huelgas de la fuerza laboral de enfermería son síntomas de la peligrosidad del estado actual de la atención de salud y hay que abordarlos urgentemente para que las enfermeras puedan asumir correctamente su papel central en la recuperación de los sistemas sanitarios a nivel global.
“Reducir el déficit de profesionales de enfermería es fundamental para responder mejor a la próxima pandemia”, afirmó la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el año pasado. En ese marcó solicitó mayores inversiones para cerrar la brecha y contar con el personal necesario para responder mejor a la próxima emergencia de salud. Lo hizo al señalar que en la región de las Américas se necesitan entre 600 mil y 2 millones de profesionales de salud más, incluido el personal de enfermería, para cubrir las necesidades de atención, promoción y prevención de la salud de toda la población.
Detalló que de acuerdo con estimaciones recientes, en los países de América Latina y el Caribe hay en promedio 44,3 profesionales de enfermería por cada 10.000 habitantes, una cifra inferior a la estimada de 70,6 por cada 10.000 que se necesitaría para cumplir con la meta de acceso y cobertura universal de salud de las Naciones Unidas en 2030.
Más profesionales
Lo cierto es que hasta hace unos años generaba alerta la escasez de enfermeros en el país y por eso se ha buscado revertirlo.
“En la Argentina hay más médicos que enfermeros, y eso, la verdad que es una alerta, por eso han habido varios programas”, dijo Pozzo. Mencionó el Pronafe, Programa Nacional de Formación de Enfermería, que otorga equipamiento y recursos a los estudiantes de enfermería para garantizar el egreso y dijo que ha dado muy buenos resultados.
También hizo referencia a la Ley de Formación de Enfermería, aprobada el año pasado. Dijo que apunta a que en la Argentina se superen los 50.000 egresados de enfermería en 2030, para garantizar, de alguna forma, la salud pública. En este sentido dijo que esto porque la Organización Mundial de la Salud establece que es el recurso humano más crítico, “porque es el termómetro del sistema de salud, nuestro rol fundamental es el cuidado de la población que tenemos a cargo, desde el nacimiento hasta la muerte”, subrayó.
A esto sumó que muchos más jóvenes están eligiendo esta formación. Destacó que como consecuencia se cuenta con recurso nuevo y joven que además tiene la oportunidad de seguir capacitándose en cuestiones innovadoras.
Problemas y desafíos
La especialidad afronta diversas problemáticas. Por un lado, la distribución geográfica. Hay una mayor concentración en zonas urbanas y hospitales, lo que deja desprovistas a zonas más alejadas y rurales. Esta disparidad en la distribución del recurso también se observa en el país. Sobre la distribución dispar dentro del sistema también se enfocó la enfermera. “Nosotros necesitamos la mejor capacitación para las áreas más críticas, donde nos requiere la población”, y dentro de ellas incluyó tener profesionales de alta formación en atención primaria. “Uno de los problemas que tenemos en Mendoza es en nuestros centros de salud, tenemos en algunos lugares un solo enfermero por centro de salud, la dotación de enfermería para la atención primaria siempre es baja”
Señaló que Mendoza ha crecido en población y se ha expandido en territorio la zona urbana, sin embargo destacó que no ha crecido la cantidad de hospitales. “La demanda ha aumentado pero el personal sigue siendo el mismo, entonces terminás saturando al sistema, por eso para hacerte una cirugía estás de 30 a 90 días esperando un turno, se genera como un cuello de botella donde el personal es muy finito”, resaltó.
Otro desafío se relaciona con el cambio demográfico. Para Pozzo, pese a las mejoras están faltando enfermeros en la provincia. Se refirió a que ha cambiado la pirámide poblacional y hay una baja de la natalidad pero hay cada vez más adultos mayores que requieren cuidados especializados y para eso hacen falta más enfermeros aunque dijo que no son suficientes los formados en esa especialidad.
Asimismo, dijo que también hay más jóvenes en edad laboral que no cumplen con todos los requerimientos en cuanto a los controles que deberían hacerse de manera preventiva, justamente un aspecto al que también se abocan.
“Nuestro pilar fundamental es la promoción y prevención de salud; si nosotros trabajamos más en eso menos personas llegarían enfermas a los hospitales, a una terapia intensiva o morirían por causas prevenibles”, consideró.
Pero además, se advierte que muchos deben tener más de un empleo, tal cual aceptó la referente, ya que, como los médicos, también se ven afectados por salarios insuficientes. Justamente el pluriempleo es uno de los aspectos que también se advierte a nivel nacional.
