Mendoza tuvo buena cosecha y trajo 3 de 8 premios entregados a trabajos realizados sobre seguridad del paciente y calidad de la atención.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) distinguió estos trabajos sobre 79 presentados sobre esta temática en el marco del 1° Congreso Federal de Calidad y Seguridad de la Atención Sanitaria. El evento fue organizado por el Ministerio de Salud de la Nación y la mencionada entidad internacional y se realizó entre el 13 y el 15 de setiembre. Se llevó adelante en la Academia Nacional de Medicina, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los trabajos reconocidos a nivel local fueron presentados por dos entidades públicas y una privada. Por un lado, el hospital Perrupato, por otro la Dirección de Epidemiología que trabajó con 9 hospitales de la provincia y finalmente, el tercero fue para el Hospital Privado.
Fueron los mejores luego de una preselección en la que fueron elegidos 16 de los 79, luego de lo cual fueron reconocidos 8 en todo el país, segun detallaron en el Minsiterio de Salud.
Además de la categoría “Buenas Prácticas en seguridad de la atención sanitaria” de la que participaron hubo otra de “Trabajos Científicos vinculados a calidad y seguridad de la atención sanitaria”.
Para el primer caso se invitó a presentar los proyectos e iniciativas implementadas que hayan demostrado impacto positivo en la seguridad de pacientes. Y efectivamente, quienes llevaron adelante estas iniciativas en Mendoza coincidieron en que los resultados estuvieron a la vista, se logró una mejora en la atención, mejor evolución de los pacientes y más garantías de seguridad en los procedimientos. En definitiva, recalcan que todo redunda en una mejor calidad de la atención brindada y que se trata de trabajar en conjunto, de generar una alianza con los pacientes.
La Organización Mundial de la Salud define que la seguridad del paciente es la ausencia de daños prevenibles en los pacientes y la reducción hasta un mínimo aceptable del riesgo de causarles innecesariamente daños al atenderlos. En el contexto asistencial más amplio, consiste en un conjunto de actividades organizadas que permiten establecer procesos, sistemas de valores, procedimientos, comportamientos, tecnologías y entornos de atención con los que reducir los riesgos de forma constante y sostenible, prevenir la aparición de daños evitables, reducir la probabilidad de causarlos y mitigar sus efectos cuando se producen. En este sentido, hay parámetros que son internacionales.
Los logros
Al informarles del reconocimiento se les destacó que los trabajos habían quedado entre los mejores de la convocatoria y por lo cual se les otorga la “Premiación del Comité Científico del Congreso”.
El hospital Perrupato, fue reconocido por una estrategia que apuntó a mejorar el seguimiento pre y post quirúrgico de los pacientes. Explicaron que hay una “check list” obligatoria que se debe hacer durante la intervención, es decir aspectos que deben constatarse y consignarse durante el procedimiento. Lo que hicieron allí fue implementar una “check list” a través de la cual se suma un seguimiento previo y posterior, sobre las condiciones adecuadas del paciente para la intervención y la condiciones en las que sale de esta.
“Es una estrategia multimodal en la que en una lista de cotejo se anotan varias cosas que deben chequearse antes de que el paciente entre al quirófano y al salir, se hace en enfermería”, explicó Adriana Arboit, responsable del área de Procesos, Calidad y Seguridad del paciente del efector.
Contempla entre otras cosas que el paciente tenga el baño prequirúrgico, que tenga la medicación necesaria, la preparación correcta respecto de la cirugía que se le hará y cuando regresa se verifican signos vitales al salir del quirófano, que sea la cirugía correcta, en el lugar correcto, entre una amplia lista.
La evaluación se hace a partir de determinados objetivos de la check list que deben cumplirse y se evaluó el cumplimiento con indicadores que fueron mostrando una mejora. Entre otras cosas se benefició la comunicación entre los equipos y la adhesión a los objetivos, se ha podido ordenar mejor la información en una sola hoja y se evitan dudas y discusiones ya que se consigna el enfermero responsable del procedimiento .
Pero sobre todo, Arboit destacó que busca cumplir con estándares de calidad.
“Hace más de diez años que trabajamos en seguridad del paciente y somos uno de los hospitales que más trabajamos, durante 10 años certificamos calidad con normas ISO”, resaltó.
El Hospital Privado presentó el abordaje “Centrados en la experiencia del paciente en un Hospital especializado en la tercera edad”. El doctor Rodolfo Torres, gerente general explicó que la propuesta buscó mejorar la comunicación con el paciente y su familia, apuntando a explicar con claridad su situación y los cuidados que requería. Incluyo chequear que efectivamente se hubiese comprendido y un seguimiento posterior al alta durante 72 horas.
Se inició hace un año y se buscó involucrar más en la terapéutica al paciente y la familia. “Implicó un sistema de obtención de datos a través de un código QR y de manera on line podían decirnos qué les sucedía, qué entendían y que no y de ese modo generar acciones y que entendieran lo que debía hacer durante y después de la interacción”, detalló.
Así, se pasó de un 60% de las personas que comprendía su situación antes de la estrategia a 95% luego de su implementación. Torres destacó que se logró un impacto notoriamente positivo sin comprar cosas, solo con “cabeza”. Observaron además una mejor evolución de los pacientes, mejor adaptación y menos internaciones precoces. Además, mayor conformidad del personal respecto del trabajo que se realiza en el efector.
Estrategia amplia
" Identificación inequívoca del paciente: experiencia en la Provincia de Mendoza”, fue el trabajo presentado por la Dirección de Epidemiología. La doctora Andrea Falaschi, responsable del área explicó que esto hace referencia a lograr un método por el cual identificar adecuadamente a los pacientes internados a través de una pulsera que se coloca y que contiene sus datos. De este modo, se puede verificar en cualquier procedimiento que se le realice que efectivamente se trata del paciente correcto y así evitar errores.
“La buena identificación es una de las primeras prácticas de seguridad”, subrayó la funcionaria.
“El problema es que las personas entiendan que esa pulsera tiene una finalidad, por ejemplo puede haber personas con nombres y apellidos similares, incluso pueden estar internados en camas contiguas, entonces se mide la adherencia (que coincidan), hay varios indicadores”, refirió.
Explicó que se presentan diversos problemas en este tema y por eso han buscado atenuarlos. Por ejemplo, que las personas se las sacan y quedan en algún lugar como una mesa de luz y hay quienes plantean dudas sobre para qué sirve. Además agregó: “Hay quienes se enojan cuando le preguntan 20 veces el nombre porque no entienden porqué lo hacen pero se lo tienen que preguntar para constatar” que coincidan los datos ingresados con el individuo.
Señaló que desde abril de 2021 se empezó a trabajar con nueve hospitales, regionales y descentralizados: 7 públicos y dos de Osep (es decir, de la seguridad social). Así se incluyeron al Notti, Lagomaggiore, Schestakow, Central, Scaravelli, Paroissien, Perrupato, Fleming y Del Carmen, estos dos últimos de Osep.
Lo que se hizo fue establecer un sistema. “Son iniciativas que intentan evitar errores médicos, cuando las personas ingresan (para ser internados) se les da un brazalete, una pulsera que tiene un código de barra con el que se accede a la historia clínica”, detalló. Dijo que tiene el DNI, fecha de nacimiento y nombre.
“La novedad es que en la provincia se viene midiendo todas las semanas desde entonces y eso permite garantizar al paciente la práctica adecuada”, destacó.
Así, lo que han hecho es medir cuestiones como cuantos la tienen puesta, cuantos la tienen en el entorno, cuanto tienen el procedimiento de identificación hecho correctamente. Y en ese sentido dijo haber observado mejoras en la colocación de las pulseras, en la legibilidad (ya que primero se hacía con pulseras escritas a mano y luego con impresora), que las personas comprendieran para qué debían usar las pulseras.
Para Falaschi se ha premiado una iniciativa que ha existido en pocas provincias y tiene como virtud la medición que se ha hecho durante tres años y que ha involucrado a efectores públicos.