En los últimos 10 años, el uso de telefonía fija en Mendoza viene en “picada” de forma progresiva y todo indica que en pocos años asistamos a su inexorable funeral, al menos de la forma en que la conocimos. Es que, según el último informe del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), en 2024 sólo quedó la mitad de las líneas fijas que estaban activas en 2014.
Más precisamente, la caída en el consumo de telefonía fija en Mendoza fue de 47,77% en la última década, y la cifra se basa en indicadores aproximados que surgen del relevamiento a empresas prestadoras del servicio en la provincia.
Ahora bien, ¿cuál es el consumo real de las líneas fijas conectadas a una red de cobre y que insólitamente sobreviven en tiempos de conectividad mediante fibra óptica? Un dato clave sería conocer el tráfico de llamadas, es decir, la cantidad de minutos que utilizan los usuarios, pero esa información no está discriminada en el reporte del Enacom.
En este sentido, desde la Cámara Argentina de Internet (Cabase) señalan que el servicio todavía existe más por los “combos” promocionales y la llamada “paquetización” que ofrecen las grandes compañías, que por la necesidad real de los usuarios.
Qué dicen los usuarios y las empresas
Es cada vez más bajo el consumo real de los teléfonos fijos aún activos, según lo indican en voz baja empleados de algunas compañías telefónicas, además de empresas y particulares consultados por este diario.
Desde una importante empresa prestadora del servicio, un empleado que no reveló su identidad para resguardar su trabajo, aseguró: “Nadie, hoy por hoy, pide conectar una línea fija nueva en su casa o en su negocio. Es más, todo lo contrario. Piden darle de baja y a cambio se ofrece una bonificación o servicio gratuito por un tiempo y siempre como parte de un paquete”.
“En las zonas donde hay fibra óptica, que es internet, les cambiamos la tecnología de cobre al usuario porque quedó obsoleta. En las zonas que no tenemos fibra óptica se ofrece una tecnología llamada fvolte. De esa forma, el cliente mantiene la línea”, agregó otra empleada a cargo del sector Empresas, de una compañía telefónica.
Luis, trabajador independiente y prestador de un servicio de internet local, asegura que de toda su clientela solo un “1% me pide línea fija y suele ser el caso de una persona mayor que se siente más segura con los aparatos analógicos”. Luis asegura que las grandes compañías “ofrecen línea fija sólo como una estrategia de venta para dar otro servicio por el mismo precio, aunque no se use”.
De hecho, para muchas personas “mayores” el apego a la tecnología analógica es cada vez menor. Un ejemplo es Estela, una jubilada de Guaymallén que le dio de baja al servicio hace varios años. “Llamaban para venderme ofertas que no me interesaban o responder encuestas y encima las boletas me venían con montos cada vez más altos”, cuenta.
María Cristina, una médica jubilada de Las Heras, también decidió dar de baja su línea fija. “Yo hace tiempo que dejé el teléfono fijo. Llamaban por cualquier cosa con promociones de las empresas y el teléfono no paraba de sonar. Era una tortura. A veces cuando te quedas sin internet te sirve para una emergencia o si no tenés el celular cargado. Es cuestión de decidirlo. Yo no lo tengo”.
Por su parte, una empresa vitivinícola de Maipú, asegura que ese servicio prácticamente “no se usa ni para llamar ni para recibir llamadas e implica un costo fijo elevado e inútil”, por lo que pidieron la baja de todas sus líneas fijas. Pero la compañía telefónica ofreció mantenerlas de forma gratuita por algunos meses y la pyme aceptó hasta “nuevo aviso”.
La política como escenario de fondo
En diálogo con Los Andes, el consultor experto en Conectividad y Telecomunicaciones, Enrique Carrier, asegura que “no es una novedad” la fuerte caída en la telefonía fija con red de cobre, ya que -explica- se sustituyó ampliamente por la conectividad con fibra óptica. Incluso, el uso del teléfono fijo se mantuvo más tiempo del esperado en relación a otros países por razones más políticas que tecnológicas, asegura el experto.
“Durante muchos años la telefonía fija tuvo tarifas congeladas en Argentina por decisiones políticas. En un momento era ridículamente barato tener la línea fija, así que no incidía demasiado en los bolsillos mantenerla, además de una transición generacional, que también influyó. Pero cuando se terminó el congelamiento de tarifas en la telefonía fija y los precios se actualizaron, la gente empezó a dar de baja ese servicio”, analiza Carrier.
La Ley de Medios, sancionada en 2009, prohibió dar servicios audiovisuales a las empresas telefónicas para evitar oligopolios en el país. La ley se derogó luego, durante la presidencia de Mauricio Macri, y volvió a “despegar” la inversión de fibra óptica en todo el territorio nacional.
Años después, volvió a frenarse la expansión de las telecomunicaciones durante la gestión de Alberto Fernández, quien declaró a internet como “servicio público” y el Gobierno comenzó a regular el precio de esas tarifas. “Hubo muchos impedimentos políticos regulatorios en el país. Chile o Brasil, de hecho, fueron más rápido en su despliegue de fibra óptica”, señala Carrier.
El declive de la red de cobre ante la fibra óptica
Según el informe que publicó Enacom a mitad de 2024, así como cayó la red de cobre, la adhesión a telefonía móvil en Mendoza subió 80% en la última década. Según coinciden los técnicos prestadores de servicio consultados por Los Andes, la fibra óptica es más barata que el cobre porque requiere menos mantenimiento y tiene una mayor vida útil. Es que la fibra óptica es más resistente a cambios de temperatura e interferencias electromagnéticas.
La fibra óptica tampoco se degrada con el tiempo, por lo que no necesita ser reemplazada con la misma frecuencia que el cobre. Además, es más eficiente energéticamente y puede transmitir más datos sin sobrecargarse, por lo que es más rápida para descargar y transmitir contenido. Por otra parte, se evita el robo de cables y la pérdida de señal en zonas alejadas.
“El escenario a futuro es que sea todo fibra óptica, es decir, todo en una única red. Esa es la idea de la convergencia”, completa Carrier.
Internet satelital, en ascenso: “Había una demanda reprimida”
A la hora de hablar de nuevas tendencias, el consultor Enrique Carrier menciona al internet satelital, que llegó al país de la mano de Elon Musk con su empresa Starlink, porque promete llevar internet de alta velocidad prácticamente a cualquier lugar.
La nueva tecnología ofrece un kit con antena que se paga por única vez y tres planes de conectividad que se ajustan a cada cliente. “Nuestro país ya es uno de los principales mercados de Starlink satelital en materia de conectividad y sólo tiene un año de actividad en el territorio. Sin duda, había una demanda reprimida en Argentina”, completa el especialista.
