La decisión de prohibir el lenguaje inclusivo en las escuelas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) que tomó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, despertó la polémica en todo el país, y ahora cada provincia se debate si seguir los mismos pasos o no, ya sea por impulso del propio gobierno o la demanda social. Pese al revuelo, la Dirección General de Escuelas (DGE) no tiene el tema en agenda para el corto plazo, por lo que Mendoza no anunciará ninguna medida al respecto.
Así lo reveló Silvina Del Pópolo, directora de Planificación de Calidad Educativa de la DGE, en diálogo con Los Andes. La funcionaria fue contundente al manifestar que “no es una cuestión de agenda el tratamiento del tema” y que, en realidad, el foco está puesto “en lo que en todo caso el lenguaje inclusivo busca poner sobre la mesa: el respeto a la diversidad y el reconocimiento a la perspectiva de género”. “La DGE no promueve ni prohíbe”, sintetizó respecto al uso del lenguaje inclusivo en las escuelas.
De hecho, Del Pópolo resaltó que “reconocerla, respetarla y trabajar con los chicos para educar en el respeto a la diversidad, sí es parte de nuestra agenda, y lo viene siendo. No hay cambios en ese sentido, sí la necesidad y la intención de intensificar el trabajo”, completó en referencia a “los dos ejes principales en los que trabajamos a través de la Educación Sexual Integral (ESI)”. “Nuestra decisión es esa, ha sido así desde hace un par de años, y la vamos a seguir sosteniendo”, concluyó, sobre una posible prohibición como anunciaron en CABA.
La directora de Planificación de la Calidad Educativa sostuvo la postura explicando que la “agenda permanente” de la DGE “no tiene que ver únicamente con el uso del lenguaje inclusivo, sino que entiende que este pequeño cambio o neologismo en el lenguaje es una expresión social, como otras, que el tiempo dirá si se termina de instalar o no y que, si eso ocurre, será de a poquito, permeando a la escuela, como ha ocurrido con todo movimiento evolutivo propio de la lengua, que le pertenece a los usuarios”.
“No es un movimiento que tiene que forzarse o prohibirse, sino que tiene que ser el desborde natural de lo que ocurre socialmente con el lenguaje, que creo que el tiempo lo dirá”, completó Del Pópolo.
Además de reconocer: “Nuestra preocupación principal hoy está puesto en esta semana que hemos compartido dos informes: el Relevamiento Provincial de Aprendizajes y el Censo de Fluidez Lectora”.
El debate en Mendoza
Justamente esos informes fueron el fusible que desató la decisión del jefe de Gobierno Porteño, Rodríguez Larreta, de prohibir el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas.
Al menos así lo manifestó él, al decir públicamente que “con la ‘E’ y la ‘X’ fuimos para atrás en las pruebas educativas en lengua y escritura”.
“La prioridad es enseñarles a leer y a escribir bien en las escuelas. Necesitamos sacar las trabas en los aprendizajes. La utilización incorrecta del español hace que los chicos tengan trabas”, dijo Rodríguez Larreta al respecto.
“Está muy bien lo que ha hecho Buenos Aires, que también lo han hecho otros países, como Francia, porque dificulta aún más el proceso de enseñanza y aprendizaje”, expresó a este diario Gustavo Cairo, abogado y presidente del bloque de Diputados de Pro en Mendoza.
Él mismo fue quien hace dos años presentó un proyecto “muy parecido al de CABA” para prohibir el uso del lenguaje inclusivo en escuelas de la provincia y también en los tres poderes del Estado.
En contraposición a Del Pópolo, el diputado declaró saber “que el lenguaje va mutando y demás, pero artificialmente se quiere imponer una situación a veces hasta ridícula y se deforma el idioma es pos de una inclusión que no es tal”.
Además, Cairo se apoyó en la Real Academia Española (RAE) y recordó que la entidad ya expresó su rechazo y que “el desdoblamiento gramatical del lenguaje inclusivo altera la economía del idioma”, por lo que es “innecesario y ajeno”.
Respecto a esto, en primer lugar, directora de Planificación de la Calidad Educativa reconoció que “todos los operativos de evaluación vienen dando cuenta de un deterioro en los aprendizajes, tanto de la Lengua como de la Matemática”. “Y sabemos que tienen un correlato de lo que ocurre en el aula y las dificultades de los chicos para comprender”, completó.
Sin embargo, sobre el lenguaje inclusivo en particular, Del Pópolo aclaró: “Yo no tengo ningún estudio científico que me respalde para decir cuán seriamente ese cambio afecta el proceso de aprendizaje”.
Y agregó que los problemas de aprendizaje son “un problema de larga data, de mucho tiempo, y de una complejidad que es multifactorial y no puede reducirse a un único factor”.
Silvina Del Pópolo confesó desconocer los detalles del proyecto presentado por el representante del Pro Gustavo Cairo, aunque de todas maneras anticipó que “no está en nuestro horizonte cercano”.
El diputado respondió que “deberían hacerlo”, y que “están todas las condiciones dadas para que den ese paso, al menos en las escuelas”. “El proyecto está activo, en comisiones de la Cámara de Diputados. Quizás esto le pueda dar un impulso adicional como para que en la Legislatura se pueda tratar”, manifestó el legislador.
Para finalizar, Cairo le dejó un mensaje a la DGE, al decir que “igualmente, más allá de la aprobación o no del proyecto, podrían establecer una directiva a los docentes para que usen el idioma Castellano y no sus deformaciones”.
En ese sentido, no descartó llevar el proyecto a tratamiento en la Legislatura, o “directamente ir a hablar con el director general de escuelas sobre este tema, para ver si mediante una resolución se pueda ir implementando por lo menos en el ámbito escolar, al igual que lo hizo CABA”.