¡Nada como agasajar a nuestros compañeros de cuatro patas con un lindo presente para este Día del Animal! Un juguete, una comida especial (siempre entre las opciones permitidas y recomendadas) o, por qué no, un paseo extendido y diferente. Todo suma para reconocer a esos seres que tan felices nos hacen con su compañía día a día.
Y si de mascotas hay que hablar, Argentina tiene un rol protagónico en el América del Sur. Y es que, según un estudio realizado hace ya un tiempo, 8 de cada 10 argentinos o argentinas tiene –al menos- una mascota en su hogar. Y, entre estos acompañantes, los preferidos son los perros y los gatos.
Pero es Mendoza, además, la provincia más “perruna” de Argentina. Porque, de acuerdo al mismo estudio y realizado por Millward Brown Argentina, en nuestra provincia 7 de cada 10 personas que tienen mascotas viven con un perro (o más). La CABA, en tanto, es la región con menos perros por hogar (solo 58%).
“Además, 30% de esas familias que tienen mascotas viven con perros y gatos”, resume el socio y fundador de Alican –empresa de desarrollo y fabricación de alimentos para perros y gatos- Darío Maida Re a Los Andes.
Del mismo estudio, que ya tiene un tiempo y que ha reforzado sus resultados en los últimos años, se desprende el dato de que 30% de los encuestados –personas que viven con mascotas- las consideran “un integrante más de la familia” a sus compañeros animales e, incluso, la mitad de ellos los consideran “un hijo”.
“Es una tendencia a nivel mundial. Ha cambiado la imagen y el rol de las mascotas en las familias e, incluso, hay lugares en los que se ha revertido la pirámide poblacional y, estadísticamente hablando, hay más perros que hijos por casa y por familia”, resume a su turno la veterinaria mendocina Maga Morgui Capo.
Sin embargo, y más allá de lo positivo de esta tendencia, la especialista advierte que estos cambios pueden traer consecuencias no muy positivas.
“Los perros y gatos son carnívoros domésticos, y –a veces- cuando se los humaniza y se los pone en un lugar de persona desde lo fisiológico y lo social, se va en contra de sus patrones. Es necesario respetar su identidad como cada una de sus especies. Son domésticas, se han adaptado a las costumbres sociales de los humanos. Pero ello no significa que no vayamos perjudicarlos si ignoramos los patrones de conducta de los caninos y felinos”, advierte.
UN INTEGRANTE MÁS DE LA FAMILIA
Teniendo en cuenta 3 de cada 10 argentinos que tiene mascotas considera a sus mascotas como “un integrante más de la familia” o “un hijo”, no sorprende que a nivel alimento, juguetes y accesorios haya cada vez más variedad y sean son más sofisticados y elaborados.
“La relación entre el perro y la persona fue evolucionando y hoy es como si fuera un humano. Ya se lo ha incorporado a la familia. Por eso es que hoy los productos también apuntan a mejorar la calidad de vida de la mascota. Que la mascota tenga calidad de vida, hace a la calidad de vida de la persona”, describe Maida Re, de Alican.
La firma elabora desde hace 16 años alimentos premium y súper premium para perros y gatos, y el alza que han tenido en su comercialización en el último tiempo evidencia que hoy ya no existe esa idea de que el perro se alimenta de las sobras de la comida humana.
De hecho, la alimentación de calidad con productos fabricados especialmente termina por repercutir en todo el organismo de estos seres, desde el pelaje hasta la musculatura, según destaca Maida Re.
“Antes, al ser humano no le importaba los ingredientes de lo que comía y lo llevaba así nomás del supermercado. Pero hoy mira detenidamente qué lleva. Y lo mismo pasa con el alimento de las mascotas hoy, se mira todo eso”, sigue el socio fundador de la firma, que fabrica alimentos secos y húmedos y recientemente anunció una inversión por 30 millones de dólares para ampliar su producción e, incluso, ampliar el mercado en Europa.
La idea de concebir a un perro como un animal que pasa todo el día en el patio –sin importar las condiciones meteorológicas- o en la calle está en declive.
“Hoy existe directamente la idea de mascotas como la figura de apoyo. Perros que viajan en avión con la persona –con un certificado especial- y ya no tienen que ir sí o sí en una bodega como antes. Hay personas que no pueden estar sin perro, incluso por prescripción médica”, se explaya a su turno el psicólogo Mario Lamagrande.
A modo de ejemplo, destaca la importancia de los perros adiestrados con que cuenta el Ministerio Público Fiscal de Mendoza para brindar contención y apoyo emocional a niños que deben declarar sobre episodios de abuso sexual.
“Hay fallos judiciales donde ya se considera a las mascotas como ‘personas no humanas’. Y también hay sentencias de divorcio o acuerdos de separación que contemplan régimen de visitas para el perro o el gato. Ya no es simplemente ‘la mascota’. Ya tiene un nombre por el que todos lo conocen, y ya hay una dinámica familiar”, reafirma.
Para el psicólogo estos compañeros ya pasaron a estar dentro de los vínculos de amor. Y así como con el paso de los años cambió la figura femenina en pos del empoderamiento, también cambió la idea del rol de las mascotas en la casa.
Lamagrande también insiste en que, llegado el triste e inevitable momento, es fundamental también lograr elaborar corectamente el duelo por la muerte de uno de estos compañeros, y no intentar bloquearlo. Y es que, claro está, son sujetos no humanos con quienes uno establece vínculos y apegos que permiten crecer y entender otras cosas, como que su ciclo de vida es más corto.
RIESGOS DE “SOBREHUMANIZAR”
La veterinaria Maga Morgui Capo se detiene en los riesgos de “sobrehumanizar” a estos seres y ponderar el intento de verlos como personas por sobre sus patrones e instintos.
Y es que, según destaca, es muy común que esa idea de que el perro o el gato debe comer lo mismo que las personas o vestirse y abrigarse como si fueran humanos traiga consecuencias a su salud.
“En el consultorio me encuentro con trastornos dietarios o intestinales, porque mucha gente ha perdido el concepto de que perros y gatos son carnívoros, entonces les dan abundantes carbohidratos u otros alimentos. Incluso, me ha pasado de gente que es vegana y me viene a preguntar cómo lograr que su perro sea vegano también”, ejemplifica la especialista.
El tema de la ropa y los abrigos suele ser bastante delicado también. Y es que muchas veces las personas no se dan cuenta que los perros y gatos suelen termo regularse por sí mismos y, en base a su pelaje, pueden resguardarse de las bajas temperaturas. Entonces les colocan ropa, y eso puede generar dermatitis o pelones.
El híper apego también es un factor contraproducente. Y es algo que se vio mucho durante la pandemia, cuando la gente se encerró en sus hogares y acostumbró a sus mascotas a estar todo el tiempo con ellos. Esto puede derivar en dependencias patológicas de la presencia de una o más personas en la casa y, si no se da, llevar a fobias o trastornos agresivos propios de no respetar el patrón de conducta de cada especie.
“Si el gato trae pajaritos muertos o sale de noche, no hay de qué preocuparse. Es un animal cazador y de hábitos nocturnos. Que se adopte de manera dócil al lado de las personas no significa que se adopten a los patrones”, concluyó Morgui Capo.