Los tiempos cambian, como canta Bob Dylan, y hace ya varios años que los perros o gatos dejaron de ser simples “mascotas” o meros animales. Más allá de la relación particular que cualquier persona o grupo familiar pueda llegar a tener con estos compañeros, a nivel general el paradigma cambió y hoy se los concibe como lo que realmente son: integrantes de la familia. Sin embargo, hay algunos rubros en los que esta actualización no llegó todavía, y el “F5″ viene con delay para adaptarse a los nuevos tiempos.
Dentro de lo que es turismo y alquileres, la adaptación y aceptación de las mascotas viene bastante lenta todavía. En cuanto a los alojamientos –temporales o con contrato-, son infinitos los anuncios en los que se aclaran que “no se aceptan mascotas”, así como las explicaciones que lo justifican. Por esto mismo, el reporte de una conocida pareja de viajeros y amantes de las mascotas que posiciona a Mendoza como uno de los destinos con mayor cantidad de opciones para alojarse “pet friendly” es una gran noticia.
“Nuestra experiencia en Mendoza fue fabulosa y, de todos en los que hemos estado, es uno de los destinos con más alojamientos ‘pet friendly’. Solo en Mendoza registramos más de 20″, resumen Guido y Celeste, una joven pareja oriunda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y quienes se han convertido en “petfluencers”. Porque son los cerebros detrás del perfil de Instagram @perros.viajeros.arg y de un mapa virtual que actualizan constantemente con todos los datos de contacto de complejos y opciones de alquiler donde se trata a los perros y mascotas como un turista más.
“Hemos viajado por casi todo el país y, como vamos siempre con nuestros perros, consultamos para saber si aceptan mascotas. Así fue como en 2021 se nos ocurrió armar el mapa y el perfil de Instagram. Además de incluir los lugares donde hemos estado nosotros, sumamos aquellos en los que averiguamos y nos dicen que las aceptan. Lo mismo con los mensajes que recibimos todo el tiempo, de gente que nos informa sobre su experiencia. Tratamos de incluir todo ahí, para compartir y la gente sepa a dónde puede viajar con sus perros”, resumen los jóvenes a Los Andes.
“La visión sobre las mascotas ha cambiado y se las ve como compañeros. Entonces, ¿cómo uno puede impedir que la gente viaje sin esos familiares?”, resume por su parte Adriano Calise, quien alquila una casona en la zona de Vistalba y no tiene ningún reparo –incluso disfruta- de que sus huéspedes lleguen con sus compañeritos de 4 patas.
¡Bienvenidas, mascotas!
No solamente en alojamientos, sino también en restaurantes u otros paseos. Cada uno con sus propias reglas –que pueden ser desde llevar bolsitas para levantar desechos hasta correas y bozales-, cada vez es más común encontrar espacios donde se integre a las mascotas.
“En mayo de 2021, cuando estuvimos en Mendoza, nos llamó la atención la buena predisposición de los alojamientos con las mascotas. Fuimos con Chiqui y Foxy, y ellos estuvieron en el centro, en Cacheuta, en San Rafael, en Malargüe. ¡En Luján hasta estuvieron nadando en el río y pudimos ir a bodegas!”, recuerdan los responsables de Perros Viajeros Argentina.
El mapa virtual colaborativo que actualizan Celeste y Guido tiene más de 250 alojamientos amistosos con las mascotas identificados en todo el país. En cada provincia están los marcadores con los teléfonos o links de los complejos, además de la dirección.
“Decidimos limitarlo solamente al hospedaje y no incluir restaurantes u otras opciones, ya que lo más complicado para organizar un viaje es dónde quedarse. Una vez que se tiene el alojamiento, ahí se ve qué hacer. Y si hay un lugar que no acepta mascotas, se lleva a otro”, reconocen los ideólogos del mapa.
“Hace años que no voy de viaje ni me quedo en lugares a los que no puedo llevar a mi perra Bianca. He estado fascinada con algún lugar, pero lo descarté finalmente porque no me aceptaban a la perrita”, resume Gabriela, quien habla desde su lugar como compañera de su inseparable amiga.
“Otra cosa que debería cambiar de forma urgente son las disposiciones para poder viajar en avión con mascotas. Porque no es fácil llevarlo encerrado y abandonado en la bodega”, agrega la joven godoicruceña, quien desde hace tiempo solamente viaja en auto para no dejar a su acompañante.
Más que simples animalitos
Aunque a muchos dueños de casas o complejos les cueste todavía aceptarlo, los perros y gatos dejaron de ser vistos como simples animales u “elementos” que ameritan una excepción para poder disfrutar de unas vacaciones familiares.
En ese sentido, hay algunos responsables de hospedajes que optan por cobrar una especie de seguro o garantía a quienes viajan con sus perros, solo por si acaso el compañero canino rompe o daña algo. También están aquellos que cobran una tarifa adicional por la mascota (oscila entre los 3.000 y 7.000 pesos).
“Hace tiempo viene en crecimiento la tendencia de considerar a los perros como un integrante más de la familia. Y con la pandemia se terminó de consolidar. Mucha gente descubrió lo que era la compañía de un perrito o un gatito durante todo el tiempo que tuvo que estar encerrada. También cambió mucho la forma de viajar con la pandemia, ganaron protagonismo los destinos con más naturaleza y aire libre, y la gente eligió hacerlo en su auto y no tanto en micro. Eso también fomentó la costumbre de viajar con mascotas”, se sinceran Celeste y Guido.
“Ya no es algo sorprendente encontrarse con gente que viaja con perros, y eso lleva a que los lugares se tengan que ir adaptando. Eso no quita que haya algunos más resistentes y reacios a aceptarlos. Pero también hay cabañas y complejos que ya están más preparados, que tienen cercos perimetrales para que no se escapen. Incluso, hemos estado en lugares donde nos incluían una camita para los perros y al final de la estadía nos la regalaron”, cuenta la feliz pareja.
“Hay lugares que reciben a los perros con alfombra roja, hay otros donde lo hacen más a regañadientes. Pero son cada vez más los lugares donde los aceptan”, reflexionan.
Entre las personas que comparten su vida con mascotas, es fundamental que se vayan eliminando las barreras. “¡Tenemos 2 perros que son parte de la familia! Y nos gusta programar viajes con ellos, llevarlos a pasear, disfrutar los 4. Es muy difícil separarse de seres con los que compartimos y nos acompañamos todo el año, más para algo tan bonito como son las vacaciones”, destaca Alejandra, quien vive en Ciudad de Mendoza. “Si es porque pueden romper algo, las personas no están exentas de hacerlo también. Y así como responden y pagan cuando se rompe algo del lugar, pueden responder cuando su perro lo hace”, piensa en voz alta.
Lo que falta
Con solo cruzar la cordillera, hay un cambio de mentalidad importante. Tanto que a los argentinos que viajan a Chile les sorprende la tranquilidad y naturalidad con que las personas pueden ingresar a malls, centros comerciales y supermercados con sus mascotas (con corras, bozales y encargándose de limpiar sus necesidades).
Pero en Mendoza y en Argentina esto no es tan común. Sin ir más lejos, no solamente en lo que es alojamiento sino simplemente para salir a comer o tomar algo, a veces se precisa de un largo peregrinar hasta que se encuentra un lugar donde dejan a las personas estar acompañadas por sus perros.
“Ha crecido mucho la aceptación y va a ir creciendo cada vez más. Porque la gente se siente cada vez más sola en general, más alienada; y se refugia mucho en el cariño de las mascotas. A veces es complicado dejar a los perros cuando se viaja, o es muy cara la guardería o hay algo de temor y no se animan”, agrega Adriano Calise, propietario de la casona “Villa Adriano” (Vistalba) y donde no hay reparos para alojar familias completas, integradas por personas y mascotas.