Mendoza ante una oportunidad histórica: exportación y diversificación de su matriz productiva

Este es el momento adecuado para transicionar hacia energías limpias dada la relevancia que tiene el cobre en el mercado internacional. Advierte que no hay que minimizar el impacto ambiental.

Mendoza ante una oportunidad histórica: exportación y diversificación de su matriz productiva
Mendoza busca posicionarse como un polo de inversión minera

Como ciudadano y legislador comprometido con el futuro de Mendoza, quiero compartir una reflexión que considero importante en este momento clave para nuestra provincia. Nos encontramos ante una oportunidad que podría transformar nuestra economía y fortalecer el crecimiento de Mendoza en el contexto de una transición energética global que ya está en marcha.

Chile, nuestro vecino y líder mundial en exportación de cobre, registró en 2023 un Producto Bruto Interno (PBI) superior a los 318.000 millones de dólares, de los cuales casi un 11% provino del cobre. Esto demuestra la relevancia de este mineral en la economía chilena. Las ricas fajas geológicas donde se concentra el cobre no se detienen en la frontera, sino que también alcanzan suelo mendocino, brindando a nuestra provincia condiciones comparables a las de una de las principales potencias mineras del mundo.

¿Por qué este es el momento adecuado? La transición hacia energías limpias en sectores como el automotriz, con el auge de los autos eléctricos, y la energía eólica requiere minerales como el cobre, el cobalto y el níquel. Hace unos años, el mercado global de estos minerales rondaba los 50.000 millones de dólares; hoy, debido a esta demanda, alcanza los 370.000 millones. Mendoza tiene la oportunidad de participar en este cambio, diversificando su economía, tradicionalmente enfocada en la agricultura y el turismo.

Además, al incorporar la minería del cobre de manera responsable, podemos contribuir al crecimiento de nuestra economía local y nacional. El año pasado, Argentina registró exportaciones de alrededor de 60.000 millones de dólares. Mendoza podría ayudar a incrementar esa cifra, generando empleo genuino y diversificando sus fuentes de ingreso.

Sin embargo, este desafío también implica una gran responsabilidad. De las experiencias de otras regiones mineras, como Neuquén y Chile, podemos aprender para evitar errores y minimizar el impacto ambiental, asegurando que este desarrollo sea sostenible y que nuestras comunidades y recursos naturales se mantengan protegidos.

Mendoza debe ser un ejemplo de minería responsable, mostrando que el progreso económico puede y debe coexistir con el respeto por el medio ambiente.

Estamos en un momento decisivo. Esta oportunidad nos invita a actuar con compromiso, visión y responsabilidad para construir un futuro más próspero para Mendoza y todos sus habitantes.

*El autor es el jefe de bloque de diputados (PJ) y presidente de la Comisión Bicameral de Seguridad.

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