Andrés Martínez Giardini (30) es mendocino y en los últimos años ha logrado cumplir muchos de los sueños que se propuso desde chico. El más reciente de ellos lo encuentra como uno de los 10 argentinos que participará del próximo Campeonato Mundial de Esquí sincronizado en Aspen, Colorado (Estados Unidos), en uno de los paraísos más exclusivos para los amantes de la nieve y el esquí. Pero Pipi –como lo llaman sus amigos y familiares- ya lleva 4 temporadas trabajando como instructor de esquí en este centro situado en medio de las Montañas Rocosas, codeándose cada temporada con celebridades artísticas y del mundo del deporte.
ArgenTeam es el nombre del equipo que Martínez Giardini integrará junto a Juan Ignacio Crescitelli, Luciano Ramonda, Santiago Bustamante, Diego Marro, Alexis Crespo, Ivo Puchner Bauman, Manuel Gaite, Juan Ignacio Masut y Mauricio Masut. Su entrenador, David Tressens, fue parte del primer equipo argentino que compitió en esta disciplina –el Argenteam original-.
“El campeonato tendrá lugar el 7, 8 y 9 de abril y los equipos deben armar figuras sincronizadas. Un jurado de profesionales expertos es el encargado de calificarlas y, en total, los equipos tienen que armar 3 figuras, de las cuales una es obligatoria e idéntica para todos los equipos y otra se repite una vez. El resto de las figuras son armadas por el entrenador, en conjunto con el equipo y pueden estar armadas por 6 u 8 personas. En caso del equipo argentino, seremos 8″, destaca Pipi Martínez Giardini a Los Andes desde Aspen.
En la previa al campeonato mundial se celebrarán además competencias de Bumps y de Paralelo. “En caso de Bumps, compiten 2 participantes de cada equipo y se analiza la bajada de cada uno. En el caso del Paralelo, en tanto, compiten 4 participantes y se tienen en cuenta los tiempos obtenidos en bajar. La competencia en total consiste en tres días: el primero es un entrenamiento general para reconocimiento de terreno, el segundo es la competencia de Bumps y Paralelo y el tercero son las bajas de sincronización”, explica con emoción el joven, quien ya ha hecho de Aspen una especie de segundo hogar.
Un nombre con historia
La idea de armar la renovada versión del ArgenTeam para que Argentina vuelva a tener presencia en el Mundial de Esquí Sincronizado surgió de Pipi Martínez Giardini y de su amigo Juan Ignacio Crescitelli al comenzar esta temporada de invierno en el centro de esquí norteamericano.
“Empezamos a convocar a amigos y llegamos a 10 esquiadores de Mendoza, Bariloche, San Martín de Los Andes y Villa La Angostura. Ya con el equipo armado, nos restaba conseguir un entrenador, detalle nada menor. Así fue como se nos ocurrió consultarle a uno de los mejores esquiadores argentinos que tiene Aspen y quien fue participante de un gran equipo argentino, el primer ArgenTeam. Hablo de David Tressens, de Villa La Angostura. Ya con equipo y entrenador confirmado, comenzamos a entrenar dos días a la semana, de 8 a 9 de la mañana y antes de ir a trabajar. Incluso, sacrificamos días enteros de descanso y de trabajo”, cuenta el mendocino.
La elección del nombre también implicó un gran desafío y así fue como decidieron rendirle homenaje “al mejor equipo argentino” que ha tenido el esquí sincronizado en la historia, ArgenTeam. “Es una gran responsabilidad llevar este nombre, pero sabemos que tenemos la capacidad y habilidad suficiente como para revivirlo nuevamente.
Un mendocino en Aspen
Andrés Martínez Giardini creció en Chacras de Coria. Antes de dedicar su vida al esquí –se recibió como instructor validado internacionalmente- se recibió también de Ingeniero Agrónomo, profesión que le ha permitido elaborar su propio vino en Mendoza junto a un grupo de amigos. Pero desde chico, su gran pasión ha estado en las pistas. “No es solo el deporte en sí lo que me apasiona, sino todo lo que representa. Estar en el medio de la naturaleza, entre montañas, disfrutando en familia. Creo que fue todo ese conjunto lo que me hizo ver que el esquí era mi deporte”, resumió Pipi hace unas semanas desde Aspen en diálogo con Vía Mendoza. El mendocino tomó su primera clase con apenas 4 años, en Las Leñas. Fue su padre el primer instructor y quien también, y desde entonces, se convirtió en su gran referente. Desde entonces, todos los años, cada invierno, planificaban al menos una escapada familiar.
Hasta ese momento, el esquí era una pasión familiar compartida y una inmejorable excusa para compartir momentos. Sin embargo, Pipi –quien ya estaba estudiando para ser ingeniero agrónomo- hizo el click en su cabeza una tarde, mientras estaba en Las Leñas. “Vi pasar a 2 instructores y me pregunté: ‘¿qué tal será esa vida?’. Me imaginé que debía ser divertida, el pasar mucho tiempo entre montañas, con amigos y disfrutando de un deporte único. A partir de ese momento tenía una deuda pendiente conmigo mismo: llegar algún día a ser instructor de esquí y, por lo menos, vivir una temporada en algún centro de esquí”, rememora.
En 2016, ya con el título de ingeniero agrónomo, Andrés comenzó a andar su camino por las pistas de esquí y ya con miras a profesionalizarse. Completó un curso para iniciarse como instructor en clases grupales para niños en Las Leñas y esa temporada tuvo su bautismo. Así comenzó no solo a ganar experiencia, sino también contactos. Tomó conocimiento de la existencia de la asociación argentina de instructores de esquí (Aadidess) y de la carrera de instructorado, en la cual se anotó. “La carrera consta de 5 niveles, pero habiendo completado hasta el tercero uno ya obtiene el título. En mi primer nivel de instructor conocí a un gran amigo y compañero de trabajo, Lucas Guiñazú, persona importante en mi vida como instructor porque –además- me llevó a donde estoy ahora, trabajando en Aspen”, sigue Pipi.
Esquiando por un sueño
A mediados de 2016 y con el primer nivel del curso completo, el mendocino viajó por primera vez a Estados Unidos para desempeñarse como instructor de esquí. Fue como parte de un programa de intercambio y que lo llevó al centro de esquí Northstar, en la zona de Lake Tahoe (California) y en medio de un paraíso de montañas y lagos.
Luego de la temporada, regresó a Mendoza para seguir con su preparación y una nueva temporada en Las Leñas en 2017. Y en ese momento el sueño de conocer –y trabajar- en Aspen comenzó a tomar forma. “Lucas Guiñazú me ofreció ir a trabajar a Aspen y, sin dudarlo, le dije que sí. Después de una entrevista, quede contratado. ¡Mis viejos no lo podían creer, no solo por mi felicidad sino porque ellos iban a poder conocer y esquiar allá!”, recuerda.
En ese momento, su rutina cotidiana cambió por completo. “Empecé a conocer mucha gente inolvidable, muchos profesionales de este deporte y me di cuenta que había llegado a uno de los mejores lugares del mundo para trabajar como instructor de esquí”, destaca Pipi, quien comenzó desde entonces a dividir sus años entre las Rocosas estadounidenses y Mendoza.
Luego de la temporada 2018 – 2019 en Aspen (su segunda ya en el lugar), Martínez Giardini regresó a Argentina y pudo completar el nivel 3 del instructorado, lo que lo habilitaba a trabajar de manera certificada. A finales de 2019, el instructor mendocino comenzó a planificar su regreso al Hemisferio Norte, para una nueva temporada blanca. Y aunque la temporada comenzó muy bien –y en excelentes condiciones-, en marzo de 2020 se desató la pandemia de coronavirus. Aunque se quedó un tiempo en Estados Unidos, finalmente Andrés volvió a Mendoza. Ese año lo dedicó a reencontrarse con su provincia, sus amigos y su primera profesión, ya que elaboró su propio vino.
El 2021 llegó con algo de paz y un paulatino retorno a la normalidad. En invierno (en Argentina) y con incontables restricciones para entrar a Estados Unidos, Pipi hizo temporada en Bariloche. Hasta que el final de la temporada invernal de este lado del mundo marcaba el comienzo de ella en el Norte y, con ello, la ilusión de regresar Aspen. “El 4 de diciembre, con la visa renovada, pude viajar y volver a la montaña que tanto extrañé. Ahora estoy acá, en Aspen, trabajando como como nunca antes y en una temporada buena de nieve. ¡Se ve que la pandemia recargó las pilas de muchos esquiadores para volver y querer seguir mejorando!”, concluye.