No hay Día de la Tradición sin folclore, ¡y no hay folclore sin malambo! Y si de malambo y tradiciones propiamente dichas hay que hablar, tradicionalmente -valga el término- siempre se ha vinculado a esta disciplina artística de baile y destrezas como algo exclusivo de hombres. No estaba -ni está- escrito en ningún lado, no es una ley ni máxima, sino que, simplemente, desde siempre asoció y vinculó a este conmovedor y atrapante baile como una de esas tantas “Cosas de hombres”. Claro que las costumbres, tradiciones y prejuicios, como suele decirse, están hechas para romperse.
Tanto que, desde hace algunos años, esta visión patriarcal del malambo se fue deconstruyendo a nivel nacional, y no sorprende ya que en los números del acto central de la Fiesta de la Vendimia, hombres y mujeres se luzcan por igual con estas destrezas y en uno de los momentos que más emocionan de la puesta en escena.
Teniendo en cuenta esta particularidad, entonces no sorprende que en su edición 2025 el icónico Festival Nacional de Folklore de Cosquín haya decidido incluir por primera vez el rubro de Malambo Femenino entre su concurso y exhibición de destrezas. Y tres jóvenes mendocinas están listas para hacer historia, ya que estarán en esta primera camada de participantes dentro del malambo femenino individual.
Se trata de María Sáez Castillo, Julieta Magallanes y Evelyn Oros, quienes participarán en enero próximo del Festival Pre Cosquín. Se trata del “plato de entrada”, la antesala del certamen más importante e histórico de folclore en todo el territorio argentino.
“Lamentablemente sigue habiendo gente que no acepta que el malambo pueda ser femenino y lo sigue asociando a los hombres. Pero bueno, después de todo para eso están los prejuicios, para derribarlos”, piensa, en voz alta y con simpleza, María.
“Hasta ahora solo existía la categoría de Contrapunto de mujeres, que consiste en un conjunto de mujeres que hace malambo. Pero ahora integraron la categoría de mujeres solistas en el malambo. Es cuestión de que una se anime para que más la vayan siguiendo”, agrega Julieta.
MALAMBO PARA TODAS
María (17) y Julieta (16) son parte de la Escuela de Vendimia Chakaymanta. En el caso de María, si bien hace ya varios años que practica danza en la institución, fue hace unos dos años que incursionó y descubrió el malambo. ¡Y no lo pudo dejar!
“Lo primero que me llamó la atención fueron las boleadoras, después el poncho; y cuando me quise dar cuenta ya estaba enamorada del malambo y me inscribí con unas amigas”, cuenta la adolescente de 17 años, quien vive en el barrio La Favorita (Ciudad de Mendoza) y está en cuarto año del colegio San Antonio María Claret, en ese barrio del oeste capitalino.
De lunes a viernes, a contraturno del cursado, María ensaya. Y en 3 de esos 5 días se dedica especialmente al malambo, mientras que los otros 2 días los dedica a practicar danza.
“No conocía el malambo, yo era más de las danzas. Pero un día empecé a ver las locuras de mis compañeros, hasta que me anoté”, agrega la adolescente, quien viajará a la segunda semana del Pre Cosquín, el 11 de enero, junto a sus padres y compañeros incondicionales. “Van conmigo a todos lados”, agrega, feliz.
Julieta Magallanes (16) también es de La Favorita, y también es alumna de Chakaymanta, justamente una de las escuelas pioneras en la formación de artistas mendocinos y con miras a festivales como Pre Cosquín y Cosquín, Festival Nacional del Malambo Laborde y Campeonato Nacional de Malambo Femenino.
“Estamos a full con los ensayos, esperando con alegría y nervios que llegue el día”, resume la adolescente de 16 años y quien está en cuarto año de la Escuela Normal. Ella estará en el Pre Cosquín el 4 y 5 de enero próximo.
“Poco a poco se va rompiendo el prejuicio del malambo como algo solo de hombres. Pero, si una se anima, más se van animando y participando. Gracias a eso ahora hay más categorías de mujeres y categorías mixtas, es muy bueno que lo vayan implementando”, reflexiona la bailarina, quien solo se ha dedicado al malambo norteño. Y agrega que todo nace de la cabeza y mentalidad de cada uno.
Juli ensaya malambo de lunes a viernes, y comenzó hace 3 años como una actividad para escaparle a la tediosa pandemia de Covid-19. Desde entonces llegó a integrar y participar del Campeonato Nacional de Malambo Femenino.
Las dos adolescentes son protagonistas centrales del documental “Origen: el malambo y la mujer”, presentado en 2021 y centrado precisamente en las mujeres argentinas que desarrollan está danza típica que hasta hace algunos años se identificaba y asociaba solo con los varones.