Con el peso del guardapolvo o el ambo a cuestas y la responsabilidad que implica, los residentes del Hospital Central salen a la calle para hacer visible su reclamo por un mejor salario.
“Realmente dimos lo mejor de nosotros. No se puede aceptar un aumento miserable. Es no respetar a la salud. Llegó el momento de decir basta”, sostienen en un mensaje que difundieron para dar a conocer su situación.
Están en pie de lucha para pedir aumentos salariales adecuados al contexto inflacionario como lo está haciendo la mayor parte de los trabajadores de la salud, que esta semana han decidido endurecer las medidas luego de que, ante la falta de acuerdo con el gobierno provincial, este decidiera sacarlo por decreto.
La calle Alem, frente al principal nosocomio de la provincia, por las mañanas se inunda de aplausos de manos que la pandemia ha dejado exhaustas. Los vehículos apoyan el reclamo con bocinas.
“En este momento estamos cobrando 45.000 por más de 100 horas semanales”, apuntó Marco Heredia, uno de los médicos residentes.
“Desde los espacios de residentes la mayoría sacrificó todo. Su formación y capacitación en post de pensar en los pacientes y adaptarnos a lo que se requería por parte de la salud. Nos mudamos a casas de algunos compañeros para no contagiar a nuestras familias”, relatan. “Dejamos de ver nuestros círculos cercanos, vimos muchísima gente con falta de aire sin cama en UTI. Vimos gente morir, vimos situaciones que nunca pensamos enfrentar. Con muchísimo miedo sin apoyo de nadie. El terror de pensar que nos contagiábamos o que los vecinos nos escracharan como les pasó a varios, vimos compañeros de trabajo morir”, agregan los residentes.
En el comunicado expresan su situación: “El conflicto de salud se desencadenó porque el año pasado no tuvimos paritarias ni aumento por el tema pandemia. Tenemos médicos prestadores cobrando 30 mil pesos, enfermeros y enfermeras con sueldos ahora post aumento d
e 31 mil sin pasar a planta permanente”.
La pandemia le ha demandado a los profesionales readaptarse a nuevas funciones y una alta sobreexigencia.
“Después de dos años de pandemia y silencio por parte de la salud salimos a la calle a plantear esta burla por parte del gobierno de turno (...) Suárez (el gobernador) terminó sacando el aumento por decreto mostrando su autoritarismo después de todo el esfuerzo hecho por los trabajadores de la salud. Es algo que no podemos permitir. Es sentir que realmente somos descartables. Y no vamos a dar el brazo a torcer”, subrayan.
Heredia explicó que están realizando esta acción desde el lunes durante una hora, ya que dijo, los residentes no pueden parara porque afectaría la atención de los pacientes y no es lo que quieren.
Por ello, todos los días salen a la explanada del hospital y llegan hasta la calle entre las 11 y las 12.
Tras el malestar que generó el decreto del gobernador, hoy, a través de la ministra de Salud, Ana María Nadal, se supo que el Gobierno de Mendoza está evaluando otorgar un bono extraordinario al personal de salud de la provincia en reconocimiento por el esfuerzo durante la pandemia de coronavirus.
Ante esto los residentes explicaron que no es suficiente. “Lo que pedimos es un aumento certero, no con bono, porque después de estos meses el aumento es ficticio y queda en 14% sumado a que durante toda la pandemia no hubo aumento , desde diciembre de 2019 a diciembre de 2020 no hubo aumento para los residentes ni personal de salud”, dijo Heredia.
El mensaje completo de los médicos:
El conflicto de salud se desencadenó porque el año pasado no tuvimos paritarias ni aumento por el tema pandemia
Tenemos médicos prestadores cobrando 30 mil pesos enfermeros y enfermeras con sueldos ahora post aumento de 31 mil sin pasar a planta permanente.
Las paritarias de este año fueron ofreciendo 29% en tres cuotas no acumulables lo que termina siendo 7-12-10% más un bono de 54 mil en negro que no se suma al básico y que casi nadie ha percibido.
Dentro de la residencias todos fueron reubicados y se les designaron cambio de funciones por la misma pandemia postergando nuestra formación académica, no respetando las vacaciones.
Tampoco la totalidad de las residencias percibió el bono de Nación y ni hablar el de 54 mil de ahora.
Después de dos años de pandemia y silencio por parte de la salud salimos a la calle a plantear esta burla por parte del gobierno de turno
Además, Suárez terminó sacando el aumento por decreto mostrando su autoritarismo después de todo el esfuerzo hecho por los trabajadores de la salud. Es algo que no podemos permitir. Es sentir que realmente somos descartables. Y no vamos a dar el brazo a torcer
Desde los espacios de residentes la mayoría sacrificó todo. Su formación y capacitación en post de pensar en los pacientes y adaptarnos a lo que se requería por parte de la salud. Nos mudamos a casas de algunos compañeros para no contagiar a nuestras familias. Dejamos de ver a nuestros círculos cercanos , vimos muchísima gente con falta de aire sin cama en UTI. Vimos gente morir, vimos situaciones que nunca pensamos enfrentar. Con muchísimo miedo sin apoyo de nadie. El terror de pensar que nos contagiábamos o que los vecinos nos escracharan como les pasó a varios, vimos compañeros de trabajo morir.
Realmente dimos lo mejor de nosotros. No se puede aceptar un aumento miserable. Es no respetar a la salud. Llegó el momento de decir basta.