Mati rompe cualquier barrera para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby

Mati Molina tiene 12 años, le encantan los deportes y es parte del equipo de rugby de habilidades mixtas Los Cuyis y de la escuela de fútbol para personas con Síndrome de Down “Empate”. Además, juega al fútbol con sus amigos del barrio y comenzará a tomar clases de ukelele.

Mati rompe cualquier barrera para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby
Mati, el chico que no sabe de obstáculos para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby. Foto: ADOM

Matías Molina tiene 12 años, vive en Las Heras y es fanático de Boca Juniors. Le encanta ver y jugar fútbol, pero también tiene un lugar en su corazón para el rugby. De hecho, al menos durante algunas semanas, tiene decidido practicar los dos deportes en simultáneo y en la medida en que pueda resistir ese ritmo.

“Luego, cuando se acomode un poco más con los horarios, verá si sigue con los dos o si se queda solo con uno”, cuenta su mamá, Irma Russo. Mati tiene Síndrome de Down y, además de jugar en Los Cuyis (el equipo de rugby inclusivo de Mendoza), desde el viernes pasado es parte de la escuela de fútbol de la Fundación Empate, un espacio creado especialmente para que chicos y chicas de todas las edades con Síndrome de Down puedan disfrutar de este deporte en equipo y compartir del momento con amigos.

“Mati tiene su grupo de amigos de toda la vida, y con ellos juega al fútbol. Ama el fútbol, verlo y jugarlo, y tiene hasta una canchita en el barrio donde va a jugar todas las semanas”, cuenta su mamá Irma, quien agrega que –además del fútbol y del rugby-, Matías disfruta muchísimo de la música y de salir a comer con sus amigos y con hermanos, Sofía y Sharon.

“Este año va a empezar con clases de ukelele, que le encanta”, agrega la mujer. Matías estudia, además, en la escuela Pablo Besson y escribe y lee desde que tiene 6 años. Además, por la tarde va al instituto donde trabaja con una psicopedagoga y una fonoaudióloga desde que tenía 3 años.

Mati, el chico que no sabe de obstáculos para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby. Foto: ADOM
Mati, el chico que no sabe de obstáculos para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby. Foto: ADOM

“Ya hace un tiempo intenté inscribir a Mati en otros clubes o escuelas para que practique fútbol, pero lo cierto es que los chicos tienen una forma de juego particular, mientras que chicos como Mati no tienen quizás los tiempos o fuerza de sus compañeros. Es la primera vez que él puede ir a una escuela, por más que juega en una cancha del barrio con sus amigos. Y es muy importante”, agrega la madre.

Matías, el nene que encontró en el deporte la igualdad

Durante todo el año pasado, Matías Molina –quien cumplió 12 años en marzo de este año- practicó rugby junto al equipo de Los Cuyis. Además, nunca dejó de jugar al fútbol con sus amigos del barrio. “En enero me planteó que quería jugar al fútbol. Yo empecé a buscar clubes y justo salió la propuesta de Empate, con la que estamos muy entusiasmados.

Es increíble lo que fortalece esta nueva propuesta, nos ayuda a nosotros como familia y responde a lo que realmente queremos para nuestros hijos”, se sincera Irma, para quien iniciativas de este tipo se convierten en un verdadero llamado a la inclusión, ya que genera todo un grupo de pertenencia para compartir momentos y experiencias.

Mati, el chico que no sabe de obstáculos para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby. Foto: Gentileza Irma Russo
Mati, el chico que no sabe de obstáculos para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby. Foto: Gentileza Irma Russo

“El otro día alguien me dijo que no era muy inclusivo, ya que en el grupo son todos chicos con Síndrome de Down. Pero la verdad es que no lo siento así, esto es un llamado a la inclusión. Porque lo que los padres buscamos durante la pre adolescencia de nuestros hijos es que que tengan sus grupos de pertenencia el día de mañana. Y si bien con sus pares en el colegio, por ejemplo, pueden disfrutar sus cosas en común, de más grande van a necesitar tener su grupo de amigos y compartir vivencias enriquecedoras como sociedad. Si bien Mati tiene su grupo de amigos, juega al fútbol con ellos y tiene un lindo grupo de pertenencia, él quería también tener un equipo”, reflexiona Irma.

La primera escuela mixta de fútbol para chicos con Síndrome de Down

La Fundación Empate tiene su sede central en Córdoba y trabaja en proyectos deportivos, culturales y artísticos para el desarrollo y la inclusión de personas con Síndrome de Down, sin costo. En una reciente convocatoria organizada por la UEFA Foundation, Empate presentó la propuesta para ampliar la escuela de fútbol y replicar el modelo en otras provincias argentinas y el proyecto fue elegido junto a otras 55 iniciativas a nivel mundial.

De esta manera, Empate presentó el viernes de la semana pasada la versión mendocina de la escuela de fútbol, que es mixta –para hombres y mujeres-.

“A través de la Asociación Down de Mendoza (ADOM), la Fundación Empate inauguró la sede de la escuela en Mendoza el viernes pasado. Y ya mañana, miércoles, empezamos con los entrenamientos. Los grupos se dividen por edades, por categorías y por grupos (Iniciación, Adaptación y Desarrollo). Este mes va a ser de evaluación”, explica a su turno la vicepresidenta de ADOM y coordinadora de comunicación de Empate en Mendoza, Nadin Minuzzi.

Mati, el chico que no sabe de obstáculos para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby. Foto: ADOM
Mati, el chico que no sabe de obstáculos para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby. Foto: ADOM

Todos los miércoles y viernes, de 17 a 18, la Escuela de Fútbol empate funcionará en la sede del Liceo Rugby Club y no tendrá costo alguno para quienes se inscriban. Para anotarse, hay que ingresar a la web fundacionempate.org.ar , donde está la opción de inscribirse como alumno o como voluntario.

“Para inscribirse como alumno hay que llenar un formulario, descargar una ficha médica y una declaración jurada que se tienen que completar. Participar de la escuela de fútbol es gratuito, no tiene costo para los alumnos. Los voluntarios, en tanto, tienen que descargar una ficha y postularse para los distintos grupos. A los profes, por su parte, se los ha seleccionado de clubes y de distintas escuelas de verano”, indicó Minuzzi.

Hasta el momento se han inscripto alumnos de entre 3 y 36 años. “Lo que más me llamó la atención es la cantidad de gente voluntaria y que se ha inscripto para colaborar. El proyecto ha tenido mucha adhesión y la gente se acercó porque lo siente, muchas personas han adherido”, reflexiona en voz alta y por su parte Irma Russo, la mamá de Matías Molina (12), uno de los inscriptos en Empate.

“Es increíble lo que ha hecho la gente de ADOM y de la Fundación Empate. Son padres comunes, con sus trabajos y obligaciones, y que un día empezaron a trabajar con sus vivencias y sus experiencias de vida. Ellos han logrado que un montón de familias podamos salir a la sociedad, decir: ‘acá estamos’; poder visibilizar lo que es una persona con discapacidad y demostrar su potencial. Esto es darle una oportunidad a una persona para que pueda jugar en equipo y para que las familias podamos decir: ‘mi hijo puede’”, resalta Irma, con mucha ilusión y entusiasmo.

Mati, el chico que no sabe de obstáculos para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby. Foto: Gentileza Irma Russo
Mati, el chico que no sabe de obstáculos para disfrutar de sus dos pasiones: el fútbol y el rugby. Foto: Gentileza Irma Russo

Matías es una persona maravillosa. Como padres y como sociedad hay que animarse a interpretar la discapacidad, lo que es. Porque deja muchas vivencias, muchas experiencias enriquecedoras. No hay que tenerle miedo; hay que abrirse, aprender, hablar. Es algo que está en nuestra sociedad y de lo que hay que hablar. Hay muchos Matías en la sociedad, y que se los visibilice es muy importante”, concluye Irma.

Los Cuyis viajaron a Irlanda para jugar el mundial de rugby de habilidades mixtas

Siete jugadores del combinado de rugby de habilidades mixtas de Mendoza (Los Cuyis) ya están a Irlanda para disputar el mundial que comenzó a jugarse el pasado 2 de junio en la ciudad de Cork. Se trata de Jeremías Martínez, Roberto Cipolla, Agustín Vargas, Marcelo Goldman, Agustín Bravo y Martín Coria (integrantes del equipo mendocino de Los Cuyis) y de Analía Meraglia (del equipo femenino), quienes fueron convocados para integrar el equipo de Los Pumpas XV y, con ayuda de distintos sponsors y de la propia comunidad (que colaboró con la causa) pudieron cumplir su sueño.

Los Cuyis viajaron a Irlanda para jugar el mundial de rugby de habilidades mixtas. Foto: Los Cuyis
Los Cuyis viajaron a Irlanda para jugar el mundial de rugby de habilidades mixtas. Foto: Los Cuyis

“Queremos agradecer. Gracias por ayudarnos a cumplir el sueño. Gracias a todos lo que nos han brindado su apoyo, su tiempo y cariño. Gracias a todo el equipo de Los Cuyis XV por ponerse, no solo la camiseta del equipo siempre, sino por trabajar en equipo y como un equipo. Gracias también por ponerse la camiseta del sueño mundial. Gracias a nuestros pilares, al pack de forwards que son las madres, los padres, las hermanas/os, las primas/os y los amigos/as que no se cansaron de apoyarnos, empujar y defender el sueño mundialista”, destacaron antes de viajar y en un comunicado los seis mendocinos y la mendocina que ya están en Irlanda.

Para juntar el dinero necesario se lanzó una edición especial de vino de la bodega Atamisque, que salió a la venta y todo lo recaudado fue para el fondo del viaje. Además, se realizaron campañas por Mercado Pago. “Gracias a todas las personas que, con su donación a través del link de pago, ayudaron a recaudar los fondos parar afrontar los gastos de comidas, refrigerios, inscripciones al torneo, etcétera. Gracias por el cariño, la solidaridad y la empatía. Gracias a cada uno de los que nos han comprado los vinos, las camisetas, las medias y los llaveros”, continuaron en su agradecimiento.

“Este deporte todos los días nos enseña que el esfuerzo tiene su recompensa, que no importa cuántas veces no tackleen, tenemos que levantarnos y seguir adelante. Gracias a sus valores aprendemos integridad, pasión, solidaridad, disciplina, camaradería, sacrificio y respeto. Cuando camines, camina junto a los soñadores, a los que confían, a los que tienen coraje, a los alegres, a los que hacen planes, a los que actúan, todos aquellos que tienen la cabeza en las nubes, pero los pies en la tierra. Puedes también dejar el mundo mejor de lo que lo encontraste”, concluyeron.

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