En un año golpeado por la economía, por las contingencias climáticas, como las heladas tardías, el granizo y la complejidad de un escenario político, el Carrusel de la Vendimia 2023 fue una verdadera fiesta para más de 350 mil personas, entre mendocinos y turistas que se deslumbraron con los carros vendimiales, el cariño de la gente hacia las reinas, las bondades de la tierra y un sol a pleno que acarició con sus rayos, a veces, más de la cuenta.
Todas las postales pudieron explicar este momento único del año, donde se premia el esfuerzo, la esperanza y ese trabajo de cada uno de los eslabones de la industria madre, el vino.
Como lo marca la tradición, el Carrusel comenzó con la Banda de la Policía de Mendoza, que interpretó el Himno Nacional y a partir de él hizo su paso la imagen de la Virgen de la Carrodilla, escoltada por la Federación Gaucha General San Martín (a caballo). A su paso, Griselda López Zalba y Mariano Leotta cantaron en vivo la popular canción dedicada a la imagen religiosa. Fue un momento sumamente emotivo para los mendocinos que lo presenciaron, quienes lo aprovecharon para agradecer y hacer sus oraciones.
Con ese acto inaugural, luego, la calle Chile se convirtió en una pasarela para mostrar la cultura mendocina, el trabajo del vino, de la mano de las embajadoras actuales: la reina Natasha Sánchez y la virreina Giuliana Pilot. Ambas lucieron vestidos con detalles en tul verde y naranja, dos tonos propios de los frutos de la tierra mendocina.
El carro oficial presentaba el escudo, el sol, los viñedos y el cóndor, como los elementos más emblemáticos de Mendoza. La reina agradeció a todas las autoridades presentes, al gobernador, a los turistas y tuvo palabras de cariño para Flor Destéfanis, la única mujer que gobierna un municipio mendocino. Después, avanzó y saludó a los palcos apostados a cada lado.
El carro más alegre, el de Adultos Mayores (con las reinas de la tercera edad), mostró una gran vitalidad al bailar al ritmo de canciones de Michael Jackson y bajo bolas de espejos que terminaban de completar una escenografía llena de color.
Nuevamente, Vendimia para todos, dijo presente, y las reinas y reyes aprovecharon para invitar a todos a la fiesta que se realizará el 11 de marzo, en el Auditorio Ángel Bustelo y que tendrá la actuación estelar de Jimena Barón.
A medida que avanzaba el Carrusel, las reinas de otras fiestas saludaron al pueblo mendocino, adultos mayores, padres y padres con sus hijos, familias enteras que no quisieron perder ningún detalle de las invitadas. Entre las invitadas estaban la soberana de los Estudiantes, del Girasol, del Maní, del Inmigrante, de la Tonada, del Chivo, de la Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas, de la Hispanidad, de la Colectividad Italiana, de las Naciones y el Vino, de los Sordomudos, Miss Orb International y más.
Las reinas se lucieron en el Carrusel
El primer carro en transitar fue el de Santa Rosa, y le siguieron: Las Heras, Lavalle, Guaymallén, San Martín, Maipú, General Alvear, Luján de Cuyo, San Carlos, La Paz, Tupungato, Tunuyán, Maipú, San Rafael, Junín, Ciudad de Mendoza, Malargüe y Godoy Cruz.
En su ingreso por calle Chile, para saludar al palco oficial, la reina Diana Quiroga fue ovacionada. Su familia y la gente que la acompañaba de Santa Rosa decía que iba a ser la segunda reina consecutiva para su departamento. “Y ojalá que Nati (por Natasha, reina saliente), ahora que termina, se dedique a la política y siga los pasos de Flor”, dijo una vecina de esa localidad muy emocionada.
La reina de Lavalle, Morena González, llegó caminando, de la mano del intendente Roberto Righi. La reina de General Alvear, Luisina Rigoldi, fue una de las que se destacó con su saludo en inglés a los turistas.
En algunos tramos se fueron incorporando al desfile distintas agrupaciones gauchas y centros tradicionalistas, que se destacaron por tener a jinetes de corta edad. También los infaltables grupos representativos de la comunidad boliviana. “Mi hija tiene 5 años y está acá. Somos todas familias que conservamos esta tradición y se la transmitimos a ellos”, dijo Carmen, mamá de uno de los “minijinetes”.
Los Payamédicos de Mendoza, también, como ellos lo saben hacer, transmitieron alegría, entusiasmo y amor, como lo realizan en la tarea diaria de animar a los pacientes, más allá de las recetas de la medicina.
Guaymallén mostró un carro con música en vivo y con su representante sin corona, Natalia Mercery, a quien la acompañaban dos músicos y los espumantes propios de su departamento.
Ciruelas, uvas y melones en cuadraditos o enteros en vasitos plásticos, agua mineral fresca, vino y hasta plantines de vid eran los obsequios que se entregaban a los visitantes y a los vecinos de Mendoza.
En tanto, Maipú mostró su espíritu mundialista con un animador que buscaba a los campeones del mundo, es decir todos los que estaban en el Carrusel, al son de Muchachos, el himno de la Scaloneta. Antes, abrieron el paso de la carroza de la cuna del vino, pancartas con mensajes de concientización y controles oportunos contra el cáncer de mama.
Diverso, vibrante y lleno de emoción así fue un nuevo Carrusel espectacular por las calles del microcentro mendocino.
Protestas
Mientras en el Park Hyatt se desarrollaba el Desayuno de Coviar, en donde confluyen los dirigentes que deciden sobre el destino de los mendocinos y argentinos, afuera y con las pantallas gigantes que transmitían los anuncios, el sonido se perdía con las protestas.
Hubo un fuerte rechazo a la minería con el proyecto Cerro Amarillo, el fracking y la defensa de la 7722, pero además los gremios también se manifestaron sobre la necesidad de mejores salarios.
La Asociación de Profesionales de la Salud (Ampros) se mantuvo con sus carteles antes del comienzo del desayuno y la dirigente Raquel Blas sí marchó con una columna de referentes de la Asociación de Trabajadores del Estado, cuestionando la política de los salarios de Mendoza.
