La ministra de Salud, Ana María Nadal, junto con el director General de Escuelas, José Thomas, realizaron la entrega de lentes a estudiantes de la a Escuela Hogar Eva Perón, en el marco de la reactivación del Programa de Integración Social y Sanitaria (Prisys) que había quedado en pausa por la pandemia de coronavirus y este año se retomó con más profesionales de salud que visitan los colegios para la detección de problemas de salud en niños en situación de vulnerabilidad.
En conferencia de prensa, Nadal detalló que “el programa apunta a que los pediatras visiten las escuelas albergue o las urbanas más alejadas para hacer controles médicos a niños en situación de vulnerabilidad, con prácticas como control de peso, control ontológico, signos vitales, agudeza visual, que afecta al desempeño en la escuela”.
La titular de la cartera de Salud detalló que de marzo a la fecha, 1.000 alumnos pasaron por estos controles y este jueves se hizo entrega de lentes. Hasta el momento se han asistido a cinco establecimientos educativos.
“Esto es una política sostenida, no es episódica se seguirá en el tiempo, poniendo en foco y priorizando la salud de los niños”, aseguró Nadal.
Según explicaron, “el PRISYS está destinado a la población infantil en la primera etapa escolar de escuelas albergues, rurales aisladas y urbano-marginales. Se prioriza la idea de que la salud y su atención es un derecho que considera el contexto económico, social y geográfico de los menores”.
Además, aclararon que “el programa también busca concientizar sobre la importancia de adoptar conductas preventivas para tener una mejor calidad de vida. Esto se realiza, además, en coordinación con distintos efectores estatales y privados”.
Por último, comentó que en la última reunión del Consejo Federal de Salud (Cofesa), los distintos ministerios de salud del país se acordó seguir trabajando en las enfermedades crónicas no transmisibles y las crónicas transmisibles, con un fuerte seguimiento en las de transmisión sexual.
Nadal advirtió que hubo un crecimiento en los casos de gonorrea y sífilis, en un 3% sobre los pacientes diagnosticados.