El incremento de casos y la llegada de la segunda ola de Covid-19 es una realidad, pese a que ya se está vacunando a muchos mendocinos. Por ello es que desde el Gobierno se preparan para lo que será el otoño/invierno 2021 teniendo en cuenta, además, lo sucedido en otros países del mundo en donde las vacunas se están aplicando e igual hay contagios, internados y, lamentablemente, fallecidos.
Raúl Salvatore, director general del área Metropolitana Norte del ministerio de Salud, indicó que se seguirá trabajando desde la estrategia funcional, que fue la implementada durante 2020 en Mendoza y que permitió que, aunque el sistema de salud se estresara, no llegara a colapsar como ocurrió en Italia, por dar un ejemplo.
“Nosotros hablamos del concepto de cama crítica, no solo de terapia, y esto permite que la ampliación sea funcional, que es a lo que apuntamos porque lo que es importante es gestionar el recurso. Por esta razón es que planteamos continuidades de asistencia, desde el paciente que tenía la enfermedad leve pero no podía aislarse y se los llevaba a hoteles hasta a algunas internaciones extra hospitalarias donde había formas moderadas y críticas en hospitales”, dijo el funcionario.
Durante 2020 se añadieron 82 nuevas camas de terapia intensiva. Además, en todo el sistema sanitario se invirtieron unos $ 1.800 millones. Según explicaron desde el ministerio, cuando se decide ampliar el sistema de terapias intensivas no hay que pensar que se trata sólo de comprar las camas y los respiradores, sino que también hay que solventar los costos del personal terapista y los tratamientos, por ejemplo.
En tanto, en previsión de la segunda ola, se incorporarán al hospital Central, cuando inaugure su nuevo espacio, otras 32 camas de terapia intensiva para paliar un ingreso de pacientes afectados por el Covid-19.
Al respecto, la ministra de Salud, Ana María Nadal, dijo que el sistema siempre se puede expandir pero que es más difícil con las terapias intensivas, porque el recurso humano es escaso.
Contención amplia
Según explicó Salvatore, todas las ampliaciones se hicieron en los servicios con criterios de cama crítica que podían contener a pacientes que requerían soportes avanzados tales como aquellos de unidad coronaria, recuperación y quirófanos. “Siempre nos planteamos la estrategia funcional más que solamente tener camas en el sistema. Por eso equipamos con monitores y respiradores para tener más camas, pero pusimos énfasis en la gestión de la cama y cómo el paciente iba transitando por los dispositivos según el nivel de complejidad de su patología”, detalló el funcionario.
Continuando, dijo que lo que tiene de característico el Covid es que en un corto tiempo aporta una cantidad creciente de pacientes y de ese número 2.5 a 5% presentan formas graves que necesitan un respirador. “Pero esta patología coexiste con otras. Por eso se planteaba la estrategia desde lo funcional y no establecer servicios estancos porque necesitábamos la cama para otras patologías”, aseguró Salvatore.
De todas formas, indicó que a pesar de que hubo un número elevado de casos y de pacientes con requerimiento de cuidados críticos, no quedaron personas sin internar. Salvatore añadió que empezaron la pandemia viendo lo que pasaba en otros países, donde se aplicó la estrategia estanca que no funcionó. Por ello, aquí al paciente se lo rotaba según el nivel de gravedad de su patología.
“Podía ir a un hotel, a una clínica o, si se seguía agravando, a una terapia intensiva. Dentro de las terapias también había niveles de complejidad. A medida que esos caos se iban solucionando, pasaban a hospitales de menor complejidad”, graficó agregando que este dinamismo es el que hizo que el sistema no se desbordara.
Salvatore destacó que con la experiencia adquirida y con la campaña de vacunación el panorama es distinto ahora. Además, el año pasado todo el sistema estuvo abocado a reforzar la atención y este año a inmunizar a la mayor cantidad de población posible. Además, existe un esquema de ampliación de cada hospital según las unidades que hagan falta.
“El mayor riesgo es relajarse como población. El año pasado aprendimos a cuidarnos y mantener la distancia social, la higiene, el tapabocas. Lo que más tenemos que aprender como sistema, ministerio y población es tener en cuenta que relajarnos es lo peor que nos puede pasar”, dijo.
225 Contagios en Mendoza.
El informe del Ministerio de Salud provincial dio ayer cuenta de 225 nuevos casos de Covid-19 y ninguna muerte. En el país, fueron 10.338 positivos y 133 muertes.
Contagios y ocupación crecen y preocupan
Anoche se conoció la cifra más alta de contagios en lo que va del año en Mendoza (225 casos positivos) y un día antes se supo que la ocupación de camas de Terapia Intensiva por Covid-19 creció, tanto en el sector público como en el privado. El informe semanal del Ministerio de Salud arrojó un aumento de 16,41 puntos en la ocupación correspondiente al Gran Mendoza, que llegó a 62,24%, mientras que en toda la provincia el incremento fue de 9,8 puntos (55,84% ). El sector público tiene 370 camas y el privado, 172. “La situación en el sector privado es similar a la del momento del pico de septiembre de 2020”, informó Rodolfo Torres, coordinador médico de Asociación de Clínicas y Sanatorios, tras el aumento sostenido durante las últimas tres semanas que llevó la ocupación a 86,8% en los adheridos a esa entidad en el Gran Mendoza.