Al mendocino Martín “Tincho” Gavasci –de 31 años y oriundo de Guaymallén– todavía le parece un sueño estar codeándose nada menos que con los más grandes exponentes mundiales del póker.
No es para menos: una vez más, como es habitual, el evento “#55: COLOSSUS No-Limit Hold’em” (Las Vegas, Estados Unidos) se transformó en uno de los más concurridos de la World Series of Poker. Este año el torneo registró 9.399 entradas y entre los participantes sobresalió un hispanoamericano, más precisamente un argentino. Sí, justamente Martín Gavasci.
“Juego desde hace 4 o 5 años, y todo esto que vivo ahora antes lo miraba por televisión. Tener la posibilidad de vivirlo en persona es emocionante. Esta clase de competiciones son inmensas y sumamente exigentes, porque pasamos entre 10 y 12 horas concentrados en el juego”, contó a Los Andes en uno de los escasos ratos libres, en una charla marcada por la diferencia horaria de cinco horas entre Mendoza y Las Vegas.
“Tincho” está cumpliendo su sueño en la meca del juego, al participar por primera vez la WSOP, donde logró debutar en una mesa final de la Serie Mundial, y mal no le fue: llegó hasta el séptimo puesto de este torneo de 400 dólares la entrada. Por su notable actuación se llevó un suculento premio, cuyo monto prefirió mantener en reserva. El premio mayor quedó en manos del ruso Anatoii Zyrin. Pero la cosa sigue, y a Tincho aún le quedan dos semanas de fructífera experiencia en el certamen.
Las primeras manos
Fue en 2017 cuando Gavasci comenzó profesionalmente a volcarse a este universo, que muchos desconocen y que en algunos casos representa un tabú. “Sé que a veces esto se relaciona con la ludopatía, por lo que muchas veces pasa con los juegos de azar, el casino y los malos hábitos, pero es importante destacar que en este caso se trata de una actividad competitiva y que en muchos países existen regulaciones fiscales y figuras legales para el póker. Hay un universo detrás de esto que se desconoce, y mucho más en Mendoza”, advirtió.
Tincho abandonó la carrera de Ingeniería a poco de graduarse, en 2017 cuando hacía poco que el póker había empezado a interesarle durante las juntadas con amigos, donde igualmente, en general, jugaban al truco.
“Un día empecé a interiorizarme porque lo conecté con la materia Estadística, que había estudiado en la facultad, y con todo lo relacionado con lógica, estrategia, matemática y hasta psicología. Para jugar a esto hay que usar mucha cabeza”, fundamentó.
Así fue que Martín se sumió en la lectura, la investigación y la información que encontraba en internet para conocer más de este juego. Y empezó a jugar y a participar de algunos torneos gratuitos. Aún todavía estudiando en la universidad, clasificó en un torneo en vivo en Brasil. “Cuando viajé conocí realmente ese mundo y ese ambiente. Volví con la idea de dedicarme a esto a pleno. Tenía 23 años y lo primero que mis viejos me dijeron fue que estaba loco”, recordó.
El salto profesional
Inició entonces un camino largo y de esfuerzo, porque implicó equivocarse, probar, fallar, aprender. “Entré en una escuela de póker, me capacité y conseguí auspiciantes para los torneos, es decir, alguien que asumiera los riesgos”, dijo.
Poco después uno de los profesores lo invitó a jugar con él. “Era uno de los mejores de la Argentina. Ya en 2020 firmé con un equipo mundial de 120 jugadores y siguiendo con la misma dinámica, es decir, me financiaban”, recordó.
Sin prisa ni pausa comenzó a evidenciarse en Martín un crecimiento que ni él podía creer. “Y llegó esta posibilidad tremenda, después de participar en torneos en vivo con buenos resultados”, manifestó, para ampliar: “Existe cierta transición del online, es decir, la modalidad que practico, al presencial, que requiere otros costos por el valor de las entradas, los traslados y las estadías”, dijo.
En Las Vegas, “Tincho” está viviendo una experiencia inolvidable. “Es el más importante lugar para este juego y existen numerosas modalidades. Es un sueño”, reiteró. “Las cosas me salieron bien y acá estoy desde el 27 de septiembre, con casi 10 mil personas y adquiriendo una gran cantidad de aprendizajes y conocimientos. Me quedan un par de semanas”, anticipó a Los Andes.
En una reciente entrevista realizada en Las Vegas por www.codigopoker.com, Gravasci recordó los pormenores para poder participar del evento, ya que no estaba vacunado y era condición fundamental.
“Primero tenía que tramitar y colocarme la vacuna. La única alternativa era la Jansen, porque es de una sola dosis, y en la World Series Of Poker exigen para jugar la vacuna con 15 días de anterioridad. Sin embargo, en el Estado de Nevada estaba discontinuada. Me impacienté bastante y empecé a buscar dónde colocármela. Finalmente lo logré”, relató.
Sobre cómo se sintió cuando se inició la serie, respondió que el primer día casi se quiebra de emoción. “Estoy rozándome con situaciones que no estoy acostumbrado, jugando con gente muy conocida o que veía por la televisión. En el torneo que estuve jugando en el Wynn, después de perder una mano muy dura, me sentaron en la mesa con Raffaele Sorrentino (NdR: campeón del EPT Montecarlo 2017) y como en el Wynn te obligan a jugar con barbijo empecé a pensar ‘¿Es o no es? Sí, es’”, evocó emocionado.
“Te cae la ficha de que estás en Las Vegas y no podés esperar menos que eso. Al principio quedás impactado, pero ese es el desafío real. Finalmente, te das cuenta que por más monstruo que pueda ser, es una persona que está en la misma que vos”, reflexionó.
“Tincho” remata, feliz y orgulloso, que “el sueño americano” lo acaba de cumplir.