Mariana Martinich era una habitante de Palmira como cualquier otra. Hasta que la vida y la muerte cambiaron radicalmente todo. Años atrás, en el 2018, su historia dio un giro de 180 grados. En ese momento ella hacía bordados artesanales y daba clases para la dirección de familia de la comuna de San Martín y en el resto de su tiempo trabajaba en una empresa de telecomunicaciones. A eso se le sumaba la crianza de su hija y todas las responsabilidades del mantenimiento de un hogar. Así transcurrían sus días hasta que comenzó a tener síntomas parecidos a la gripe sumados a mucha fiebre. Preocupada fue al doctor dos veces y en ambas oportunidades la mandaron a su hogar. Y sucedió lo peor.
El 9 de julio a las 8 ella se sentía descompensada y mal. “Alcancé a mandar algunos mensajes y perdí la conciencia”, inició su relato Mariana. Sentada en su cama, con el carnet de la obra social y su DNI en sus manos perdió el dominio de su cuerpo y fue encontrada por sus familiares quienes la llevaron de urgencia al hospital Perrupato donde atravesaría 27 días en coma y 10 en terapia intensiva.
“Yo no me di cuenta. A mí me contaron que me encontraron totalmente inconsciente. Una enfermera del hospital dijo que me vio entrar en una silla de ruedas totalmente inconsciente”, remarcó y siguió: “Es interesante para que se investigue científicamente y espiritualmente. Yo cuando quedo inconsciente seguí viviendo igual. De repente no sentí más dolor ni más tos, me maquillé, me peiné, busqué la ropa para salir y me arreglé”, sigue su historia Mariana para quien la vida no se detuvo nunca. Siguió pero “en otro plano”.
Estaba en un coma natural y con una neumonía bilateral. “Del otro lado no existe el tiempo. A las 10.30 de la mañana yo llego al hospital con un 1 por ciento de vida y me veo desde arriba en el shock room. Y veo a una chica a la que estaban asistiendo con ventilación. Me veía desde arriba y pensé “pobre chica”. Miré bien y me di cuenta de que era yo. Un médico estaba encima de mi cuerpo literal pero yo lo veía desde otro lado. Yo estaba fuera de mi cuerpo. Había hecho una sepsis generalizada. No entraba oxígeno a mi cuerpo. Yo escuchaba que me decían “Mariana vamos, vamos”. Y sentí el ruido de una camilla que iba rápido”, sigue su relato Martinich quien con el tiempo y tras su recuperación se iba a convertir en la escritora del libro “Coma el viaje”.
¿Qué vivía ella según sus recuerdos en el momento de su internación y pasado el tiempo de resucitación? Algo diferente. “Yo estaba en un cementerio”, remarcó. En su tiempo de coma ella viajó a muchos lugares. Vio cosas que pasaron tiempo después. Conoció seres. Habló con personas muertas que le dieron mensajes para sus familias que luego ella entregó.
“Nunca fui consciente de que estaba internada en coma. Yo creía que me habían secuestrado. Nadie me explicó cuando estaba en coma lo que me sucedía. Encima durante todo este tiempo yo viajaba. Iba a la casa de una amiga, de mi abuela, estuve con mi hija, con mi pareja, viajé a la montaña. Ellos no me hablaban, pero yo sí. Vi mi habitación toda desarmada, mi ropa en bolsas y luego descubrí que estaba realmente así. Me fui a la escuela primaria y a tantos lados más. En estos momentos en los que me escapaba quería denunciar que me tenían secuestrada”, siguió su historia.
“Cuando me despierto –continuó Mariana- recién ahí me entero de que me encontraba internada. Yo solo me vi en el shock room y después seguí viviendo como si nada. Sólo sentía que me secuestraban cada tanto. He hablado con muchas personas que han vivido situaciones como la mía y han atravesado situaciones similares a las que viví”.
¿Cuál es el sentido le da Martinich a esta suerte de viaje? Ella lo tiene muy claro: “Tuve que atravesar esto porque tenía que aprender muchas cosas. Yo venía viviendo esclava de un sistema, del trabajo, de cosas banales y domésticas y me había olvidado de quién era yo. Antes de abrir los ojos me encontré con dos hombres. Estas energías me hicieron ver imágenes de mi vida. Y yo les pedí volver para saludar a mi hija. Yo les dije que tenía misiones acá, en la Tierra. Volví bendecida”.
Coma el viaje
Al volver de este trance que ella tuvo que atravesar y luego de aprender nuevamente a caminar, a hablar, a escribir y a vestirse, Mariana decidió cambiar su vida. Primero escribió su libro que fue publicado en Amazon y que se convirtió en un best seller. Y luego siguió estudiando y profundizando más en lo que había vivido.
Actualmente es participante como co escritora argentina de “Mujer Imparable” 2019 best beller. Escritora del prólogo de “Registros Akáshicos” de Anahí Amín 2019. Colaboradora de la saga de “Belén O’Connor” (segunda parte) de Leo Aníbal Chambon 2020 y se encuentra ayudando a otros escritores a que puedan publicar sus obras. Ella siempre escribió, sin embargo su primer libro no nació hasta que llegó el coma.
La historia se hizo famosa en muchos países y ahora se está conociendo más en Argentina. “No dejó de sorprenderme la vida y ahí decidí a dedicarme a las terapias holísticas y a estudiar a este mundo para entender lo que pasó”, describió la escritora para quien el “más allá” dejó de ser un misterio.