Esposas y familiares de policías marcharon esta tarde para pedir el cambio de carátula en el caso del efectivo del Este que mató a un joven cuando estaba con su novia en la plaza de San Martín en una supuesta situación de robo.
Aunque en un primer momento se pensó que había actuado en legítima defensa este martes, la Fiscalía de San Martín imputó al uniformado por homicidio agravado ya que el intercambio se habría dado tras una discusión entre el uniformado, la víctima y el acompañante de este último.
“Hoy la familia policial, penitenciaria y la fuerza de seguridad está acompañando a N.M. Hoy sabemos que nuestros policías tienen las manos atadas, hoy sabemos que nuestros policías están trabajando sin garantías”, explicó a Los Andes Liliana Cortez, presidente de la asociación de esposas y familiares de la Policía de Mendoza.
“Los mendocinos están necesitando que el policía lo defienda pero tiene las manos atadas. Hoy pedimos la liberación del policía y el cambio de carátula y que quede claro, no nos vamos hasta que cambien la carátula. Nicolás actuó en legítima defensa”, agregó.
Decenas de personas, en su mayoría mujeres, marcharon por las calles de San Martín y pidieron la liberación del efectivo. Además, exigieron Derechos Humanos y garantías para las Fuerzas Armadas.
Giro en la investigación y pruebas
La versión inicial indicaba que en la tarde noche del domingo pasado, dos jóvenes identificados como Mariano Leonel Tello (21) y Daniel Gustavo Giménez Vega (18) quisieron asaltar al efectivo y a su pareja cuando estaban sentados en un banco de la Plaza de San Martín.
Tras una pelea de puños, el policía cayó al piso, sacó su arma reglamentaria y le disparó a Giménez. Lo hirió de muerte. Ante esto, el joven que estaba con la víctima le sacó la pistola al efectivo y se fue corriendo. Minutos después lo detuvieron.
Sin embargo, cuando los investigadores revisaron las cámaras de seguridad de la zona y accedieron a un “audio” de los testigos del hecho, la situación cambió sustancialmente.
Luego que declarara la novia del policía y un hombre que estaba sentado en un banco cercano, establecieron que el disparador de la muerte del chico Giménez no fue el un robo o un intento de robo sino una discusión.
Con este nuevo panorama el fiscal Gustavo Jadur, supervisado por su jefe Oscar Sívori, imputó al oficial por el delito de homicidio agravado por uso de arma y por ser integrante de una fuerza de seguridad.