Pidiendo por todas las mujeres que ya no están y por las que sufren violencia machista en cualquiera de sus formas, unas 25.000 manifestantes, según las organizadoras, se concentraron en la capital mendocina levantando como principal consigna la declaración de una Ley de Emergencia.
Movilizadas por el día de la mujer y tras los 55 femicidios registrados en lo que va del año, mujeres y disidencias mendocinas se hicieron escuchar en este 8M. Exigen políticas concretas para poner fin a la violencia de género, una actuación más rápida por parte de la justicia, salario universal digno y derechos contra la precarización, entre otros, la comisión de Ni Una Menos, en conjunto con distintas organizaciones sociales y políticas, presentó un documento en el cuál destacó avances y puntos a conquistar.
Documento conjunto
El escrito, señala: “Hoy, de una vez por todas, dejamos atrás una desigualdad de muchos años. Somos conscientes de que conquistamos un derecho por el que nos organizamos y finalmente podemos decidir para comenzar a ejercer nuestra autonomía. Ahora exigimos el cumplimiento efectivo de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”. Y agrega: “Ninguna de nosotras debe ser juzgada ni encarcelada por hacerse un aborto”. La lectura se realizó en las primeras cuadras de la marcha, luego el acto continuó en la emblemática Plaza Independencia.
Al mismo tiempo, el escrito destacó que “lucha que se pierde es la que se abandona”, invitando a no dejar de pelear por derechos aún no alcanzados. Entre ellos, resonaron fuerte el pedido de declaración de una Ley de Emergencia Provincial y Nacional (muere una mujer cada 29 horas por violencia machista en lo que va de 2021), políticas públicas efectivas, salarios y jubilaciones dignas, implementación de Educación Sexual Integral, acceso real a cambios integrales, aplicación de la Ley Micaela y Ley Simple.
Las más de una docena de agrupaciones que se hicieron presentes también alzaron la voz para repudiar la designación de jueces y juezas sin perspectiva de género y la actuación de la policía de Mendoza. Denunciaron a la justicia, pidieron la renuncia del Ministro de Seguridad, Raúl Levrino y del jefe de la policía, Roberto Munives y exigieron que el gobernador de la provincia se haga responsable de los casos sucedidos en nuestra provincia.
“La violencia machista se incrementó en cuarentena y, en lo que va de 2021, se ha encarnizado con nosotras. El femicidio de Florencia, Úrsula, Guadalupe, niñas trans, travestis y de todas las mujeres que fueron asesinadas exige políticas de fondo. Necesitamos un sistema judicial debidamente capacitado para un abordaje integral y efectivo contra las mujeres, niñas y disidencias”, demandaron. Y continuaron: “Nuestras vidas corren peligro, por eso decimos que estamos en emergencia. El gobierno nacional y provincial son responsables, ya que ellos les echan la culpa a las propias víctimas. Nos responsabilizan de la violencia y protegen al agresor. No queremos sentirnos valientes, queremos sentirnos seguras”.
En base a lo anterior, consideraron esencial destinar más fondos a la prevención de la violencia de género, a disidencias, educación, salud, vivienda y trabajo. Además, pidieron capacitación urgente para todos los cuerpos del Estado y una transformación social estructural: “Gritamos emergencia provincial ya. Reforma judicial feminista”.
Durante el acto, se mencionó a las 55 mujeres asesinadas en este año y se pidió justicia por el femicidio de mujeres indígenas que “son escondidas por el patriarcado”. Además, se llevaron adelante intervenciones artísticas con murgas y bandas feministas. También encendieron fuego y arrojaron a las llamas los nombres y fotos de femicidas.
Un reclamo que recorrió las calles de toda la Argentina
Miles de mujeres salieron ayer a las calles porteñas para manifestarse una vez más contra la violencia machista y la desigualdad de género, mientras que la dirigencia política del país firmó un compromiso para establecer políticas que den respuestas a los históricos reclamos.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, hubo una masiva concentración frente al Congreso. Participaron el colectivo Ni Una Menos, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), agrupaciones políticas y sociales, trabajadoras de la economía popular y autoconvocadas.
Se convocó a un paro de mujeres y hubo marchas en simultáneo por el 8M en distintos puntos del país. La de mayor concentración tuvo como epicentro los alrededores del Congreso. Allí, unas 45 mil personas se reunieron este lunes para decir basta a la violencia de género y a los femicidios como principales banderas.
Plaza de Mayo y el Obelisco fueron desde temprano epicentros de una marea de manifestantes, que volvieron a exigir a la justicia compromiso en la defensa de las víctimas y mayor celeridad a la hora de condenar a los femicidas. Esta fue la primera gran concentración feminista después del 30 de diciembre, fecha en la que el colectivo de mujeres de la Argentina logró una conquista histórica con la sanción de la ley que legalizó la interrupción voluntaria del embarazo.
En todos los puntos de encuentro, en la Capital Federal y otras ciudades del país, hubo un fuerte llamado a la Justicia y a las fuerzas de seguridad para que colaboren contra la impunidad de los femicidas y que actúen con mayor celeridad ante denuncias.
Datos del Registro Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios, Lesbicidios y otras muertes violentas indica que tres de cada diez víctimas habían denunciado a su agresor con anterioridad en al menos una oportunidad.
Frente al Congreso las mujeres pidieron formalmente al Estado que se declare la Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres y políticas concretas para reducir la brecha de género en el ambiente laboral. “Vivas, libres y con trabajo nos queremos”, fue una de las frases más repetidas.