Un hecho ligado al horror ocurrió en la madrugada del pasado lunes, luego de que un grupo de personas robara tres ciervos axis del Complejo Ecológico Municipal de la ciudad de Sáenz Peña, Chaco, para carnearlos y comerlos en un asado.
Tras matarlos a palazos, se los llevaron del zoológico y los prepararon para la comida de esa noche. Sin embargo, fueron encontrado por la Policía y no consiguieron concretar su objetivo.
Fue hacia media mañana cuando las autoridades del lugar notaron la falta de los ciervos y el alambrado perimetral cortado, por donde escaparon los responsables. A continuación, se inició un operativo de seguridad conducido por la División Rural para hallar los animales, según publicó el medio local Diario Norte.
El director del Complejo Ecológico Municipal, Jorge García, comunicó que los culpables “podrían ser los mismos delincuentes de siempre, serían unos vecinos del barrio Antonio Zafra, que viven prácticamente pegados al predio”.
Y continuó: “Este nuevo hecho se suma a otros con características similares, incluso robaron chanchos y avestruces a los que luego de matarlos y desplumarlos los cocinaron de la misma manera”.
A partir de la denuncia por el robo de los ciervos, efectivos policiales de la División Rural comenzaron la búsqueda para rastrear a los animales a partir de las huellas que encontraron en el lugar. Además, gracias a un rastro de sangre consiguieron llegar hasta una vivienda en el barrio Antonio Zafra, en consonancia con la hipótesis que barajaba García.
Así, ingresaron a una finca donde se llevaba adelante una celebración con música. Tras anunciarse, los efectivos fueron recibidos por una mujer, que los dejó pasar. Dentro de la propiedad, en el patio, observaron que en la parrilla encendida se encontraba uno de los ciervos. Los cuerpos de los otros dos animales también estaban en el lugar.
Tras el operativo, el fiscal a cargo ordenó el secuestro de la evidencia y la detención de uno de los presentes a causa de su presunta participación en el crimen. Finalmente, el médico veterinario Jonathan Enrique corroboró que la carne asada correspondía con los animales robados.