Los tratamientos y cirugías para cambiar la identidad sexual en Mendoza se duplicaron en dos años

Estas prácticas se vienen realizando entre una y dos veces al mes desde el 2023, de forma gratuita y con abordaje integral al paciente en todos los efectores de salud pública de la provincia. Actividades por el Mes del Orgullo.

La marcha del orgullo LGBTQI+ en Mendoza suele realizarse en diciembre, pero hay actividades en junio también. / Los Andes
La marcha del orgullo LGBTQI+ en Mendoza suele realizarse en diciembre, pero hay actividades en junio también. / Los Andes

En Mendoza ya se realizaron más de mil hormonizaciones y cirugías para cambiar de identidad sexual. Los números se desprenden de la Dirección de Género y Diversidad de la provincia, una entidad que funciona desde el 2015, con el fin de garantizar los derechos, históricamente vulnerados, de las personas que integran el colectivo LGTBQ+.

Lo llamativo es que este tipo de intervenciones medicamentosas y plásticas crecieron por encima de la media anual y casi se duplicaron en los últimos dos años en todo el territorio provincial. Se estima que, hasta ayer, se practicaron unas 900 hormonizaciones (tratamiento semanal y mensual con fármacos para modificar el cuerpo en función de la identidad de género autopercibida); hubo más de 20 vaginoplastías, y cerca de un centenar de masculinizaciones. Estas dos últimas son cirugías complejas porque consisten en una reconstrucción genital y requiere de un acompañamiento integral en el posoperatorio.

Según resultados que arrojó en 2022 el primer relevamiento integral y provincial, llamado Ficha de Atención a Personas del Colectivo LGTBQ+ en Mendoza (el primero en el país), eran 500 las hormonizaciones hasta ese entonces, mientras que las vaginoplastías eran 10 y las masculinizaciones, 60.

En diálogo con Los Andes, la subdirectora de Género y Diversidad Fernanda Urquiza adelantó que, a fines de este año, se publicará el segundo informe integral sobre el colectivo en Mendoza. En tanto, aseguró que los números van modificándose mes a mes y que, por ejemplo, los tratamientos hormonales como la cirugía de cambio de sexo, se vienen realizando entre una y dos veces al mes desde el 2023, de forma gratuita y con abordaje integral al paciente en todos los efectores de salud pública de la provincia.

Este tipo de tratamientos e intervenciones son posibles gracias a la ley de Identidad de Género, vigente desde el 2012, que contempla la posibilidad de que personas del colectivo sexual no binario en la Argentina pueda cambiar su identidad sexual en materia corporal y legal, a través del cambio del Documento Nacional de Identidad (DNI).

La comunidad LGBTQI+ celebra el Mes del Orgullo. / Los Andes
La comunidad LGBTQI+ celebra el Mes del Orgullo. / Los Andes

Ahora bien, ¿por qué en solos dos años se aceleró la cantidad de prácticas de este tipo cuando hace más de una década está el derecho garantizado para la comunidad LGBTQ+? Desde el Gobierno provincial aseguran que al principio hubo que cambiar la mentalidad, quitarse prejuicios, mandatos, miedos sobre el drástico cambio corporal y también una necesidad de informarse más sobre los pros y contras. También se debió organizar y capacitar el Estado en materia de salud pública con respecto a las nuevas intervenciones.

Luego, en 2020 y 2021, con la pandemia, se interrumpieron muchos de los tratamientos e intervenciones quirúrgicos programados. Desde hace dos años, este tipo de asistencia sanitaria continúa garantizándose en la provincia y la demanda va en aumento.

Actualmente, la lista de espera en Mendoza para acceder al cambio de identidad sexual oscila, en promedio, los 6 meses, mientras que hospitales públicos de otras provincias, como en Buenos Aires, el promedio suele elevarse a tres años, según subrayó Urquiza.

Casi 500 DNI con nueva identidad de género

En el caso del cambio de identidad mediante el cambio de DNI, los números también se actualizaron desde el último informe oficial publicado en 2022. Es que de 322 documentos nuevos que coinciden con la autopercepción de la persona, la cifra trepó casi a 500 en total. Sin embargo, no es condición excluyente cambiar el DNI para acceder al tratamiento hormonal o a una cirugía de reconstrucción genital, según establece la Ley nacional (N 26.743) de Identidad de Género.

“Como no es requisito excluyente hay personas que prefieren no hacerlo por diferentes razones. Algunas por el trabajo donde están, otras porque sienten que no es necesario hacerlo, otras porque el trámite puede ser muy largo. Lo cierto es que no hay una demanda tan grande del cambio de documento, al menos, en Mendoza”, explicó la subdirectora de Género y Diversidad.

“Más allá de que no es excluyente muchas personas que han querido cambiar su DNI se encuentran con mucha burocracia y demasiadas trabas con el Renaper (Registro Nacional de las Personas), por lo que termina desalentando la posibilidad de hacer el trámite”, se quejó, por su parte, Zila Guevara Vicencio, activista del movimiento LGTBQ+ en Mendoza.

El cupo laboral trans: una ley nacional polémica en Mendoza

Mendoza no adhirió a ley nacional sancionada en junio de 2021, que establece un cupo laboral del 1 % para personas transgénero en diferentes reparticiones del Estado. Y el tema genera críticas y reclamos por parte del colectivo LGTBQ+ hacia el Gobierno provincial.

Fernanda Urquiza, subdirectora de Género y Diversidad.
Fernanda Urquiza, subdirectora de Género y Diversidad.

Consultada por este tema, Fernanda Urquiza aseguró que, si bien Mendoza no adhiere en lo formal, dijo que sí existe el cupo laboral trans del 1 % en casi todos los municipios. La diferencia que se planteó en la provincia es que la persona trans que obtenga el trabajo debe finalizar sus estudios secundarios. En el caso de la ley nacional no existe tal requisito.

“A nosotros nos parece fundamental que el requisito para poder trabajar en una entidad estatal sea el de finalizar el nivel secundario. Creo que es parte de dignificar y darle autonomía a las personas transgénero y no simplemente darles trabajo por su condición sexual. No es bueno para el Estado ni para el colectivo”, argumentó la funcionaria, quien señaló que está vigente el convenio entre todos los municipios de Mendoza y la Provincia, con excepción de Malargüe y Lavalle, que no aceptaron la propuesta de inclusión.

La terminabilidad educativa no deja de ser un flagelo para la comunidad trans en Mendoza. Según la Ficha provincial de Atención a Personas del Colectivo LGTBQ+ difundida en 2022, la gran mayoría de las personas relevadas (36%) no había concluido sus estudios secundarios.

Mientras tanto, integrantes del LGTBQ+ insisten con que la ola de despidos en el nuevo contexto político nacional azota, especialmente, a personas trans, dejándolas en la marginalidad laboral, en muchos casos, changas, trabajo en negro y prostitución.

El cierre del INADI y 133 denuncias “no resueltas”

También el reciente cierre del Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (Inadi) dejó en alerta a la comunidad LGTBQ+ en Mendoza y eso será parte de los reclamos durante el Mes del Orgullo en Mendoza. Sin embargo, y según la subdirectora de Género y Diversidad, la decisión del Gobierno nacional generó un vacío a “nivel simbólico”, aunque en lo práctico -señala Urquiza- el organismo “no funcionaba”.

Es que, desde el cierre del Inadi en Mendoza, todas las denuncias por discriminación en materia de diversidad sexual fueron a parar a la Dirección de Género y Diversidad. En este sentido, Urquiza asegura que el Inadi tenía 133 denuncias por discriminación hechas desde hacía tres años y sin resolver.

En estos pocos meses ya resolvimos 70 denuncias y el resto continúa en trámite. Desde entonces, hemos recibido otras 12 denuncias por discriminación”, contó la funcionaria. ¿La discriminación más común? En lo laboral y en lo social. Algo que, a pesar de las leyes vigentes, sigue siendo el gran desafío a conquistar para ese colectivo.

Atención para la niñez y la adolescencia LGTBQ+ y sus familias

Hace apenas dos semanas, la Dirección de Género y Diversidad abrió un nuevo espacio de orientación, contención y asesoramiento, no solo para personas que atraviesan sus infancias, adolescencias y juventudes con diversas orientaciones sexuales, sino también para sus familiares.

“Ha habido tanta demanda, tanto pedido de información y ayuda que este mes decidimos abrir espacios individuales y grupales. Es importante el acompañamiento de las familias desde temprano porque evita muchos problemas, incluso hasta suicidios en los más chicos y jóvenes”, explicó Urquiza.

El caso de un chico de 13 años con cambio de identidad de género en el DNI y que no logró reconocimiento escolar, impulsó cambios en la DGE hace cuatro años.
El caso de un chico de 13 años con cambio de identidad de género en el DNI y que no logró reconocimiento escolar, impulsó cambios en la DGE hace cuatro años.

Actualmente son 30 familias que están siendo asistidas por esa repartición para acompañar la decisión de sus seres más queridos.

Para más información se puede recurrir a la Dirección de Género y Diversidad (San Martín 407, Ciudad) de lunes a viernes de 9 a 13, o pedir turnos al Whatsapp de esa repartición (2612785085).

Agenda para celebrar el Mes del Orgullo

En la provincia, la marcha, propiamente dicha, del Orgullo se realiza en las primeras semanas de diciembre por una razón estacional. Sin embargo, cada 28 de junio y los días siguientes suelen realizarse actividades diversas para visibilizar reclamos (adhesión a la ley nacional del Cupo Laboral Trans, a la Ley sobre VIH y Tuberculosis y políticas de protección al colectivo LGTBQ+, entre otros). La propuesta, además, incluye espacios de encuentro, intercambio cultural, esparcimiento y debate.

Este año, la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo en Mendoza tiene previstas las siguientes actividades.

  • Jueves 27 y durante cuatro jueves más: ciclo de cine debate durante en la Nave UNCuyo. Será a las 20 o las 21 (según el día).
  • Viernes 28: Ciclo de Animé Orgullo. Función doble en el Microcine Municipal, a las 21. Entrada libre y gratuita.
  • Sábado 29: “Ranchadita del Orgullo”, encuentro de lectura de documentos, música e intercambio en el Parque Central de 10 a 16, en conjunto con la VidaFeria. Gratis.

Intolerancia y discriminación

Zila Guevara Vicencio nació y creció en el seno de una familia evangélica, en un pueblo a las afueras de la villa cabecera del departamento de Rivadavia, en el Este mendocino. Su niñez y adolescencia estuvieron atravesadas por la contención de una sociedad y una familia que cobijaba todo lo que estuviese dentro de las reglas. Y la homosexualidad, por supuesto, no entraba en los decálogos de lo aceptado.

En el 2016, y finalizando el secundario, Zila empezó a darse cuenta de que le gustaban las chicas. “Me cuestioné un montón de cosas, no fue fácil. Me daba miedo sentir lo que sentía, de que era lesbiana. Cargaba con mis prejuicios y con los de mi familia. Hasta que vi la serie Glee, donde había relaciones homosexuales, me hizo ver que lo que me pasaba también le pasaba a otres. Entonces, cuando ingresé a la universidad salí del closet y se lo conté a mi familia”, resume Zila, estudiante de tercer año de Medicina, tallerista de Educación Sexual Integral (ESI) y activista LGBTQ+.

Cada año, la comunidad LGBT reclama en Mendoza por sus derechos.
Cada año, la comunidad LGBT reclama en Mendoza por sus derechos.

Aunque parezca ficción, en el siglo XXI y con un puñado de leyes nacionales vigentes que garantizan derechos al colectivo no binario del país, Zila no encontró apoyo familiar por manifestar su orientación sexual. “Solo mi hermana menor me dijo que me amaba igual, incondicionalmente, más allá de quien me gustase”, recuerda la estudiante.

Si bien hoy la “tormenta” familiar pasó y Zila volvió a recuperar el diálogo con su madre, el hecho de militar el feminismo y poner en alto los derechos del colectivo LGBTQ+, la ha llevado a ser víctima de discriminación y hostigamiento en diversos ámbitos, sobre todo, con algunos pares de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo.

“Eso me llevó a una depresión, pero ya salí y tengo muchos privilegios que otros del colectivo no tienen. Por eso, alzo la voz. Trabajo, estudio y pago un alquiler. Hay muchos que aún siguen en la marginalidad y pierden su trabajo por su condición sexual”, insiste Zila, cuyo relato parece reflejar otra época de Mendoza y el país. Pero no.

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