Este 23 de junio en la noche y en las primeras horas del 24 se producirá en el mundo un fenómeno que sucede año y tras año y que no se trata de superstición, sino de verdadera magia, de conexión inmaterial que trasciendo lo tangible.
Muchos conocedores del tema garantizan que la noche del 23 de junio es una de las más mágicas del año a partir de las doce de la noche por la llegada del verano y el invierno, de acuerdo a cada hemisferio y del nacimiento de San Juan Bautista.
Con este gran motivo para festejar, la noche se llena de ensueño y esperanza, todo tiene una luz especial sin un color específico que invita a armar hogueras como las protagonistas de la gran noche especial.
También los rituales de buena suerte son parte de la celebración, el festejo por el cambio de estación. La energía positiva proviene del universo, del cosmos.
Es la noche ideal para pedir por estar sano, tener dinero, gozar del amor. Uno de los rituales más populares es cascar un huevo y volcar la clara dentro de un vaso de agua. Luego colocar el recipiente en la ventana del dormitorio y pedir un deseo. A la mañana siguiente enterrar la clara en el jardín o en una maceta.
También, en esta fecha otro de los rituales practicados es el de los tres deseos. Para hacerlo se debe encender una vela de cera y un sahumerio con un fósforo de madera para luego escribir tres deseos en tres papelitos distintos. Luego se doblan y se queman con la llama de la vela. Los restos, las cenizas, hay que echarlas al mar, a un río, o al agua corriente.
Con el fin de alejar lo malo, hay una práctica muy usual en esta época del año que consiste en tener una vela de cera negra natural. En la parte de debajo de la vela se debe frotar hasta encontrar la punta de la mecha y escribir, con una lapicera, el nombre y apellido, de arriba abajo. Luego se enciende la vela un fósforo de madera a las 12 de la noche y cuando la vela se haya consumido hasta la mitad se debe dar vuelta y se debe prender la mecha de la parte inferior: “Que todo el mal que tenga se marche por donde ha venido”. Luego dejar que se consuma y tirar los restos por una corriente de agua.
Otro ritual más sencillo es lavarse la cara a las doce de la noche para conseguir salud todo el año.
¡Buena suerte!