Luego de que se confirmara que ya está listo el protocolo sanitario para la reapertura de salas, hay gran expectativa del sector que lleva 10 meses cerrado. Aún no se ha definido cuándo empezarían a funcionar.
Martín Álvarez Morales, presidente de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantalla y CEO de Cinemark Hoyts, dialogó con Los Andes refiriéndose, también, a la situación local. “En Mendoza hemos presentado un protocolo y creo que debería estar al salir, más con este respaldo nacional en el que las provincias pueden apoyarse”, indicó.
El documento presentado a la Nación, que aún debe ser aprobado, fue el resultado del trabajo articulado entre agrupaciones del sector, el Ministerio de Cultura de la Nación, a través de la Secretaría de Desarrollo Cultural, y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
El respaldo de los organismos estatales es fundamental para lograr que, finalmente, el protocolo cuente con aval nacional. No obstante, Álvarez Morales precisó que, en lo particular, “cada lugar podrá volverlo más laxo o restrictivo de acuerdo a su realidad sanitaria”.
Mientras las tres cadenas de cines que funcionan en Mendoza aguardan las definiciones de las autoridades provinciales, todas coinciden en que aún no hay una fecha cierta de reapertura.
Diego Bachiller, gerente general de Cinépolis, dijo que, una vez aprobado el protocolo, “cada jurisdicción debe pedir la excepción de la norma nacional que prohíbe la actividad”, destacando que desde el sector vienen “trabajando, empujando mucho, desde hace meses”, para conseguirlo.
Para dar con el documento en cuestión, se utilizaron como base los antecedentes de otros países que ya habilitaron la actividad, para asegurarse que todo fuese acorde a las medidas sanitarias más seguras.
Desde el Ministerio de Cultura aclararon que los cadenas de cine no han abierto aún porque los responsables de las mismas “manifestaron que era imprescindible la apertura simultánea de salas en distintos lugares del país para hacer posible una cartelera de estrenos”.
Más allá de la alegría del sector, todos coinciden que se debe esperar a la respuesta del público. Las salas, en principio, funcionarán al 50 por ciento de su capacidad, debiendo garantizarse que las butacas de los lados y las de inmediatamente atrás y adelante de la que está ocupada se mantengan vacías. Teniendo en cuenta los antecedentes de otros países, Álvarez Morales se mostró cauto, porque “hay que ver qué va a pasar con la gente, porque por las redes vemos que algunas personas están desesperadas, pero sabemos que otras que tienen temor.
Debido a esto, y al funcionamiento a la mitad, el CEO de Cinemark Hoyts adelantó que “los primeros meses no va a ser rentables, vamos a ir pérdida”, algo que ha pasado en todos las ciudades donde la actividad ya ha vuelto a nivel mundial.
Grupos de 6 personas y a 1,5 m. del resto
Además de funcionar a la mitad de su capacidad y mantener libres las butacas circundantes, el protocolo también prevé que los espectadores asistan en grupos. Las denominadas ‘burbujas sociales de recreación’ tendrán un máximo de 6 personas entre las que no será necesario el distanciamiento. Yendo individualmente o en grupo, se deberá garantizar entre 1,5 y 2 metros de distancia del resto de los asistentes, evitando el acercamiento de grupos no vinculados.
Las salas serán higienizadas y sanitizadas antes y después de cada función. El uso de tapabocas será obligatorio, excepto para beber o comer. El cronograma de funciones deberá minimizar la congestión de público al entrar y salir, permitiendo lapsos para limpiar y desinfectar el lugar.