Las acequias y los árboles son parte del paisaje de la Mendoza urbanizada, los núcleos poblados de nuestra provincia semidesértica. Son parte del patrimonio mendocino, pero vale la pena sumar a esta categoría a los carriles y accesos mendocinos, que por más de 80 años han mantenido comunicados a los mendocinos.
El carril Bandera de los Andes, el Mathus Hoyos, en Guaymallén; el Sarmiento o el Cervantes-San Martín en Godoy Cruz-Maipú-Luján; la ruta provincial 143, que sirve de entrada a la ciudad de San Rafael o el Isidoro Busquets, que une Junín con San Martín, son algunos de los típicos caminos de mendocinos. De hormigón y con grandes plátanos que los cubren. Es una postal que se puede encontrar en cualquier departamento.
Uno de los más importantes es el carril Bandera de los Andes, llamado también Carril Nacional, ya que hasta hace unos 50 años era la principal entrada a la ciudad capital.
Desde el municipio de Guaymallén explican: “Con la llegada del siglo XX, el departamento afianzó su posición en cuanto a nexo clave hacia la capital nacional. Así, se fueron estableciendo ciudades-postas como Rodeo de la Cruz, Kilómetro 8 y Kilómetro 11. Para la década de 1940, comenzó la construcción de la llamada Avenida de Acceso Este (ruta nacional 7). Pero hasta ese entonces, el Bandera de los Andes, ubicado a unos 300 metros al norte del Acceso Este, era la entrada principal. En las páginas del municipio puede leerse, por ejemplo que en los 40, la actual bodega Los Toneles tenía su entrada principal por Bandera de los Andes. “Antiguamente, el frente se ubicaba sobre la actual Bandera de Los Andes, que funcionaba como carril principal de ingreso este a la provincia. Desde allí podían observarse grandes persianas, que permanecían abiertas durante el día ofreciendo una vista hacia el Salón Magno donde reposaban 46 toneles de roble”, señala la página Burbujas y Sabores.
Otro detalle muy importante son los chalets ubicados sobre esta avenida principal, muchos de ellos todavía se mantienen en pie y son testigos de una época de esplendor de este lugar.
Por otra parte, el carril Mathus Hoyos recorre El Bermejo y El Sauce, una zona muy pintoresca donde resalta el paisaje rural, un sitio elegido por muchos artistas para vivir.
Carlos Frías, de la Casa Museo Molina Pico, de Guaymallén aclara que en la etapa colonial, el principal acceso a la ciudad fue la llamada Calle Larga, hoy Pedro Molina. Él recuerda: “Los antecedentes más antiguos de esta vía se remontan al siglo XVIII, debido a que en documentos de esta época es cuando aparece primeramente mencionada. Era un camino directo que comunicaba con la ciudad capital, lo cual agilizaba el tránsito, en especial para los que venían desde Buenos Aires”.
Frías también menciona que Rodeo del Medio era la última posta del Camino Real del Oeste (Buenos Aires-Mendoza). Luego el viajero debía atravesar el Carril Nacional (actual calle Bandera de los Andes) y el humedal conocido como la ciénaga del Bermejo, doblar por la calle de Sotomayor o de las Carretas (actual Las Heras de Pedro Molina), enganchaba por la Calle Larga y por su continuación (actual Beltrán) se salía directo a la Ciudad de Mendoza, más específicamente en lo que hoy es la Plaza Pedro del Castillo, actual Área Fundacional.
La pavimentación de las calles en los años 40 posibilitó el crecimiento de ciertos lugares, en Godoy Cruz, por ejemplo, comienzan a edificar viviendas particulares, bodegas y establecimientos agrícolas sobre los carriles Cervantes, Sarmiento y Perito Moreno.
En la zona Este, el carril Isidoro Busquets es uno de los más tradicionales y conocidos, une a Junín con San Martín. Sobre esta vía, Javier Hernández, periodista y escritor de Junín, expresa: “Se destaca por los enormes plátanos que acompañan todo el camino de unos 5 kilómetros y que forman un “techo” de ramas y hojas, lo que da a todo el recorrido una vista muy linda, además de ser una zona muy fresca en verano. La vista de la Isidoro Busquets es una de las mejores postales de la región, más que nada porque el carril va en su mayor tramo por entre viñedos”.
Jorge Sosa, vecino de Junín, exfuncionario municipal y hoy legislador provincial, comenta que el Isidoro Busquets era el antiguo camino a la ciudad de Mendoza. “Tomábamos Busquets hasta la ruta 50, Palmira, Fray Luis Beltrán, Rodeo del Medio hasta Bandera de los Andes; luego se construyó la avenida de Acceso”.
Sosa, que es ingeniero de profesión destaca la calidad de estos pavimentos realizados en esas primeras épocas y ese parece ser el secreto de la durabilidad. “Están hechos de hormigón y a pala. Es un trabajo muy bien hecho, con hormigón de un espesor de más de 20 centímetros, con pasadores de hierro, como corresponde. Es un trabajo de primera calidad”, explica, y aclara que sabe muy bien del tema porque en los 90, tenía una empresa constructora y ganó una licitación para hacer una reparación del hormigón en ese carril. Y agrega que todo el conjunto tiene una visión ambiental excepcional, con árboles hacia ambos lados, como sucede en la mayoría de las antiguas vías mendocinas.
Para el caso del Busquets, comenta que durante su gestión como secretario de Obras Públicas de Junín, se hizo el alumbrado público del carril y luego se trazaron las ciclovías para unir la ciudad de Junín con La Colonia. “Esos fueron los últimos avances que logramos hacer en el carril, debido a una necesidad actual, porque el tránsito se incrementó muchísimo”.