A poco de cumplir 137 años la presentación de Los Andes Diario papel dio la sorpresa este domingo por su nuevo formato. El tamaño sábana ya no acompañará las mesas de café ni los hogares donde la noticia se prefiere impresa. Ese tamaño ya no estará entre las manos de los mendocinos sino uno más pequeño, más cómodo y con un rediseño más atractivo para la lectura.
Para Los Andes, este cambio de imagen significó una adaptación a los tiempos modernos y a la competencia digital; potenciar sus contenidos y por sobre todo, seguir garantizando el compromiso periodístico y la confiabilidad.
José Lucero (75) es un vecino del matutino, y en diálogo con Los Andes confió que es “un leal lector. Leo el digital también pero prefiero el papel porque es una antigua costumbre. Uno se sienta en la mañana, se toma el café y se pone a leer el diario. Es un tamaño muy cómodo, es muy agradable, más moderno. Está excelente”.
Por su parte, Rubén Valdés (67) se mostró entusiasmado y confesó ser un seguidor de periodistas y columnistas de este medio.
“Es muy lindo, con buena letra, colores suaves y el tamaño de las fotografías. Es de fácil lectura para poder -como cada mañana- disfrutar informarse. Desde los 10 años leo Los Andes, mi viejo lo compraba y siempre preferí el papel. Hoy los hijos se manejan con el teléfono celular. Pero prefiero el diario impreso porque la noticia queda acá, plasmada”, sostuvo.
Los Andes es un grande del Interior que continúa marcando tendencias, y paralelamente sigue siendo fiel a su tradición. Marcó el paso de los años y de generaciones. Hoy, pese a los otros soportes digitales existentes, Los Andes papel sigue siendo preferido como medio de actualización de noticias a nivel local, nacional e internacional.
Isabel Burgos (70) y Miguel Ángel Bagnato (69) es un matrimonio al que sorprendimos en un café mientras extendían las páginas del diario.
Isabel “lectora de toda la vida” lo describió como “mucho más práctico para manejarlo. Lo leemos normalmente los domingos y lo elegimos porque siempre me pareció de contenidos muy completos”.
En tanto que su marido expresó que “a los nietos les llevamos el Tintero, porque es una forma de transmitirle la lectura. Ellos se divierten mientras nosotros también lo leemos. Si bien leo todos los contenidos en general, el económico es fundamental. Y después la política y el deportivo. Este nuevo formato me gusta más que el sábana. Es más simpático”, aseguró.
Finalmente, Guillermo Alaniz (56) coincidió con las opiniones anteriores y consideró que “es más adaptable para nosotros”. Alaniz es taxista desde hace 39 años y confió que hace cerca de 30 que es lector de Los Andes.
“El otro era más incómodo, a este lo ves, lo dejás ahí (señala el asiento del acompañante) sin tener que doblarlo ni que moleste por su tamaño. Y por dentro, se ve más ordenado. No tengo una sección favorita. Para matar el tiempo, que a veces tenemos arriba del taxi, leo todo”, concluyó.
Este nuevo diseño, que unificó el tamaño del cuerpo central con respecto a sus otras secciones, fue en conclusión muy bien recibido por los lectores de Los Andes. Sumado a sus grandes imágenes y tipografía, Los Andes invita a seguir leyendo en su medio impreso, único en Mendoza.