Los 8 alimentos que previenen las enfermedades en invierno

Los productos juegan un papel importante en la prevención y el tratamiento de muchas enfermedades, incluyendo infecciones virales respiratorias agudas. Según estudios especiales sobre la efectividad de productos y platos en las infecciones virales respiratorias agudas, los siguientes, son los ideales para prevenir las enfermedades durante el invierno:

Caldo de pollo: Contiene ingredientes que pueden afectar positivamente el sistema inmune. También contiene sustancias que alivian el dolor de garganta y la tos, así como también mejoran el bienestar general con los resfriados. Se recomienda hacerlo con: cebolla, papas, tallos de apio y perejil.

Ajo: Debe estar finamente picado. Bajo la acción del oxígeno, las enzimas se activan en las células de ajo trituradas, convirtiendo la sustancia inactiva en una poderosa alicina. Protege el corazón y los vasos sanguíneos, reduce la presión, tiene un efecto anticancerígeno. Y ayuda con la gripe y los resfriados: fortalece el sistema inmunitario y tiene efectos antimicrobianos y antivirales.

Cebolla: También se activan si las cebollas se cortan y se dejan en el aire durante un tiempo. Cortarla en aros, ponerlos en agua hirviendo durante medio minuto y luego enfriar rápidamente con agua corriente. Será una base ideal para ensaladas y condimentos.

Vino tinto: La ingesta diaria medida reduce la probabilidad de desarrollar un resfriado en un 44%. Los antioxidantes son lo que beneficiosos. Las dosis terapéuticas y preventivas son 2-3 vasos de vino de 150 ml cada uno.

Pan integral: Si la harina es integral, entonces tendrá mucho zinc.

Germen de trigo: Proveedor de zinc para quienes no comen pan: 100 g de germen de trigo contienen el 100% de la cantidad diaria de zinc.

Yogur y kéfir: Pueden proteger contra el resfriado común. De hecho, no solo ellos, sino que casi todas las bebidas de ácido láctico tienen este efecto.

Pescado graso: Contienen muchos ácidos omega-3, útiles no solo para los vasos sanguíneos, el corazón y el cerebro, sino que son necesarios para una buena inmunidad.