Los 15 terremotos más destructivos de Mendoza y lo que necesitás saber sobre la actividad sísmica

La nota reúne información del Inpres, de diferentes estudios, textos y crónicas periodísticas sobre el riesgo sísmico que caracteriza al territorio mendocino.

Los 15 terremotos más destructivos de Mendoza y lo que necesitás saber sobre la actividad sísmica
Terremoto de 1861 en Mendoza

Una de las amenazas que tiene el territorio mendocino es la actividad sísmica. De los 80 terremotos fuertes que se registran en la Argentina, 15 tuvieron como escenario Mendoza y los movimientos telúricos habituales son mayormente leves. Sin embargo, es fundamental tener conciencia del riesgo que representa y estar preparados para mitigar las consecuencias.

El Documento País 2012 Riesgo de Desastres en la Argentina -impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Cruz Roja Argentina- precisa que de los sismos de los que se dispone el valor de Magnitud (calculada o medida), el 46,67% de los que registraron Magnitud igual o superior a 7.0 en la escala de Richter tuvieron epicentro en las provincias de San Juan y Mendoza y el 13% en Salta.

La misma publicación señala que de los sismos que registraron Magnitud inferior a 7.0, el 26,32% tuvieron epicentro en las provincias de San Juan y Mendoza y el 21% en Salta. Como conclusión puede decirse que los sismos en Cuyo superan en número y magnitud a los que se registran en otras zonas de país, lo que justifica que se la califique como la mayor peligrosidad de la Región.

De acuerdo a los estudios de Graciela Tello (publicados en Sismicidad histórica entre los 32°30′ - 36° lat. sur y los 68° - 69°30′ long. oeste, provincia de Mendoza, Argentina), la provincia de Mendoza tiene una elevada sismicidad (registrada por las estaciones sismológicas), con intensidades que varían de VI a IX grados en la escala Mercalli Modificada: “Al ubicar en un mapa los epicentros de los sismos más importantes producidos en épocas históricas, se observa una mayor densidad de los mismos en el norte del territorio provincial”.

Antes de sumergirnos de lleno en la mirada histórica de los desastres de origen sísmico, vale la pena tener en claro algunos conceptos propios de la materia. La ingeniera Graciela Maldonado, investigadora del Centro Regional de Desarrollos Tecnológicos para la Construcción, Sismología e Ingeniería (CEREDETEC) de la Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Mendoza, aporta algunos términos.

  • Terremoto: un deslizamiento o movimiento súbito de una parte de la capa de la tierra, acompañado y seguido de una serie de vibraciones
  • Réplicas o temblores posteriores (aftershock): terremoto de similar o menor intensidad que sigue al terremoto principal
  • Epicentro: área de la superficie de la tierra directamente sobre el origen del terremoto.
  • Ondas sísmicas: vibraciones que viajan hacia afuera del centro del terremoto a velocidades de varios metros por segundo. Estas vibraciones pueden hacer sacudir los edificios con tal rapidez que se derrumban.
  • Magnitud: Indica cuánta energía fue liberada. Esta energía puede medirse en un dispositivo de grabación y presentarse gráficamente por medio de líneas en una Escala Richter. Una magnitud de 7.0 en la Escala Richter indica un terremoto muy fuerte. Cada número entero en la escala representa un aumento de unas 30 veces la energía liberada. Por lo tanto, un terremoto que mide 6.0 es alrededor de 30 veces más potente que uno que mide 5.0.
  • Intensidad: Escala de daño en las construcciones en un determinado lugar debido al terremoto. La más usada es la escala de Mercalli Modificada cuyas valores varían de I a XII

Según el libro “¡Está temblando! Origen, efectos y consecuencias de los sismos”, en las escalas de intensidad, un sismo no tiene un único valor, ya que en diferentes lugares el mismo evento se siente con diferente violencia.

Sin embargo, el equipo de Francisco Mescua -en su texto- admite que la principal ventaja de esta escala es su simplicidad, ya que se utilizan parámetros como qué tan difícil fue mantenerse de pie o si se rompieron cristales o si los muebles se desplazaron. Por esto mismo, la desventaja es que sólo se mide en lugares poblados. Eso es lo que se mide a través de la escala Mercalli Modificada. Para la magnitud que mide la energía liberada, se utiliza la escala Richter, aunque la escala utilizada actualmente es la de Magnitud de Momento (Mw) que funciona muy bien para las magnitudes mayores.

Infodatos - El mapa de los terremotos: dónde fueron los más destructivos del país
Infodatos - El mapa de los terremotos: dónde fueron los más destructivos del país

Según el equipo del Conicet, los sismólogos realizan sus informes en escala de Magnitud de Momento, mientras que por una cuestión de costumbre los medios de comunicación reportan los sismos en escala Richter. “El uso de las escalas de magnitud tiene varias ventajas: permite caracterizar cada sismo con un solo valor y facilita la comparación entre distintos terremotos”, fundamentan los científicos.

Cómo se mide un sismo en la escala Mercalli Modificada

Como decíamos, la intensidad es una medida de los efectos producidos por un terremoto. La escala tiene carácter subjetivo y varía de acuerdo con la severidad de las sacudidas producidas en un lugar determinado.

Según explican desde el Inpres, tiene en cuenta los daños causados en las edificaciones, los efectos en el terreno, en los objetos y en las personas. Si bien existen diferentes escalas de intensidad, la más utilizada en el hemisferio occidental es la de Mercalli Modificada (MM), que es cerrada y contiene doce grados (I al XII en números romanos).

  • I: Imperceptible. Lo registran los sismógrafos.
  • II: Lo perciben las personas en reposo, en los pisos superiores.
  • III: Se percibe en el interior de los edificios. Puede no reconocerse como un sismo. Los objetos colgados oscilan levemente. Vibraciones como las que producen los camiones ligeros al pasar.
  • IV: Se percibe en el interior de los edificios, reconociéndose que se trata de un sismo. Los objetos colgantes oscilan y las puertas y ventanas crujen. Se perciben vibraciones como las ocasionadas por el paso de un camión pesado. En la parte superior de este grado crujen las cabriadas y paredes de madera y tintinean los vasos y la loza.
  • V: Se percibe a la intemperie; se puede estimar su duración. Quienes duermen, se despiertan. Los líquidos se mueven; algunos se vuelcan. Los objetos pequeños inestables, se desplazan o se caen. Las puertas oscilan, se cierran y se abren. Los relojes de péndulo pueden pararse, alterar su funcionamiento o arrancar si estaban detenidos.
  • VI: Lo perciben todos. Muchos se asustan y salen al descubierto. Las personas caminan inseguras. Las ventanas, platos y artículos de vidrio se rompen. Los adornos, libros y objetos similares se caen de los estantes. Algunos cuadros se caen de las paredes. Los muebles se mueven o se vuelcan. Los revoques débiles y la mampostería D, se agrietan. Las campanas pequeñas repican (la de la iglesia, escuela). Los árboles y arbustos se sacuden visiblemente, o se los oye crujir.
  • VII: Es difícil permanecer de pie. Lo notan los conductores de automóviles. Los objetos colgados trepidan. Los muebles se rompen. Daños en la mampostería D. Las chimeneas débiles se rompen a nivel del techo. Caen los revoques, los ladrillos se aflojan; las piedras, revestimientos, cornisas, los parapetos sin contrafuertes y los ornamentos arquitectónicos también caen. Algunas grietas en la mampostería C. Olas en los estanques. Pequeños deslizamientos y derrumbes en bancos de arena o de grava. Las campanas grandes repican.
Sismo en Mendoza, el  26 de enero de 1985.
Sismo en Mendoza, el 26 de enero de 1985.
  • VIII: Se hace difícil conducir un automóvil. Se daña la mampostería C y en parte se cae. Algún daño en la mampostería B; ninguno en la mampostería A. Caen los revoques y algunos muros de mampostería. Caída y torsión de chimeneas de las casas y de las fábricas, monumentos, torres, tanques elevados. Las casas con estructura de madera salen de sus cimientos si no están ancladas; los muros de relleno son arrojados hacia afuera. Los pilotes podridos se quiebran. Las ramas de desprenden de los árboles. Cambios en el caudal y temperatura de manantiales y pozos. Grietas en terreno mojado y en taludes inclinados.
  • IX: Pánico general. Se destruye la mampostería D; se daña fuertemente la mampostería C, algunas veces con colapso completo. Se daña la mampostería B. Las estructuras no ancladas se desplazan de los cimientos. Los marcos crujen. Serios daños en depósitos para líquidos. Se rompen las tuberías enterradas. Grietas importantes en el terreno, Expulsión de arena y lodo en terrenos aluvionales, con formación de cráteres de arena.
  • X: Se destruye la mayoría de las estructuras de mampostería, incluso sus cimientos y también algunas estructuras de madera bien construidas y algunos puentes. Serios daños en presas, diques, terraplenes. Grandes derrumbes. Agua arrojada sobre las márgenes de los canales, ríos, lagos, etc. Arena y lodo desplazados horizontalmente en las playas y en terreno plano. Rieles doblados ligeramente.
  • XI: Rieles muy doblados. Tuberías enterradas completamente destruidas. Grandes grietas en la tierra.
  • XII: Catástrofe. Destrucción total. Grandes masas de roca desplazadas. Cambios de niveles del terreno. Objetos son arrojados al aire.

Terremotos históricos de Mendoza

En la historia sísmica de Mendoza son varios los terremotos que quedaron grabados en la memoria popular, muchos de los cuales fueron el puntapié para modificar códigos de construcción, costumbres o sectorizaciones del territorio. Con datos del Inpres y de publicaciones específicas de diferentes investigadores y de crónicas periodísticas se enriqueció la siguiente lista:

Mapa de riesgo sísmico en Mendoza
Mapa de riesgo sísmico en Mendoza
  1. 22 de mayo de 1782. Primer sismo importante documentado en la provincia, llamado el “Terremoto de Santa Rita”, produjo destrucción y agrietamientos en las construcciones. La iglesia de San Agustín se agrietó en varias partes y el farol de la torre del campamento quedó inclinado. Alcanzó una intensidad de VIII grados Mercalli.
  2. 20 de marzo de 1861. Se produjo el terremoto porcentualmente más destructivo de toda la historia argentina, llamado “Cerro La Cal”. Destruyó la ciudad de Mendoza y departamentos vecinos, dejó un saldo de 6.000 muertos sobre una población total de 18.000 habitantes. Se registró agrietamiento del suelo, hundimiento del terreno y formación de vertientes. El templo de San Vicente (Godoy Cruz) quedó totalmente destruido. Su intensidad fue de IX grados Mercalli.
  3. 19 de agosto de 1880. Fue a las 01.30, causó gran alarma en la población que salió a la calle, le siguió en intensidad al terremoto de 1861. Afectó a la ciudad de Mendoza, causó el derrumbe de murallas y caída de cornisas. En el fundo del “Melocotón”, Tunuyán, se reportó la muerte de un menor de 14 años a causa del derrumbe de una pared. La intensidad fue de VI grados Mercalli Modificada.
  4. 12 de agosto de 1903. Afectó en particular al departamento de Las Heras (Uspallata, Punta de Vacas y Puente del Inca). Hubo más de 10 muertos y numerosos heridos. La torre derecha de la iglesia de San Francisco fue dividida en dos partes y una de ellas cayó sobre las galerías del templo hundiéndolas. Muchas casas quedaron destruidas y el edificio del correo quedó inhabitable. La intensidad del sismo fue de VII grados Mercalli.
  5. 26 de julio de 1917. Conocido como “Panquehua” porque afectó principalmente a ese distrito lasherino y a sectores de la ciudad. Produjo la caída de paredes y cornisas, algunas iglesias fueron cerradas debido a la magnitud de los daños. Se cayó el segundo piso del hotel Italia. Hubo varias y fuertes réplicas. Para relevar los daños, el municipio de la Ciudad decidió dividir la comuna en siete secciones (denominación que continúa hoy). La intensidad fue de VII grados Mercalli.
  6. 17 de diciembre de 1920. Llamado “Costa de Araujo” porque afectó a ese distrito de Lavalle y localidades aledañas en un radio de 50 Km, particularmente Tres Porteñas y La Central. Se estimó en 250 los muertos y gran número de heridos. Se formaron grietas en el terreno de las que surgía agua, en algunos lugares se formaron ciénagas. El edificio de la Jefatura de Policía de construcción moderna sufrió grietas. La intensidad se estimó en VIII grados de la escala Mercalli.
  7. 14 de abril de 1927. En la ciudad hubo derrumbes de cornisas y agrietamiento de paredes, en Las Heras causó la destrucción de viviendas y agrietamiento en el terreno. Se derrumbó la iglesia San Nicolás. El edificio de diario Los Andes (actual IPV) se cayó parcialmente hacia calle San Juan. Conocido como “Uspallata”, también causó daños y víctimas en Chile. La intensidad fue estimada en VIII grados Mercalli.
  8. 23 de mayo de 1929. Afectó a la capital provincial y al departamento de Godoy Cruz. Produjo agrietamiento de paredes y caídas de muros. Causó gran pánico en la población, pero no causó víctimas. Fue sentido en todo Cuyo. La intensidad fue de VI grados Mercalli.
  9. 30 de mayo de 1929. Destruyó las construcciones de Colonia Las Malvinas y Villa Atuel, del departamento de San Rafael. Dejó desniveles y hundimientos parciales del suelo. Causó la muerte de 31 personas y dejó 65 heridos. El sismo fue sentido hasta San Juan al norte, Buenos Aires al este, Neuquén y Río Negro al sur. Su intensidad fue de VIII grados Mercalli.
  10. 23 de noviembre de 1936. Afectó al departamento Rivadavia, donde muchas viviendas resultaron dañadas. Se sintió en San Juan y Mendoza. Se estimó una intensidad de VI grados Mercalli.
  11. 5 de julio de 1942. Sismo destructivo en Cañada Seca, Salto de las Rosas y Las Malvinas; San Rafael, Mendoza. Su intensidad fue de VI grados Mercalli
  12. 25 de abril de 1967. Conocido como “Paramillos”, causó derrumbes de las construcciones de adobe y edificios antiguos, se formaron grietas en paredes y rotura de vidrios, especialmente en Las Heras y en la Capital. En el hospital Central se produjo la rotura de un centenar de vidrios y la caída del contrapeso de uno de los ascensores. Se sintió muy fuerte en el valle de Uspallata. Fue de VI grados Mercalli la intensidad.
  13. 26 de enero de 1985. Llamado “Barrancas-Lunlunta”, causó daños considerables en los departamentos del Gran Mendoza. Se reportaron 6 víctimas fatales y 250 heridos. La mayor destrucción se observó en los departamentos de Godoy Cruz y Las Heras. El hospital del Carmen colapsó parcialmente. Resultaron más afectadas las construcciones de adobe o de ladrillos antiguas. La intensidad fue de VIII grados Mercalli
  14. 5 de agosto de 2006. Sismo destructivo en el área del anticlinal de Barrancas. No se reportaron víctimas, pero sí daños materiales en viviendas no sismorresistentes en los departamentos de Lujan, Maipú, Guaymallén, Las Heras, Godoy Cruz, Capital, San Martín, Junín y Rivadavia. La intensidad fue de VI grados Mercalli
  15. 10 de diciembre de 2008. Se reportaron daños en las construcciones en Potrerillos. En la ciudad y departamentos del Gran Mendoza, se sintió más débil. La intensidad fue de VI grados Mercalli.

¿Qué es una falla y cuáles hay en Mendoza?

En palabras del investigador José Francisco Mescua, el suelo mendocino está en una zona de constante compresión, ya que la placa de Nazca va empujando hacia el este y la placa Sudamericana, hacia el oeste. En un momento -explica con simpleza Mescua, para definir lo que es una falla- es tanta la compresión que se produce una fractura y se levanta un bloque con respecto al otro.

Para los investigadores, uno de los aspectos más importantes de las fallas es determinar si están inactivas o activas. Las primeras son fallas antiguas, que tuvieron desplazamientos pero que ya no los tienen. Las segundas son las que están en movimiento y pueden generar sismos.

“Se definen como fallas activas aquellas que registran antecedentes históricos, geológicos o sismológicos de actividad, o a aquellas que se espera que tengan desplazamientos en un intervalo de tiempo similar a la expectativa de vida humana. En general, las fallas activas pueden reconocerse porque afectan sedimentos que se depositaron recientemente o presentan indicadores geomorfológicos como desniveles en el terreno, denominados escarpas, y desplazamientos de cursos fluviales.”

De acuerdo a las investigaciones, las fallas tienen rasgos característicos en el terreno y por eso pueden ser reconocidas a través de imágenes satelitales o fotografías aéreas.

Por ejemplo, en su libro “¡Está temblando! Origen, efectos y consecuencias de los sismos”, Mescua y los cientistas del Conicet que estudian la caracterización de las fallas activas en Mendoza muestran la escarpa de la falla La Cal, en la calle Perú de la capital mendocina, y explican que la escarpa genera un desnivel de 2,5 metros sobre la avenida Las Heras en la esquina con Belgrano. No obstante, aclaran que no todo desnivel de terreno es producto de una escarpa de falla, ya que puede tener otros orígenes.

En la siguiente infografía se puede observar que el piedemonte mendocino corresponde a un frente de fallamiento activo, vinculado al levantamiento de la precordillera, compuesto por una serie de fallas y sistemas de fallas (varias fallas que se encuentran en contacto entre sí y que pueden activarse en conjunto o individualmente).

Estudian fallas que causarían sismos
Estudian fallas que causarían sismos

Si bien son varios los documentos que se han referido a las fallas de la región, tomamos la descripción del equipo de Mescua porque es uno de los más claros.

  • Falla Melocotón: Sistema de fallas de orientación norte-sur, ubicado a unos 15 km al oeste de la ciudad de Mendoza, puede seguirse por unos 40 kilómetros.
  • Falla Divisadero Largo: Alcanza una longitud de alrededor de 13 km y sobre su traza se alinean los puestos Las Higueritas, La Ciénaga y Agua de la Batea.
  • Falla Punta del Agua: Se alinea con los puestos Los Chilenos y Las Avispas. Se expresa morfológicamente como una escarpa de falla a lo largo de 8 km.
  • Sistema de fallas cerro La Gloria: Está integrado por varias fallas de trazos subparalelos de orientación norte-sur a nor-noroeste, separados 500 a 1.000 metros entre sí, y se expresa a lo largo de 15 a 20 km. Las fallas principales son la del cerro de la Gloria y la del cerro El Cristo, ubicadas al occidente de ambos cerros. Se expresan geomorfológicamente como un cordón de pequeños cerros que se extiende entre El Challao y Chacras de Coria. Una serie de fallas de rumbo de orientación noreste segmentan las fallas principales del sistema.
  • Falla La Cal: De dirección principal norte-sur se extiende por unos 30 km, desde el cerro La Cal, en Las Heras, hasta la ciudad de Mendoza. En superficie, se manifiesta como una escarpa con frente hacia el este y una diferencia de elevación promedio de 2 a 3 metros. El sismo histórico de 1861 ha sido atribuido a esta falla. Diversos trabajos sugieren que la traza de la falla atraviesa el centro de Las Heras y la ciudad de Mendoza por las calles Perú y Belgrano. Es posible que presente una bifurcación más occidental, coincidente con calle Boulogne Sur Mer, aunque esto no ha sido confirmado por los estudios hasta el momento.
  • Fallas y plegamiento de Capdeville y Borbollón: Corresponden a dos fallas ciegas. Se encuentran al norte del Aeropuerto Internacional Mendoza El Plumerillo y conforman dos estructuras paralelas de rumbo norte-sur que se extienden por 12 km. Los estudios realizados sugieren que el levantamiento de los pliegues se produjo en los últimos 27.000 años.
  • Fallas y plegamiento de Barrancas: La zona de Barrancas es una de las más activas sísmicamente de la provincia y en ella se produjo el terremoto de 1985 y el de 2006.

Si bien estudios recientes sugieren que el terremoto de 1861 se debió a un movimiento de la falla La Cal, también podría haberse originado en la zona de Barrancas, que se encuentra a la misma distancia que La Cal del centro de la ciudad de Mendoza (unos 20 km), pero hacia el sur. En superficie, la principal estructura es un pliegue de orientación norte-sur que se extiende por unos 18 km entre el río Mendoza y el dique El Carrizal, flanqueado al este y al oeste por fallas que deforman sedimentos de depositación reciente.

Estas fallas forman escarpas de 4 y 9 km de largo. Estudios realizados después del sismo de 1985 permitieron establecer que, dada la profundidad del hipocentro, la principal estructura sismogénica es una falla ciega que se ubica por debajo del pliegue, lo que se vio confirmado por los eventos de 2006 y 2012. Las fallas observadas en superficie serían entonces resultado de la deformación de capas durante el plegamiento, pero no las responsables de la actividad sísmica destructiva.

Si bien la actividad sísmica es más intensa en el oasis norte, en el resto del territorio provincial también existe peligro sísmico. A continuación, se enumeran las fallas consignadas también por el equipo de Mescua.

  • Falla de Las Higueras-Salagasta-Los Cerrillos: Es una estructura principal en el levantamiento de la precordillera mendocina, que puede reconocerse a lo largo de 90 km desde el norte de Mendoza hasta el sur de San Juan. Se ha propuesto una vinculación de esta estructura con el sistema activo de Capdeville e incluso con la falla La Cal.
  • Falla de Las Peñas: Constituye el frente de levantamiento de la precordillera al norte de la ciudad de Mendoza, y su traza es de unos 48 km. Hacia el sur, pasa a ser ciega y genera levantamientos como los de las lomas de Jocolí y el cordón de Barda Negra.
  • Sistema de fallas de La Carrera: Se encuentra en el frente del Cordón del Plata. La presencia de fallas activas en el frente de este cordón se evidencia por resaltos en el terreno de entre 4 y 6 metros de desnivel en los alrededores de la localidad de El Salto.
  • Falla de las Cerrilladas Pedemontanas: La región de las Cerrilladas Pedemontanas corresponde a una serie de lomadas desarrolladas al sur de la terminación de la precordillera mendocina.
  • Fallas de San Rafael: La principal estructura sismogénica es la falla de Las Malvinas. A esta falla se le ha atribuido el terremoto de Las Malvinas-Villa Atuel de 1929. Otras fallas de la región se encuentran en las cercanías de la localidad Coronel y en los alrededores del aeropuerto de San Rafael. En el cañón del Atuel se encuentran las fallas Aisol y Valle Grande.
  • Fallas del piedemonte en el extremo sur de la Cordillera Frontal: Estas fallas han modificado la red de drenaje y han generado escarpas de falla de hasta 40 metros de desnivel.

Cuándo es sismo, temblor o terremoto

Técnicamente, los tres términos pueden ser utilizados como sinónimo, ya que las palabras “temblor” y “terremoto” provienen del latín y significan “movimiento o sacudida de tierra”, al igual que “sismo/seísmo”, que proviene del griego.

Cuándo es sismo, terremoto o temblor.
Cuándo es sismo, terremoto o temblor.

Según el Inpres, sismo o terremoto representan el proceso físico de liberación súbita de energía de deformación acumulada en las rocas del interior de la Tierra, que se manifiesta por desplazamientos de bloques anteriormente fracturados. Una parte importante de la energía liberada en este proceso se propaga en forma de ondas sísmicas, las cuales son percibidas en la superficie de la Tierra como una vibración.

En este contexto -apuntan desde el Inpres- es común utilizar el término “temblor” para calificar los sismos de regular intensidad; en tanto, el término “terremoto” puede ser empleado para calificar cualquier sismo.

Sin embargo, culturalmente se asocia destrucción a la palabra “terremoto”. En este sentido, hay una corriente de especialistas que indican que cualquier evento sobre 7.5 de magnitud es llamado terremoto, mientras que sobre 4.0 lo llamamos sismo o temblor.

Qué es el anillo o cinturón de fuego del Pacífico

El cinturón de fuego, también conocido como el anillo de fuego del Pacífico, tiene la forma de una herradura y se extiende sobre 40.000 kilómetros sobre las costas del océano Pacífico. Comprende a la gran mayoría de los países americanos como Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos y Canadá.

Después de Norteamérica, continúa a la altura de las islas Aleutianas, bajando por las costas e islas de Rusia, Japón, Taiwán, Filipinas, Indonesia, Malasia, Timor Oriental, Brunei, Singapur, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tonga, Samoa, Tuvalu y Nueva Zelanda.

Cinturón de fuego del Pacífico.
Cinturón de fuego del Pacífico.

La tectónica de placas juega un papel importantísimo, ya que el movimiento y la colisión de las placas de la corteza terrestre son las culpables de dar el origen al cinturón de fuego.

La parte oriental del Cinturón es el resultado de la subducción (hundimiento) de la placa de Nazca y la placa de Cocos, debajo de la placa Sudamérica que se desplaza hacia el oeste. La placa de Cocos se hunde debajo de la placa del Caribe en Centroamérica, la placa de Juan de Fuca (placa oceánica) y una pequeña parte de la placa del pacifico se hunden debajo de la placa norteamericana.

Esta zona tiene alrededor de 452 volcanes y concentra alrededor del 75% de los volcanes activos e inactivos del mundo, la mayoría de los terremotos se producen en esta zona, mientras que el 80% de los terremotos más grandes del mundo se producen a lo largo del cinturón de fuego.

Como siempre se repite, es imposible predecir un sismo. Lo más cercano son las alarmas sísmicas ubicadas a lo largo de las fallas tectónicas, pero solo sirven como un aviso que se está produciendo un sismo en el mismo momento. En los últimos tiempos, el miedo se acrecentó ante el avance de las comunicaciones y la información en tiempo real. Pero los movimientos siempre han existido con la misma “frecuencia”.

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