Ruinas de construcciones de piedra, refugios o tambos, al costado de las rutas 7 y 149 (ex 39), a pocos kilómetros de Uspallata, forman parte del testimonio del Imperio Inca en Cuyo, que dominó estos lugares desde fines del siglo XV y mediados del XVI y están a la vista de cualquier visitante. Ambas rutas prácticamente se encuentran sobre el Camino del Inca (Qhapaq Ñan) o sistema vial andino, la senda marcada que unía los dominios incaicos y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2014.
Así, por la ruta 7 algo más de 30 kilómetros al Oeste de Uspallata, camino a Chile, se encuentra el arroyo Tambillitos, donde está una de estas construcciones que le da el nombre al curso de agua, cuyo recorrido termina en la margen Norte del río Mendoza. Un poco más hacia el Oeste está Ranchillos, unos kilómetros antes del sitio histórico Puente de Picheuta. “Allí próximamente, creemos que antes de las vacaciones de invierno, los visitantes tendrán la oportunidad de contar con información y la disponibilidad de tener una visita guiada, porque ya se licitó la construcción de una unidad de servicios y centro de interpretación en Ranchillos”, asegura Roberto Tripolone, historiador del área de Patrimonio de la Municipalidad de Las Heras.
El proyecto incluye la puesta en valor por medio de obras de remediación del tambo incaico Ranchillos, además de la colocación de cartelería. Dentro de estas obras se incluye la puesta en valor de las Casuchas del Rey, ubicadas a la altura de Las Cuevas, Puquios y Punta de Vacas, que son refugios construidos durante la colonia.
Rastros históricos
Las obras de origen inca en nuestra provincia se concentran entre Puente del Inca, Uspallata y camino a Barreal-Calingasta, en San Juan. Aunque a principios de semana se confirmó que las construcciones pircadas (de piedra) halladas en la Laguna del Diamante (San Carlos) son incas. Se trata de un sitio ceremonial y de observación astronómica.
Sobre la ruta 149, ex provincial 39, a pocos kilómetros de la villa uspallatina, los visitantes podrán apreciar sitios como el Tambo y el camino incaico de Tambillos, similares construcciones y tal vez las más amplia de este conjunto. Los tambos son justamente esas edificaciones de piedra ubicadas a lo largo del camino.
“El trazado y la logística que llevaron adelante los incas en su ingreso y permanencia en Mendoza determinó que los huarpes, el pueblo sometido, sirviera a los dominadores en los tambos, voz castellanizada de la palabra quechua tampu”, señala el libro “Las Heras, una historia de 150 años”.
Agrega que en esos tambos almacenaron productos agrícolas, cerámicas, adornos corporales y objetos suntuarios de debieron transportar o usar durante los recorridos. Estas especies de posadas fueron usadas por quienes venían o iban hacia Perú, centro del imperio, y utilizados por los chasquis.
El libro también señala que muy cerca con el límite con San Juan, siempre por esta misma traza (ruta 149), los incas construyeron un conjunto de habitaciones subterráneas que cubrieron con vegetales de la zona y barro. Explica que fue una especie de poblado en semicírculo que se conoce como Asentamiento Incaico Ciénaga de Yalguaraz, dado a conocer en 1977 por el arqueólogo Roberto Bárcena. Aprovecharon las aguadas y arroyos existentes para procurar su subsistencia.
El propio Bárcena en su trabajo Protección de Sitios Arqueológicos en el Área de Montaña Mendocina (Cricyt-UNCuyo-Municipalidad de Las Heras y Gobierno de Mendoza), publicado en 1993, brinda importantes detalles de las construcciones incaicas, especialmente los elementos encontrados de acuerdo a las distintas etapas en que fueron ocupadas (incas, huarpes, otras etnias, durante la colonia, la etapa independentista y la época más reciente).
También detalla la conformación arquitectónica de las edificaciones y habla de dos sectores de Tambillos (2.200 msnm): un rectángulo perimetral compuesto (Cancha o Kancha) y plaza intramuros. En el primero, “las excavaciones mostraron que algunos de estos amplios espacios fueron utilizados para preparar alimentos y conformaron artefactos, mientras que otros recintos menores adosados sirvieron de habitaciones”, sostiene la publicación científica.
En el segundo, “los indicios muestran una complejidad estructural en su interior (muros en proceso de construcción) y restos (cerámica y otros) que conducen a interpretar su función como similar a la “Plaza intramuros”, característica de algunos centros incaicos. En estas se realizaban ceremonias y actos gubernamentales, político-administrativos y religiosos”.
Bárcena habla de todo este vasto sector que incluye la estancia Los Tambillos y la de Yalguaraz, que abarcan unas 240.000 hectáreas. Ha tenido una prolongada ocupación humana, al menos desde hace unos 8.000 años, desde la época de los grupos de cazadores-recolectores.
A la riqueza arqueológica de esta zona ubicada junto a la ruta 149, también a pocos minutos de Uspallata, se suma la artística, con el Parque de las Artes de artista mendocino Fausto Marañon, un conjunto de obras escultóricas a cielo abierto.
Sobre Yalguaraz también resalta que fue otra explotación pecuaria, ya al límite con San Juan, y por allí pasó la columna del general San Martín en 1817, rumbo al Paso de los Patos, camino a la libertad de Chile.
Tripolone cuenta que Las Heras tiene avanzada las gestiones con los propietarios de la estancia para generar un ingreso controlado al lugar y que se puedan realizar visitas guiadas y trekking al casco antiguo. Allí también construirán un monolito y mástil para rendir homenaje al Ejército de los Andes y a San Martín. Y piensan inaugurarlo durante este primer semestre.