Efraín Dalcecco (6) vive en Guaymallén, aunque pasa gran parte de su día en El Algarrobal (Las Heras). Y es que Efra, su mamá y su abuela son colaboradores asiduos del comedor Horneritos (en esa zona lasherina), que cada martes y jueves da de comer a más de 1.500 personas.
Efra nació con parálisis cerebral y su historia conmovió a todos los mendocinos. Porque una de las pocas esperanzas -casi la única- que tenía para intentar mejorar su calidad de vida era iniciar un costoso y complejo tratamiento con células madres. Y a mediados de mayo pudo completar la primera sesión, para la que debió viajar a Paraguay con sus padres y que incluyó una destacable cadena de favores y solidaridad de mendocinos en todo el mundo.
Pero, sobre llovido, mojado. Porque este fin de semana, a una tía de Efra le robaron el auto en el barrio Jorge Newbery (El Algarrobal). Y en el interior del vehículo estaba la silla de ruedas especialmente adaptada que precisa Efra para movilizarse -no por sus medios, sino que siempre alguien debe trasladarlo-. Y también estaban en el auto los papeles de la obra social de Efra, así como también su certificado de discapacidad.
“No la está pasando nada bien la familia. Ahora el 17 de junio tienen la intención de volver a viajar para la segunda sesión, pero para eso necesitan los papeles y toda la documentación”, destaca la referente del comedor y merendero Horneritos, Gabriela Carmona.
Necesitan encontrar la documentación
El auto de la tía de Efra fue robado en El Algarrobal este fin de semana. La patente del vehículo es PBV824.
Más allá del robo del auto y del dolor de cabeza en sí, en el interior del coche estaba la silla de ruedas de Efraín y sus papeles y documentación de la obra social.
Tanto la silla de ruedas -para su traslado diario- como los papeles -para continuar con el tratamiento- son objetos imprescindibles para Efra y su familia.
Por esto mismo es que solicitan ayuda para recuperar los papeles y la silla de ruedas que, a diferencia del auto, no tiene ningún valor para nadie que no sean ellos mismos.
Cualquier dato que se pueda brindar sobre la silla de ruedas de Efraín Dalcecco y la documentación del niño, es importante comunicarse a los teléfonos 2616 73-8749 (Elsa) o 2613 13-6783 (Gabriela).
“Efra y su familia necesitan urgente la silla de ruedas. Y toda la documentación para poder viajar a la segunda sesión del tratamiento con células madres a Paraguay, el 17 de junio”, destacó Gabriela Carmona.
Moviendo montañas
Sin importar qué ocurra a su alrededor, Efra siempre está sonriente. Y es algo que entusiasma a su familia -su mamá Verónica, su papá Fabián y su abuela Elsa-, quienes se dejan contagiar por esa sonrisa.
El niño está yendo a la escuela y, en paralelo -y a contraturno- asiste a las sesiones y talleres de terapia.
Sin embargo, el niño está cada vez más grande, por lo que se va haciendo difícil trasladarlo para sus padres.
En este contexto fue que surgió la posibilidad de iniciar un tratamiento con células madres en la clínica Mercoplab. La sede principal de este efector se encuentra en Ecuador, aunque una vez al mes también viajan a Asunción (Paraguay) para poder trabajar en ese país. Y el viaje de la familia mendocina a Paraguay resultaba más factible que trasladarse a Ecuador.
Con la intención de juntar fondos para poder concretar el viaje para la primera sesión -que, finalmente, completaron el sábado 20 de mayo-, los padres de Efra iniciaron una campaña solidaria, a la que se sumó el comedor Horneritos.
Por medio de una colecta y de la venta de pastas caseras, comenzó la campaña para ayudar a Efra.
Solidaridad sin fronteras
Alejandra, una médica mendocina que vive en Manchester (Inglaterra) y quien prefiere que no se publique su apellido, conoció a Efra y su historia por una nota publicada en Los Andes.
Sin pensarlo dos veces, la solidaria mendocina se contactó con Vero para ayudar a la familia costeando una de las sesiones en la clínica paraguaya (el valor de cada sesión es de 3.000 dólares) y hasta articuló con los profesionales de la clínica para coordinar la primera sesión.
De hecho, Alejandra hasta ayudó a los papás y a Efra a sacar los pasajes aéreos para viajar a Paraguay para completar la primera sesión (hace ya 9 días).
Y gracias a este maravilloso gesto desinteresado, Efra pudo viajar para la primera sesión.
Pero Efraín necesita, por lo menos, una o dos sesiones más, con sus respectivos traslados.
Por ello es que, en primera instancia, necesita recuperar su silla y la documentación de la obra social. Y, en simultáneo, continúa la colecta.